martes, 10 de septiembre de 2013

CAPITULO 50 (50S CONTINUA)

Cayendo del cielo Ros y yo hacemos un pequeño desvío turístico no planificado para ver el Monte Santa Helena en nuestro camino de regreso de nuestra exitosa reunión en WSU, ya que está como nunca se ha visto antes, y la restricción temporal de vuelo ha sido levantada. Pero nunca me distraigo cuando estoy pilotando Charlie Tango, por lo que cuando el motor se recalienta y empiezan los sonidos de advertencia, seguidos casi de inmediato por la alarma de incendio del motor, tranquilamente sigo el protocolo indicado para desconectar la parte eléctrica para cerrar el motor y pulsar el botón del extintor automático. Aunque es algo muy inusual, no es como para entrar en pánico. Los 135 Eurocopter tienen dos motores, todavía podemos volar de forma segura a la zona de aterrizaje más cercana, siempre y cuando el fuego se extinga. Pero las alarmas continúan, y antes poder ponerme en contacto por radio con la torre de control, las luces del panel de instrumentos empiezan a parpadear como las luces de navidad, y me doy cuenta con horror de que ambos motores están en llamas. No tengo más remedio que apagar ambos motores ya que los extintores no consiguen apagar las llamas. "¿Qué diablos sucede, Christian?" me grita Ros a través de los auriculares. "Agárrate fuerte. Esto va a agitarse un poco," le grito mientras lucho por controlar el helicóptero. Mierda. Estamos a sólo 200 pies. No tengo tiempo para reducir la velocidad ni posicionarnos correctamente para un aterrizaje seguro. Esto es malo, muy malo. Caemos. Esto es todo. Se cierra el telón. El final de la línea. Es hora de conocer a mi creador, al mismísimo viejo diablo. Voy a morir. Una imagen del dulce rostro de la bella Ana me viene a la cabeza. ¡No! No puedo dejarla atrás. Esto no es justo. Las cosas están mejorando en mi vida. Ahora que he encontrado Ana, por fin puedo darle sentido a mi existencia. Ella trajo luz a mi vida – me ha traído su propia luz. Me necesita para cuidarla y protegerla, no voy a abandonarla, no cuando tenemos una vida por delante. Todavía tengo que mostrarle, tengo que demostrarle que soy digno de su amor. Tengo que luchar para volver a su lado. Este es tu castigo, Grey. La Parca te reclama, por atreverte a pensar que eras lo suficientemente bueno para ella. ¡No! Me niego a creer que todo lo que siento por Ana puede estar equivocado o ser malo. Ella es mi salvación, mi redención, y tengo que volver con ella como sea. Debe dárseme la oportunidad de demostrarle que puedo ser el hombre que ella merece. Frenéticamente repaso el paisaje delante de nosotros, tratando de localizar algún lugar entre las rocas y cantos rodados en el que puedo intentar aterrizar. Estoy acostumbrado a volar un planeador sin motor, ahora pido a esas habilidades que me ayuden a tratar de maniobrar con seguridad. ¡Ahí! De repente veo una pequeña área plana que va a tener que funcionar, especialmente porque Silver Lake está cerca. Un aterrizaje seguro en el agua no es una opción viable para un helicóptero, por lo que es ahora o nunca. "Prepárate, Ros," le grito, sin mirarle, mientras concentro toda mi atención en conseguir llegar a esa pequeña zona a medida que caemos del cielo. Chocamos contra el suelo demasiado rápido y fuerte con un estruendo repugnante, y por un momento creo que vamos a girar otra vez, pero de alguna manera nos mantenemos en posición vertical. Por algún milagro, me las he arreglado para aterrizar con seguridad. Tardamos unos segundos para que los hechos lleguen a calarnos, pero luego la horrible realidad de nuestra situación no alcanza como una patada. Al mirar atrás, veo las llamas. Estamos todavía en el fuego, y tengo que salir con Ros - rápido. Me desato rápidamente r, antes de inclinarme y golpear la hebilla para liberar su arnés. "Vamos, ¡sal de ahí! ¡Ahora! Muévete," le grito, mientras sigue allí sentada en estado de shock, aturdida. La libero de sus correas, antes de empujar la puerta de la cabina para abrirla. Por unos cuantos segundos horribles parece atascada, ya que se niega a abrirse, pero la imagen de nosotros atrapados dentro de una chatarra ardiente parece que me da una fuerza sobrehumana, y me las arreglo para abrirla. Salto, y luego vuelvo para tirar Ros hacia fuera. Ella lucha con su falda ajustada y los tacones, aunque parece ilesa. "Christian, yo..." comienza a hablar, pero la interrumpo. "Quédate allí, detrás de las rocas, por si explota," ordeno, mientras le indico la dirección correcta. "Pero, ¿y tu?" protesta, mientras entro para buscar el extintor. "Estoy bien. Voy a tratar de apagar el fuego. Sólo tienes que irte." Me giro y apunto con el extintor sobre las llamas para evitar que se extienda más. Gracias a mi entrenamiento, me acuerdo de cómo usarlo con mayor eficacia dirigiéndolo hacia la base del fuego en lugar de gastarlo en las llamas, y por suerte me las arreglo para apagar el fuego. Me quedo ahí un segundo jadeando de alivio. ¿Ambos motores? ¿Qué diablos es esto? ¿Cómo es posible? "Christian! ¿Estás bien?" Puedo ver una mata de pelo rojo brillante asomándose por las rocas – es Ros, por supuesto. "El fuego parece estar apagado, pero se quédate ahí, es más seguro. Iré en un minuto," grito de nuevo. Llego al interior de la cabina para recuperar mi chaqueta, que tiene mi teléfono celular - y la preciosa caja negra de regalo que Ana me dio para abrir en mi cumpleaños. He llevando la maldita estúpida caja conmigo a todas partes, y su traqueteo intrigante me ha estado volviendo realmente loco. Pero he cumplido con mi palabra y he resistido a la tentación de abrirla. Así que no puedo dejarla ahora. "Toma mi bolso también, tiene móvil dentro," grita Ros cuando se da cuenta de lo que estoy haciendo. Así que ahora estamos sentados juntos, apoyándonos contra las rocas, tratando de recuperar nuestras ideas. "Por Dios Christian, realmente pensé que se había acabado." Ros me sonríe con voz temblorosa. "¿Qué diablos ha pasado?" "Para ser sincero, no lo sé. Con dos motores, el 135 Eurocopter es considerado el más seguro de su clase. Para que ambos se prendan fuego.... " "... Es algo muy desafortunado. ¿Has estado molestando al Todopoderoso más de lo habitual últimamente, Christian?" intenta bromear, mientras con mano temblorosa busca en su bolso para coger sus cigarrillos y el encendedor. "¡No! Por amor de Dios, Ros, puede haber combustible o gases, por lo que no puede arriesgarte a encender un cigarrillo. Es un mal hábito de todos modos, es hora de dejarlo," le arrebato los cigarrillos de la mano. "Suenas igual a Gwen cuando me regaña. Está bien, no te preocupes, estaré bien," promete, mientras recupera sus cigarrillos y los pone en el bolso, y luego saca su móvil. "Mierda. No hay señal. ¿Y el tuyo?" "No, igual. Estoy bastante seguro de que no hay cobertura en la mayor parte del Bosque Nacional Gifford Pinchot." "Jodidamente típico. Por eso odio tanto la naturaleza y el aire libre," se queja Ros. "Entonces, ¿Alguien tiene una idea de dónde estamos? No podrías utilizar la radio del helicóptero para contactar con las autoridades – parece que no ha quedado dañada al estrellarnos," sugiere Ros. "No podemos arriesgarnos a encender el sistema eléctrico, especialmente por que no tengo ni idea de qué causó el fuego. Una chispa podría ser suficiente para que explote. Mira, Ros, nadie va a darse cuenta que hemos desaparecido en un buen rato. Es tarde, y si nos quedamos aquí y esperamos a que alguien venga y nos encuentre, es poco probable que nos localicen antes de que oscurezca, lo más probable es que acabáramos pasando aquí la noche." "¿Charlie Tango no tiene algún tipo de dispositivo de rastreo incorporado? Pensé que era una práctica estándar para todos los medios de transporte de GEH?" "Ha desaparecido. Acabo de revisarlo." ¿Se habrá caído? ¿O lo habrán sustraído? "¿Así que Taylor no podrá realizar un seguimiento? ¿O de nuestros móviles?" "No." En cualquier caso no puedo contar con Taylor ya que recibió una llamada de su ex-esposa para decir que su hija había enfermado, con toda probabilidad de apendicitis, así que por supuesto le dije que se fuera. No creía que fuera a ser necesario de todos modos mientras estaba en WSU, sobre todo porque el equipo de seguridad encubierto para mantener bajo control a Ana mientas ella se encuentra con Jose Rodríguez. ¡Mierda! Les di orden de informarme directamente a mi en lugar de a Taylor, y ahora no estoy disponible. Al menos tienen la orden de intervenir inmediatamente si ven alguna amenaza o algún tipo de ataque, pero por supuesto no la seguirán a mi apartamento donde va a estar a solas con él, sin que ni siquiera Taylor se encuentre por los alrededores. De nuevo mi burbuja ha vuelto a ser demasiado frágil. La he dejado sola, vulnerable y un blanco fácil - en mi propio apartamento, maldita sea. Sólo puedo esperar que si intenta de nuevo algo, ella sabrá defenderse, a rodillazos si es necesario, como hizo con el otro hijo de puta Hyde. El problema es que ella todavía piensa que Rodríguez es su ‘amigo’, por lo que podría caer fácilmente, y por supuesto es mucho más grande y más fuerte que ella. Tengo que volver. "Vamos. Podemos caminar hasta la carretera y luego hacer autostop. Sólo tenemos que bordear el lago y luego ir hacía el oeste." Estoy acostumbrado a ir de excursión, así que aunque no estoy vestido para la ocasión, no me plantea ningún problema. No estoy tan seguro de Ros, - aunque sospecho que su condición física no es muy buena, ya que sé que odia ir al gimnasio y cualquier tipo de ejercicio. Y es fumadora, por supuesto. "Excursionismo? Con estos zapatos?" Exclama Ros, levantando sus Manolo Blahnik negros para que los vea. "Los usas todo el día, todos los días. Debe estar acostumbrada a caminar con ellos. Haces que parezca fácil, así que estoy seguro de que vas a poder con ello." Trato de convencerla, mientras le sonrío alentadoramente. "No vas a conseguir nada intentando convencerme con una de tus sonrisas marca Christian Grey, no deberías saberlo ya a estas alturas." Responde con ironía. "Tu vas a por ayuda y yo me quedo aquí." "Nope. Creo que lo mejor es permanecer juntos. Además, hay osos por esta zona. No querrás estar toda la noche sola por aquí, ¿verdad?" "Está bien, está bien, tú ganas, pero ¿cómo vas a saber dónde está el oeste sino puedes ver dónde está el sol?" levanta la vista hacia el cielo que está muy nublado. "Tengo una aplicación de brújula en mi BlackBerry, al igual que tú, que también tienes el último modelo." Insisto en que se le suministre lo más moderno siempre a mi equipo ejecutivo tan pronto como esté disponible. "¿Ah sí? Nunca me molesto en leer sobre los extras cuando tengo una actualización o un teléfono nuevo. Pero, en cualquier caso, sin señal, es inútil, ¿no?" "Esta aplicación no requiere señal. El magnetómetro integrado mide el campo magnético, por lo que una vez que está calibrado funciona regularmente." "¿Cómo diablos sabes de toda esta mierda?" Murmura, mientras me observa coger mi móvil y luego el suyo. Me doy cuenta que el suyo solo tiene un cuarto de batería, mientras que el mío está a media carga. La aplicación se va a comer la batería, por lo que le sugiero que usemos el suyo hasta que se agote, y luego cambiar al mío. "Me parece bien, Christian. Una vez que lleguemos a la carretera, ¿tienes dinero en efectivo que podamos usar en caso de que lo necesitemos para persuadir a alguien para que nos lleve? No creo que haya un transporte cómodo esperándonos." Reviso mi billetera, mientras Ros cuenta lo que lleva en su monedero. Entre los dos llegamos a $ 600. "Esperemos que sea suficiente. En cualquier caso, espero que cuando tengamos cobertura podremos hacer un par de llamadas y lo resolveremos." Eso si nuestras baterías aguantan. No le he querido decir a Ros cuánto tenemos que caminar por si ella se niega antes de empezar. ~~~ Me niego que se encienda un cigarrillo, aunque estemos muy lejos del lugar del accidente. La verdad es que sólo el más mínimo olor a humo de cigarrillo me trae terribles recuerdos escalofriantes de lo que el chulo de la puta drogadicta solía hacerme y es algo que realmente no necesito en estos momentos. "A partir de ahora, oficialmente has dejado de fumar," declaro con firmeza. "¿Quién lo dice?" me reta Ros. "Tu jefe, que normalmente tiene una regla de oro inquebrantable sobre no emplear a fumadores. Me salté las reglas ya que en un principio tenías que dejarlo en breve, eso fue hace años, he sido muy indulgente. Tienes que renunciar de todos modos, por el amor de Gwen, ya no es solo por ti. Ya sabes lo que odia que fumes, y cómo ella se preocupa por ti. Creo que en realidad has sido muy egoísta con ella." "Está bien, está bien, mañana mismo lo dejo. Me ha quedado clara tu advertencia, pero hemos tenido una especie de experiencia estresante, Christian. Necesito un cigarrillo." "No, no lo necesitas. Ten un poco de autocontrol, mujer. Si puedes lograr pasar un día como hoy sin prender un cigarrillo, cualquier otra cosa va a ser para reírse." Insisto mientras agarro su bolso, saco los cigarrillos y los rompo en pedazos pequeños mientras intenta luchar conmigo. "Te estoy haciendo un favor. Me lo agradecerás." "¡Vete a la mierda, Christian! No tienes derecho a meterte en mis cosas," me grita. Caminamos en silencio después de eso, lo que me viene muy bien. Pero no dura, por supuesto. Ros parece pensar que esta caminata en medio de la nada es la oportunidad perfecta para empezar a interrogarme acerca de mi vida personal. "Así que tú y esta nueva amiga tuya – Anastasia, ¿no?" empieza. "¿Qué pasa con ella? ¿Cómo sabes acerca de Anastasia? ¿Quién ha estado chismeando – Andrea?" Pregunto con cautela. "Christian, ha salido una foto de los dos en todos los periódicos por amor de Dios. Y por supuesto, todo el mundo en Empresas Grey ha estado murmurando sobre esta jugosa de noticia - todos excepto Andrea en realidad, porque ella sabe que la despediré con una patada en el si siquiera habla una sola palabra fuera de lugar." "Mmm, lo creo. ¿Por qué la gente tiene que ser tan jodidamente fastidiosa todo el tiempo? Tengo novia - ¿cuál es la gran cosa?" "¡Oh, vamos! Por supuesto, a todo el mundo le encantan chismes. La gran sorpresa, el ridículamente guapo y sensual multi-millonario, Christian Grey, que todo el mundo pensaba que era gay, de repente resulta ser heterosexual. ¿Cómo es posible? Porque resulta que él se ha enamorado locamente de una joven estudiante que vino a hacerle una entrevista y ha cautivado su corazón. No puedes remediarlo Christian, es como algunos libros de tercera categoría, mal escritos." "Métete en tus putos asuntos, Ros." "Así que va en serio, ¿no? ¿No lo estás negando?" Ros se ríe de mí mientras intento silenciarla con el ceño fruncido al famoso estilo Grey. "No funciona. Conmigo no funcionan ninguno de tus trucos intimidatorios ¿recuerdas? Por eso sigo contratada. No tengo miedo de mandarte a la mierda, a diferencia de cualquiera de tus otros empleados. Incluso Taylor, un ex Boina Verde, pregunta cuán alto cuando le dices que salte. Así que vamos. Cuéntaselo a la tía Ros. ¿Lo tuyo con Anastasia, es en serio?" "Sí, es serio. Por lo menos espero que lo sea. Supongo que se podría decir que vamos progresando." Esperemos que Ros conozca pronto a Ana si las cosas salen según lo planeado y acepta casarse conmigo, así que finalmente sucumbo a su interrogatorio y le doy algo de información para que se quede tranquila y me deje en paz. "Gwen estará en la luna. Es terriblemente romántica. Siempre andaba preocupada porque estabas solo, y ella realmente quería verte en algún tipo de relación, feliz con otra persona, de cualquier orientación sexual y al final resulta ser una mujer." "Nunca he sido gay. Y no habría tenido ningún problema en admitirlo si así hubiera sido, pero no lo soy, y nunca lo he sido. Ana no me ha ‘convertido’, si eso es lo que todos piensan. Aunque no es que me importe una mierda lo que la gente piensa." "Siempre supe que no eras gay. Nunca he visto que se te iluminara la mirada al ver a ningún hombre. Y créeme, si te he visto echarle miradas furtivas a unas buenas tetas antes de mirarla a la cara y creo poder decirte que aprecias a una mujer con un buen culo, ¿o no?" Estoy bastante sorprendido de que Ros me haya evaluado con tanta precisión, pero no voy a darle la satisfacción de admitir que ella ha dado en el clavo. "¿Te crees una especie de experta en leer el lenguaje corporal? Eso va a resultarte útil en la búsqueda de un nuevo trabajo cuando te despida," le digo en tono burlón. "La única cosa que nunca he descubierto es qué demonios haces para echar un polvo. Es decir, un hombre de unos veinte años está en su mejor momento, por lo que tienes que haber estado dándole a alguien, en alguna parte, en algún momento. Así que me imagino que probablemente habrás contratado a una prostituta de alto nivel y la has tenido discretamente escondida en alguna parte. Y apuesto a que Taylor lo sabe todo sobre ella, pero nunca se le ha escapado nada. Realmente es muy bueno, ya sabes. El arquetipo de un hombre fuerte, de confianza, silencioso y discreto." "Soy muy consciente de los atributos de Taylor." "¿Así que estoy en lo cierto? Vamos, puedes decírmelo, ahora ya has salido del armario, has confesado tu relación, por así decirlo." "Sin comentarios." "No puede oírnos nadie Christian, puedes contármelo. ¿Estoy en lo cierto? Quizás no era una prostituta, pero si algún tipo de acuerdo privado con una mujer muy discreta para atender a tus necesidades particulares, ¿pero va a mantenerse en silencio? ¿O creará problemas ahora que tienes novia formal?" "¡Ya es suficiente, Ros!" le grito. Pensando en Leila, me doy cuenta de que Ros se está acercando incómodamente a la verdad. "Mi vida privada no es algo de lo que hablar. Asunto cerrado y fuera del alcance." "Mmm. Creo que he tocado una fibra sensible, ¿no es así? Bien, tienes tu propia manera. Sólo pensé que podrías apreciar la oportunidad de abrirte a una vieja amiga y hablar las cosas con alguien que pudiera no ser crítico. Quiero decir, no es que yo tenga una vida muy convencional ¿verdad?" "Tú y Gwen tiene una de las relaciones más convencionales y estables que conozco," le digo burlonamente. "Es totalmente irrelevante que el que seas gay." "Esa no es la forma más popular de ver las cosas, déjame decirte, Christian. Mi madre nunca me ha perdonado por no ser la hija que ella imaginaba. Y mi padre le hace frente enterrando su cabeza en la arena y pretender que Gwen y yo simplemente somos amigas. No es el mejor sentimiento saber que eres una decepción para tu familia." Oh, lo sé todo sobre eso, créeme. Escribí el libro original sobre cómo ser una gran decepción para tus padres. "Estoy seguro de que están orgullosos de ustedes, a su manera," trato de tranquilizarla. "Eso es muy dulce de tu parte, pero está bien, me he acostumbrado a la realidad. Simplemente me molesta por Gwen algunas veces, sobretodo cuando mi madre no le hace caso." Pensando en cómo mi familia ha acogido y dado la bienvenida a Ana con entusiasmo en el redil, sólo puedo imaginar cuán herido y enojado habría estado si la hubieran tratado de excluir de alguna manera. Pero mi madre es ese tipo de personas prudentes, que no corren el riesgo de alienar a ninguno de sus hijos, por lo que le ha dado la bienvenida tanto a Ana como a Kate con los brazos abiertos, porque es obvio que nos hacen felices. Pensando en esto me doy cuenta de que estoy realmente ansioso por ver a mi familia en mi cumpleaños mañana. ~~~ Cuatro horas más tarde, llegamos a la carretera. Podría haberlo hecho en la mitad del tiempo, pero Ros ha tenido problemas para mantener el ritmo, especialmente con sus zapatos totalmente inadecuados. Insisto en que ella se hará un examen médico completo y repasaremos su programa de ejercicios cuando volvamos. Como mi segundo al mando, ella es un miembro vital de mi equipo, y necesito que esté en forma, así que debe cuidar de sí misma. Por lo menos sé que Gwen me apoyará en esto, ya que hemos compartido la preocupación acerca de Ros en alguna ocasión. Hacer autostop no es tan fácil como lo hacen parecer en las películas. Decenas de camiones y coches nos ignoran, hasta que por fin un camión antiguo con un letrero descolorido que reza ‘Transportes McAllister’ en un costado, se detiene. "¿Necesitan que los lleve a alguna parte?" Nos pregunta el conductor por la ventana. "Claro, agradeceríamos si pudiera llevarnos hasta Seattle," le contesta Ros mientras me echa un vistazo. Asiento con la cabeza para que sepa que estoy de acuerdo, ya que no creo que tengamos muchas más opciones, nuestros teléfonos han muerto definitivamente, y nadie más se ha detenido. "Suban a bordo entonces, esa es la dirección a la que me dirijo, así que puedo llevarlos hasta donde necesiten," responde el hombre. "Simplemente déjalo todo en mis manos y que sea yo quien hable con él," le susurro a Ros. Ella me mira divertida mientras levanta las cejas, pero creo que está demasiado cansada para discutir conmigo después de nuestra larga caminata para llegar hasta aquí. Entro primero en la cabina del camión, por lo que me quedo entre el tipo y Ros, por si acaso resulta ser una especie de bicho raro - Quiero decir, realmente no culpo a nadie por no detenerse a recogernos - qué clase de idiota se detiene para recoger a personas totalmente desconocidas por la carretera, ¿o no? Es de mediana edad , probablemente alrededor de cincuenta años, desaliñado, con sobrepeso, sin afeitar y vestido con camisa a cuadros, vaqueros y gorra de béisbol. Pero cuando miro alrededor de su muy gastada cabina, pero cómoda, veo fotos de una mujer que debe de ser su esposa ya que lleva un anillo de bodas, la verdad es que no me da malas vibraciones. "No tendrás un cigarrillo de sobras, ¿no?" investiga Ros mientras hace caso omiso de mi mirada de desaprobación. "Lo siento, señora, yo no fumo," dice, y sonríe triunfante. "Mierda," murmura, mientras suspira con resignación. "Dan McAllister, de Transportes McAllister," el hombre se presenta, mientras agita con orgullo un logotipo desvanecido en la parte superior de su camisa. "Soy Christian, y esta es mi compañera de trabajo, Ros," le contesto, porque no quiero dar demasiada información acerca de nuestra identidad, mientras hurgo hasta encontrar los cinturones de seguridad, para gran diversión de Dan mientras se aleja. El entrenamiento antisecuestros que Taylor insistió en que tomara – lo más importante es que no tiene sentido dejar que el chico sepa que yo valgo una pequeña fortuna. "Encantado de conocerles, se los aseguro. Así que, ¿cómo es que se han parado a hacer autostop? Quiero decir, sin faltarles al respeto, pero no parecen del tipo usual que suelo recoger aquí," dice, mirando a mi obviamente caro traje algo polvoriento, y los altos tacones de Ros de Manolo Blahnik, que inmediatamente se los ha quitado con un gran suspiro de alivio, y ahora está muy ocupada mirando sus ampollas. "Oh, sólo un desafortunado conjunto de circunstancias. Se nos averió en medio de la nada, y tuvimos que caminar una distancia considerable. Y mientras nuestros móviles murieron - Hablando de eso, ¿podríamos tomar prestado el suyo sólo para hacer un par de llamadas? Le pagaremos por supuesto, así como cubriremos el coste de la gasolina si nos lleva todo el camino de regreso a Seattle." Dan McAllister suelta una gran carcajada, y como me encuentro muy pegado a él puedo ver cada detalle de su cara y su boca, y veo que solo le quedan algunos dientes, la mayoría rotos "No tengo ningún tipo de móvil moderno ni nada que se le parezca. Los tiempos han sido muy duros estos últimos años, con el precio del combustible en aumento, la recesión, y las cuentas que no cuadran por ninguna parte, así que realmente no puedo pagar uno, y de todos modos me imagino que no hay razón en gastarse los pocos dólares que consigo ahorrar en un aparato que ni siquiera funcionaría la mitad del tiempo aquí. Y cuando estoy en ruta, yo no quiero que nadie me localice para charlar por cualquier chorrada, simplemente quiero escapar, ¿no sé si entiende lo que digo?" Pienso en cómo mi teléfono rara vez descansa, cómo no puedo escapar de él durante mucho tiempo, incluso cuando estoy con Ana, y creo que puedo entender lo que está diciendo. "Muy bien, pero ¿puede llevarnos todo el camino a Seattle? Realmente es muy urgente que volvamos, y como he dicho, estamos dispuestos a pagar lo que haga falta," repito, ansioso por volver tan pronto como sea posible. Ya es tarde, y estoy muy preocupado por lo pase cuando Ana se dirija de nuevo al apartamento con Rodríguez, cuando estará totalmente a solas con él. Tengo que volver. Lo de la hija de Taylor sonaba muy serio, así que no puedo esperar que él haya regresado. "Oh, quédate con tu dinero, hijo. ¿Qué sería del mundo si la gente no puede hacer una buena acción sin esperar nada a cambio? Así que no te preocupes, los dejaré justo en la ciudad, en realidad creo que no me apartaré mucho de mi camino," insiste con una gran sonrisa mientras golpea con su mano mi rodilla, para gran diversión Ros, mientras me sonríe. Sutilmente observo las fotos de mujeres que salpican la cabina. No es gay, ¿lo ves? "Es muy amable por su parte, Sr. McAllister. ¿Tal vez podríamos parar por el camino, para poder conseguir un teléfono y llamar a mi pareja?" Sugiere. Y comprar unos cigarrillos, sin duda. La miro. No quiero perder el tiempo haciendo ninguna parada. Prefiero simplemente seguir adelante y avanzar, sobre todo porque sé que hay obras por la carretera y las restricciones de velocidad en la I5 empezarán de un momento al otro. Esa es la razón principal por la que decidí viajar en Charlie Tango en lugar de conducir. Irónicamente, no quería correr el riesgo de quedarme atrapado por el tráfico y así poder regresar cuanto antes y estar presente cuando Ana se reuniera con Rodríguez. "Llámame simplemente Dan, de lo contrario parece que estoy hablando con el director del banco hablando y no me gusta hablar con él. No hay donde parar durante un buen trecho, me temo. ¿Estará preocupado? Tu pareja, quiero decir." Ahora yo soy el que observa divertido a Ros. ¿Vas a explicárselo? Se lo pregunto silenciosamente moviendo las cejas. "Gwen, mi compañera, probablemente piense que me he retrasado y que se me ha muerto el teléfono, para ser honesta. Ella sabe que se me olvidó cargarlo anoche, porque me oyó maldecir esta mañana. Así que me imagino que si no podemos parar y llamar tampoco va a significar ninguna diferencia." "Decidido entonces. Así que ¿cuándo fue la ultima vez que comieron, si han estado caminando durante kilómetros?" le pregunta Dan sin hacer ningún comentario sobre el hecho de que Ros sea gay. Mi estómago se queja en voz alta, como si respondiera por mí, y él se ríe de nuevo. "¿Ves esa bolsa en el suelo, en el rincón? Tómala, si quieres, Ros. Sírvanse ustedes mismos, hay suficiente para todos. Mi esposa siempre me prepara mucho más de lo que necesito. Así es como he terminado pareciéndome a Homero Simpson." No puedo dejar de sonreír, realmente se parece al personaje, pero aún así protesto. "No, señor McAllister, no podemos tomar su comida. Estamos bien," le miento. Comimos en WSU un almuerzo ligero hace horas, y los dos estamos extenuados y muertos de hambre después de nuestra caminata. "Ya te lo he dicho, llámame Dan, o me voy a ofender, especialmente si rechazan mi hospitalidad. Debe haber algunas botellas de agua, un termo de café y un poco de mantequilla de cacahuete y mermelada, algo de fruta, y probablemente un par de tabletas de chocolate. Nada del otro mundo, no hay cerveza, porque nunca llevo alcohol en mi camión, no hay nada por lo que la policía pueda pararme," explica. "Está bien, gracias, es muy generoso de tu parte, pero al menos vamos a compensarte por la comida," trato de insistir. "¡Christian, quieres dejar el tema del dinero! Esto es lo que está mal en la sociedad actual. Todo el mundo se preocupa por ganar dinero, tratando de chuparles la sangre a las almas pobres como yo. Eso es lo que ha provocado un desastre financiero con mi negocio," murmura Dan. "¿Qué quieres decir?" Le pregunto, mientras como un bocado de uno de los generosamente llenos sándwiches de mantequilla de cacahuete, y luego tomo un trago de agua. Juro que sabe tan bien como cualquiera de las comidas exquisitas que haya probado, y por la expresión del rostro de Ros - Puedo decir que ella está pensando lo mismo mientras ella mordisquea su sándwich de mermelada. "Oh, pero estoy seguro de que no queréis oír mis penas," Dan sonríe tristemente. "No os quiero aburrir." "No me aburre. Es lo que hago. Me parece algo fascinante, en realidad. Y va a ayudar a pasar el tiempo," sugiero, mientras miro la larga fila de vehículos que se ha formado delante de nosotros, ir por el carril derecho tiene sus ventajas. Tal vez me ayude a quitarme de la cabeza lo que podría estar sucediendo con Ana en Seattle, ya que no hay nada que pueda hacer al respecto ahora mismo. "Vamos, Dan. Me he dado cuenta de que Christian es bastante bueno con los números," dice con sorna Ros, sabiendo que Dan no tiene ni idea de que soy uno de los empresarios con más éxito del país. "Oh, entonces, ¿él trabaja para ti?" dice Dan inocentemente, mientras me atraganto con mi sándwich. "Algo así," sonríe Ros, mientras me da una palmadita en la espalda, y me pasa la botella de agua. "Se ha ido por el camino viejo, ¿no? Toma un sorbo de agua para ayudar. Ahora cuéntanos tus problemas con el negocio, Dan." "Está bien, tú lo has querido. Mira, yo soy mi negocio - sólo yo y mi camión. Y sé que casi todo lo que hay que saber sobre transporte y camiones. Conducir es lo que he hecho siempre. Me conozco todas las rutas como la palma de mi mano. Sé cómo ir de la A a la B sin mirar el mapa, y cuánto tiempo voy a tardar en cualquier hora del día. Puedo decirte más o menos cada bache de la carretera a lo largo esta autopista. Y me encanta este camión, es como mi mejor amigo, exceptuando a mi querida esposa Betty, por supuesto. Pero al igual que yo, este camión se está haciendo viejo. Ha visto días mejores, y es un verdadero devorador de gasolina, codicioso, a pesar de que no cuenta con la capacidad de los camiones más nuevos. Así que hace poco pensé en ir a hablar con el banco acerca de conseguir un préstamo para un nuevo camión." "Me doy cuenta de que sería una buena inversión para tu negocio," Estoy de acuerdo. "Bueno, el problema es que no soy muy bueno con el papeleo. Todo lo que tiene que ver con los libros, las cifras, las facturas y recibos - Me siento tan confuso y confundido que no sé por dónde ando. Y no puedo permitirme el lujo de tener un gestor que lo lleve por mí. Así que cuando el banco dijo que tenía que presentarles el equivalente a cinco años de cuentas auditadas, y un plan de negocio de tres años atrás para que consideraran mi solicitud, sabía que no tenía ningún tipo de esperanza de conseguir un préstamo para un camión nuevo. Lo que es frustrante, porque para poder optar a contratos más rentables y poder ganar más dinero, realmente necesito un camión con una capacidad mayor que éste." "Los bancos tienen que seguir los procedimientos establecidos para asegurar que no corren un riesgo excesivo al prestarte el dinero. Ellos no pueden simplemente aceptar su palabra," trato de explicar. "Bueno, estaba acostumbrado a los buenos viejos tiempos, cuando el gerente del banco no era un chico joven que acaba de salir del huevo," se queja Dan. Ros se ríe con esa risa gutural de los fumadores. "Sé exactamente lo que quieres decir," está de acuerdo. "¿Has explorando otras opciones? ¿Buscado un socio para invertir en su empresa, por ejemplo?" "No me gusta la idea de un socio. Me he convertido en un huraño, me gusta hacer las cosas a mi manera, así que un socio podría encontrar que es difícil trabajar conmigo, aunque me las arregle para encontrar a alguien lo suficientemente tonto como para despilfarrar algunos fondos en el negocio. Pero me he planteado pedir prestado dinero de algunas de esas compañías de préstamos que se anuncian en la televisión." Miro a Ros. Ella está tan horrorizada como yo. "Por favor, dinos que usted no has pedido un préstamo con uno de esos tiburones," afirmo con gravedad. Ellos hacen que parezca fácil, pero lo único que hacen es estafar a la gente con las tasas de interés horrendas que no explican correctamente, con todos los detalles ocultos en la letra pequeña. "No, no esta vez. Una vez y no más, como se dice. Cometí ese error hace unos años, y todavía estoy pagando el préstamo a un alto interés que pedí para unas pequeñas reformas en casa. Bueno, sigo pagando los intereses, ni siquiera he empezado a pagar el préstamo real todavía, y ahora la casa necesita más reformas, pero no puedo permitirme el lujo de hacerlo. Incluso me doy cuenta de que el préstamo fue un mal negocio, pero estoy atado, así que no tengo elección. Y eso fue antes de que Betty necesitara tantas visitas médicas. Ahora tenemos las facturas médicas encima de todo lo demás, así que supongo que es mejor quedarse así, y olvidarme de la fantasía de tener un camión nuevo," suspira profundamente. "La verdad es que antes de tener todos los gastos médicos extra que no cubre el seguro, nos manteníamos a flote, pero ahora ya… Diablos, ni siquiera puedo pagar una buena dentadura. Es por eso que Betty me hace sándwiches con rellenos suaves - incluso me pone la mantequilla de cacahuete fina en lugar de con grumitos." "¿Qué le pasa a tu mujer?" pregunta Ros. "Osteoporosis y artritis. Realmente necesita una prótesis de cadera, pero nuestro seguro médico no lo cubre. Así que ella tiene que tomar medicamentos y fisioterapia para ayudarla a enfrentarlo, pero aunque ella trata de ocultarlo, sé que la mayor parte del tiempo está muy dolorida." "Eso debe ser muy duro para ti," le digo. No me puedo imaginar cómo iba a arreglármelas si Ana estuviera constantemente dolorida y yo no pudiera hacer nada al respecto para que se sintiera mejor. Miro a Ros, y estoy seguro de que ella está pensando lo mismo de Gwen. "Sí, es bastante jodido para mí, pero ni de lejos como lo es para Betty, ella es la que tiene que soportar el dolor constante. ¿Pero sabes que esa mujer nunca se queja? Ella siempre dice que hay un montón de gente mucho peor que ella." "Suena como toda una mujer. ¿Tienen hijos?" pregunta de nuevo Ros. "Tuvimos un hijo, pero murió en Afganistán. No estoy seguro de que Betty haya superado perder a nuestro hijo," dice Dan en voz baja. "Lamento su pérdida," es todo lo que puedo decir. "Bueno, al menos tuvimos la suerte de haberlo tenido en nuestras vidas durante veintidós años. Mañana hubiera sido el cumpleaños de Philipp. Cumpliría veintiocho." "Por Dios, Christian, como tú," murmura Ros. Estoy bastante sorprendido, pero niego con la cabeza para que Ros no le diga nada a Dan mi cumpleaños, que ahora está firmemente concentrado en la carretera. Hablar con nosotros sin duda ha despertado recuerdos muy particulares de su hijo. Parece que ninguno de nosotros realmente se siente con ganas de hablar más, ya que todos estamos perdidos en nuestros propios pensamientos, y luego Ros y yo nos quedamos dormidos un rato mientras nos dirigimos hacia Seattle. Pienso que todo el mundo dice que el dinero no puede comprar la salud y la felicidad, lo que supongo es cierto, pero puede hacerte la vida mucho más fácil y más cómoda si enfermas. También estoy pensando que no puedo esperar a ver a Ana, y asegurarme de que está a salvo, lo único que quiero es tenerla en mis brazos y que se encuentre en buenas condiciones. Y entonces pienso que voy a persuadirla para que se case conmigo, cueste lo que cueste conseguirlo. Quiero que sea mi esposa, y así poder ocuparme de ella como se merece. También he decidido que una vez que volvamos, Ros y yo vamos a investigar en los asuntos de Transportes McAllister, para ver lo que podemos hacer para cambiar las cosas para nuestro buen samaritano. ~~~ Cuando dejamos a Ros en su apartamento, que queda justo al otro lado de la calle del Escala, ella vuelve a meterse en su rol de mujer de negocios y me dice que contactará inmediatamente con Andrea para contarle lo que ha pasado y sugiere que contactemos con Sam para informarle del incidente del helicóptero, y que se hagan todas las investigaciones y se pidan los refuerzos que se consideren oportunos "Está bien, lo dejo en tus manos," estoy de acuerdo. "Y Christian, gracias por sacarnos de esto de forma segura. Ha sido un infierno, y aun no puedo creer la maniobra de vuelo que hiciste para salvarnos," dice ella emocionalmente, entonces me besa en la mejilla, poniéndose de pie con sus arruinados zapatos en la mano. Nunca ha habido ningún tipo contacto físico entre nosotros antes, así que estoy bastante incómodo, pero aprecio sus sentimientos. "Bueno, ya me conoces. Buscando emociones fuertes, llegando al límite. Pensé que podría animar un día bastante aburrido con un poco de aventura." Ros simplemente golpea mi brazo juguetonamente, luego desaparece en el edificio. Dan insiste en llevarme hasta la entrada del Escala, pero sigue negándose a que le pague por todo el transporte. "Ha sido agradable tener algo de compañía en el viaje. Es por eso que de vez encunado recojo autostopistas, así puedo conocer a gente muy diferente. No me has dicho a que te dedicas Christian, y has estado escuchando toda mi mierda la mayor parte del viaje. Entonces, ¿para qué exactamente te contrata la señora Ros? ¿Realmente es... ya sabes...? " "¿Te refieres a lesbiana? Sí, lo es. ¿Y a que me dedico? Sólo a perder el tiempo con cifras y planes de negocios en su mayoría." "Oh sí, ella dijo que se te da muy bien, ¿verdad?" "Supongo que se podría decir que no soy malo en mi trabajo," le digo mientras le doy mi tarjeta de visita. "Voy a investigar un poco sobre tu negocio, si quieres, a ver si puedo conseguir que subas un poco en los beneficios." "Oh, no te molestes por mí, estoy seguro de que tienes cosas mucho mejores que hacer. ¿No tienes a alguien esperándote?" Me guiña el ojo, mientras arroja mi tarjeta en la cabina sin siquiera mirarla. Tiene razón. Anastasia. Apenas hace unas horas pensé que no iba a volver a verla. Pensé que iba a morir. Ahora estoy aquí, a salvo, tengo que averiguar exactamente lo que ha estado pasando con ella y Rodríguez. Espero que esté enojada conmigo por llegar tan tarde, y por no haberme puesto en contacto con ella, pero espero que, una vez le explique las circunstancias, ella lo entienda. Los periodistas merodean por la entrada de Escala son el primer indicio que tengo de que podría haber algún tipo de reacción a los acontecimientos recientes. "¡Sr. Grey! ¡Christian! ¿Qué pasó con su helicóptero? ¿Dónde ha estado? ¿Cómo ha llegado? " Todos gritan a la vez, mientras las cámaras destellan los flashes en mi cara. Los ignoro y me abro camino, mientras el conserje hace todo lo posible para evitar que me sigan. Se pone peor. Al entrar en la sala de estar de mi apartamento, estoy asombrado al ver que toda mi familia está allí por alguna razón, incluso Elliot y Kate. Oigo los gritos de mi madre mientras viene corriendo hacia mí, y estoy allí desconcertado, sosteniendo mis sucios zapatos, los calcetines y una chaqueta en la mano. Simplemente caen a tiempo para ver a mi madre mientras ella se lanza hacia mí para abrazarme y besarme. "¿Mamá?" "Pensé que nunca volvería a verte," grita emocionada, mientras me rodea con sus brazos. No se me había ocurrido que todo el mundo estaría informado sobre el accidente del helicóptero. Estuve asustado en ese momento, pero después fue sólo un inconveniente, lo mismo que si mi coche se hubiera averiado. No recuerdo que mi madre me abrazara nunca así, porque ella siempre se mantiene a cierta distancia, por respeto a mi fobia a ser tocado. Pero por su reacción, es obvio que ha estado muy preocupada y asustada, por lo que ahora ha roto la regla autoimpuesta para permitirse el lujo de tenerme cerca. Creo que probablemente se preparan para que la aparte de mí, pero por una vez puedo disfrutar de esto. "Mamá, estoy aquí," la tranquilizo. Nunca la había visto tan emocionada, y me resulta bastante inquietante. Mi madre está siempre tranquila y fuerte, pase lo que pase. "He muerto mil veces hoy," murmura, y luego para mi horror empieza a sollozar incontrolablemente. No estoy seguro de qué hacer, pero instintivamente la envuelvo en mis brazos y la mezo suavemente para tratar de consolarla, porque ella parece vulnerable y frágil en estos momentos. ¿Pensó que yo había muerto? ¿Ha estado muerta de la preocupación por mí? Me gustaría que nadie le hubiera informado, porque entonces no habría pasado por esta prueba innecesaria. Es raro - pero en el buen sentido - el consolar a mi madre así, mientras ella continúa llorando y sollozando en nuestro abrazo. Tal vez esto sea posible porque Ana ha comenzado a ayudarme a superar mi miedo a ser tocado. El contacto físico siempre ha traído malos recuerdos de un dolor intenso que inundan mi cabeza, pero ahora tengo otras asociaciones mucho más placenteras que están empezando a anular la mierda. Entonces oigo a mi padre gritando "¡Está vivo!", mientras primero él y luego Mia empiezan a abrazarme. Mia me golpea el pecho y me riñe por asustarla, y de repente todo el mundo está llorando y riendo y abrazándose. Finalmente, mi padre se retira, y creo que incluso él está secándose una lágrima mientras me da palmadas en la espalda. Entonces mi madre se aleja demasiado. "Lo siento," murmura, mientras se recompone y empieza a preguntarme dónde he estado y lo que ha pasado. Estoy observando la habitación, en busca de Ana mientras trato de explicarle que simplemente nos llevó algo más de tiempo regresar de Portland. Entonces la veo. Mi Anastasia hermosa. Ella está aquí y ella está bien. Las lágrimas corren por su rostro, así que creo que ha estado muy preocupada por mí. No divirtiéndose o luchando contra Rodríguez, como he estado imaginando. Veo que está sentado con ella sosteniendo su mano, la que deja caer cuando me ve mirando. En esa fracción de segundo me doy cuenta de que mientras yo he estado enfermo, preocupándome sobre que Ana quedara a solas con él, resulta que toda mi familia los ha estado acompañando. Eso es realmente muy divertido, es una especie de broma irónica. Mi familia sigue reprendiéndome por no detenerme para llamarles y hacerles saber que estaba bien, pero ¿cómo iba yo a saber que todo el mundo estaría tan preocupado? Incluso Elliot me da un jodido abrazo y está muy emocionado. Debe estar pasando una etapa femenina o algo así. Basta ya, ahora. Necesito estar con Ana. "Voy a saludar a mi chica," les digo a mis padres, y por fin me dejan ir, me dirijo hacia ella, pero antes de llegar muy lejos, Ana se pone de pie y se echa en mis brazos. "Christian," solloza. "Shhh," le digo, mientras la abrazo y la beso. Dios, me encanta, y huele muy bien. Pensar en ella es lo que me obligó a encontrar una manera de conseguir que el helicóptero aterrizara con la mayor seguridad que me fue posible, cuando de hecho, era prácticamente imposible. Ella me ha salvado una vez más. "Hola," murmuro mientras entierro mi nariz en su cabello suave como la seda. "Hola," susurra de nuevo suavemente. Todos lo demás desaparece. Nada más importa en este breve momento en el tiempo. Estamos solos. Siento una calma que desciende sobre mí, ahora que sé que Ana está a salvo y bien, y estoy de vuelta aquí con ella. Todo el día ha sido como si una parte de mí estuviera perdido, porque no podía establecer contacto con ella. Siempre necesito esa línea vital. Tengo que poder llegar a ella, ponerme en contacto de alguna manera con ella, dondequiera que esté, esté haciendo lo que esté haciendo. Ella hace todo sea nuevo. Sin ella no soy nada. "¿Me has echado de menos?" Susurro. "Un poco," suspira mientras las lágrimas siguen rodando por sus mejillas. "Lo mismo digo," sonrío, mientras trato de secar sus lágrimas. "Pensé... pensé..." Ana empieza a sollozar nuevo. "Me imagino. Shhh... Estoy aquí. Lo siento. Más tarde," susurro, mientras beso tiernamente sus suaves labios. No tenía ni idea de podría estar tan preocupada, y ahora me siento muy mal porque no pude parar y hacer un par de llamadas telefónicas. Nunca se me ocurrió que todo el mundo estaría tan preocupado. "¿Estás bien?" -Pregunta con ansiedad, mientras pasa sus manos sobre mí para comprobarlo. "Estoy bien. No voy a ninguna parte," la tranquilizo de nuevo, mientras pone sus brazos alrededor de mi cintura para abrazarme, y yo paso mi brazo alrededor de ella con fuerza también, porque ansío tener su cuerpo en contacto con el mío. "¿Tienes hambre? ¿Necesitas algo de beber?" Pregunta. "Sí." Ella quiere soltarse para ir a prepararme algo, pero por muy hambriento y sediento que esté, no la suelto. No quiero volver a dejarla ir, y la aprieto más en nuestro abrazo. Veo que Rodríguez nos mira. Me siento más tranquilo con él porque sé que nada malo ha pasado, así que me las arreglo para ser civilizado. Nos damos la mano, le digo que me llame Christian, mientras él me da las gracias por dejar que se quede. No puedo culparlo por cómo se siente por Ana. Es obvio que el pobre corderito ha estado enamorado de ella desde hace mucho tiempo, por la forma en que la ha capturado tan brillantemente en las fotos que tomó de ella, que es la razón por la que está aquí, después de todo - para entregar las fotos que he comprado. Y ahora tiene que ver nuestro conmovedor reencuentro. Creo que después de esta noche no tendrá ninguna duda de los sentimientos de Ana hacia mi y que se ha dado cuenta de que no tiene ninguna oportunidad con ella. Juego, set y partido para mí, fotógrafo. Entonces me doy cuenta de que Gail está rondando ansiosamente, vestida casual como hace cuando está oficialmente fuera de servicio, secándose los ojos mientras me pregunta si necesito algo. Así que ella ha estado llorando también. ¿Qué pasa con todas esas lágrimas? ¿Por mí? De ninguna manera. Le pido algo de comer, y un Budvar - Estaba soñando con una agradable cerveza fría durante la larga caminata de vuelta. "Voy por ello," se ofrece Ana, pero aprieto más mis manos sobre ella, y me niego a dejarla ir. Gail está aquí, así que no hay necesidad de que vaya ella. Ella me trae la cerveza, y bebo directamente de la botella. Su sabor es jodidamente maravilloso, es como el néctar, me sabe igual que a los dioses. Así que ahora mi familia comienza con la inquisición. "Entonces, ¿qué diablos te ha pasado? Lo primero que supe es que papá me llamaba para contarme que el maldito trasto había desaparecido." Elliot quiere saber. "Helicóptero," le corrijo, mientras él me sonríe. "Elliot," exclama mi madre. Ella sabe que no soporto que se usen esos términos y suelo cabrearme, pero a Elliot le gusta chincharme, por lo que no puede resistirse. Ningún piloto utiliza el término trasto. Y, por supuesto, en su forma bromista habitual, Elliot también piensa que es divertido llamar a su polla trasto. No le veo el chiste, pero así es mi hermano. Mientras me siento a explicar lo que pasó, me doy cuenta de que Taylor está dando vueltas por la puerta. Así que ha vuelto. De alguna manera eso me tranquiliza, saber que está ahí. Asiento con la cabeza hacia él. "¿Tu hija?" "Ella está bien ahora. Falsa alarma, señor." "Que bien." "Me alegro de que haya vuelto, señor. ¿Eso es todo?" "Hay un helicóptero que recoger." "¿Ahora? ¿O por la mañana?" "Sera mejor en la mañana, Taylor." "Muy bien, señor Grey. ¿Algo más, señor?" Sacudo la cabeza y levanto la botella hacia él, y me devuelve la sonrisa mientras se aleja. ¿Taylor sonriéndome? Mierda, eso es muy raro. Tal vez tenga gases, es lo más probable. Así que me siento en la seguridad del sofá con Ana mientras se acurruca bajo mi brazo, y cuento mi historia. Ella me coge la mano con fuerza y ​​no para de mirarme, como si ella no pudiera creer que esté realmente aquí. En realidad, ni yo puedo creerlo. Mi padre en seguida pone de manifiesto el hecho de que es muy raro que ambos motores se incendiaran simultáneamente. Es su lado de abogado supongo - recopilando los hechos y los detalles importantes. Puedo ver que él ya imagina que algo no tiene sentido, pero estoy demasiado cansado para pensar en toda esa mierda ahora mismo. Siento que Ana empieza a relajarse mientras descansa su cabeza en mi pecho, y a ella no parece importarle el hecho de que estoy sucio y sudoroso, y con necesidad urgente de una ducha. Entonces, por alguna razón, comienza a llorar de nuevo mientras me abraza. "Hey! Para de llorar," susurro, mientras inclino la cabeza hacia atrás para mirarla a esos hermosos ojos azules que están llenos de lágrimas. "Para de desaparecer," lo que me hace sonreír. Por mucho que es genial que mi familia esté aquí, me siento aliviado cuando deciden que es hora de irse, ahora que saben que todo está bien, que estoy de vuelta sano y salvo. Realmente no entiendo por qué todos están tan nerviosos, pero cuando Elliot me dice que es noticia en la televisión, supongo que tengo que culpar a los medios por exagerar toda la historia, tienen algo que contar en un día mortalmente tranquilo, y pueden encajarlo en las noticias de última hora. De alguna manera Ana acaba encima de mi regazo, así que a regañadientes tengo que moverla al sofá mientras me pongo de pie para despedirme. Mi madre me abraza otra vez, y me las arreglo para abrazarla. "Estaba tan preocupada, cariño," susurra. "Estoy bien mamá." Ella me estudia, y luego mira a Ana y sonríe lentamente. "Sí. Creo que así es," dice con satisfacción. Sí, mamá. Ella me está arreglando. Es bastante increíble, ¿no? Por último, todo el mundo se ha ido, dejándonos solos a Ana, José y a mi. Joder, tengo que relajarme, pero realmente me siento muy mal por José Rodríguez. Debe ser evidente para él esta noche que Ana es, sin duda, mi chica. El vencedor se queda con el botín. Puedo ser magnánimo. "Voy a comer lo que la señora Jones ha preparado para mí. Buenas noches José." Entonces los dejo en paz, lo que creo que es muy tolerante por mi parte, incluso resisto la tentación de escuchar su conversación. Tal vez sólo estoy jodidamente cansado para preocuparme innecesariamente por nada. Ya que mi móvil sigue muerto, aprovecho la oportunidad para hacer una rápida llamada a Welch desde el teléfono de la cocina. Intento pasar de sus preocupaciones sobre la crisis por ahora - se hará una investigación seria, y centraré mi atención en ello mañana. Pero, por ahora, sólo quiero poner en marcha otro asunto. "Quiero que se ejecute una verificación de antecedentes completa de un tipo llamado Dan McAllister, es dueño de una pequeña empresa llamada Transportes McAllister. Quiero saber todo lo que haya que saber sobre él, sus detalles financieros, deudas, préstamos y todo ese tipo de cosas. Y quiero todos los detalles sobre su esposa también, creo que dijo que su nombre era Betty. En particular, quiero saber qué tipo de tratamiento médico está recibiendo actualmente. " "Por supuesto, Sr. Grey. Lo tendré listo para mañana," promete. "Y err ... Me alegro de que haya regresado sano y salvo. Tendré listos los informes de mantenimiento del helicóptero para mañana también." ~~~ Es más de medianoche, y técnicamente es ahora mi cumpleaños, así que Ana dice que por fin puedo abrir mi regalo de cumpleaños. Mierda, gracias. Rápidamente lo desenvuelvo y abro la caja. Es un llavero. Estoy desconcertado. ¿Por qué iba a darme un llavero luminoso de Seattle? ¿Esto es lo que he estado llevando conmigo todo este tiempo? Miro fijamente, perplejo porque no tengo ni idea de qué se trata. "Dale la vuelta," susurra, con una tímida sonrisa en su rostro, mientras sus ojos brillan con algún tipo de travesura secreta. Hay otra palabra intermitente en el otro lado. Parpadea Sí, una y otra vez. ¡Esta es su respuesta! ¡Ella dice que sí a mi propuesta! Es lo que esto significa, ¿no? La miro la cara para confirmar que no me equivoco, y por la sonrisa feliz en su cara, sé que no es así. "Feliz cumpleaños," susurra. "¿Te quieres casar conmigo?" Ella asiente con la cabeza tímidamente. "Dilo." "Sí, me casaré contigo." La agarro y la aprieto entre mis brazos, eufórico y feliz y aliviado al mismo tiempo. La amo tanto. ¡Ana va a casarse conmigo! ¡Ella va a ser mi esposa! ¡Vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos! Una vida que pensé que iba a perder a medida que caía del cielo. Vi a la muerte a los ojos, pero me las arreglé para encontrar mi camino de vuelta. Alguien definitivamente de estuvo de mi lado hoy, velando por mi. Experimenté un miedo indescriptible por unos pocos minutos. Ahora estoy experimentando una alegría indescriptible por tener un futuro para compartir con Anastasia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

déjanos un comentario ...