El jefe está completamente ajeno a todo y a todos. Realmente es bueno que esté yo, en caso contrario, probablemente condujera contra un árbol o diese un paseo a través de los carriles de la otra autopista, lo que quiero decir, es que este hombre no está aquí. Si no le conociera, diría que está flotando en un mar de felicidad con esta sonrisa tonta del culo que tiene pegado en su cara de revista. Jodidamente nauseabundo.
Sí, sí, ya sé que todos hemos estado así. Demasiado jodidos por una mujer para pensar con claridad, pero yo nunca pensé que vería a Grey con esa mirada de amor. ¿Qué pasa con esta chica Steele? Ella es hermosa y todo, cualquier tonto puede ver eso, pero el jefe ha tenido un montón de mujeres hermosas que se han lanzado contra él. Francamente, han sido un montón de mujeres, de todas las edades. Entonces, ¿qué tiene de especial esta? ¿Tal vez porque ella no salta cuando él se lo pide y no pregunta antes qué tan alto?
En cualquier caso, está demasiado herido para trabajar, así que me pongo la sudadera y nos dirigimos por el parque más cercano a poner distancia. Y seamos sinceros, se siente fatal el estar atrapado en Portland, él no es el único que se siente sexualmente frustrado.
Cuando regresamos, el Audi A3 rojo que ordené ha llegado. Lo mira y asiente brevemente. Sí, unos flamantes 40.000 dólares que es el valor del coche, y apena le echa una breve mirada.
Todo lo que quiero hacer es tomar una cerveza y una hamburguesa, no quiero la comida del hotel más lujoso. Joder, echo de menos la cocina de Gail. Ella sabe cómo complacer a un hombre, en muchos sentidos.
Dejaré lo de la cerveza para otra ocasión, oficialmente aún estoy de servicio y en este momento los planes del jefe están cambiando de un minuto a otro. Dudo que la Srta. Steele sea consciente de ello, pero está seriamente jodiendo mi vida social.
Efectivamente, poco después de las 7:30 pm, me llama el jefe, lo que yo decía, él va a su apartamento. Con una botella de champaña fría que ha ordenado desde el hotel.
Vamos en el Audi rojo pequeño y puedo ver que está sonriendo para sus adentros. ¡Mierda! ¿Acaso esto es una cita? Tengo que admitir que tal vez sí. Qué infierno, uno pensaría que estaría acostumbrado a esto a estas alturas.
Nos dirigimos los seis kilómetros en silencio. El jefe no es que es Chatty Cathy, una de esas muñecas habladoras, gracias a Dios.
Cuando llegamos al apartamento de la Srta. Steele. Le entrego las llaves y su teléfono y luego agarro un taxi. Tengo que volver a recoger la camioneta, porque no sé como tiene planeando pasar la noche.
Puedo ver desde el otro lado de la carretera mientras se abre la puerta, la sonrisa tímida de la Srta. Steele puede derretir el corazón más duro, el jefe no tiene ninguna oportunidad. Sí, se ven como un par de adolescentes esta noche, eso si los adolescentes pudieran pagar lo que vale una botella de un champán superior y un flamante Audi A3.
El taxi llega y tomo el SUV del Heathman. Me compro esa hamburguesa, que he estado anhelando, para comerla fuera del coche, por supuesto. Me pregunto distraídamente cuando fue la última vez que el jefe se comió una buena hamburguesa americana, grasienta y salada. No desde que lo conozco, eso es seguro.
Media hora más tarde, estoy de vuelta aparcado fuera del apartamento de la Srta. Steele. ¡Infiernos!, podría estar fuera durante horas. Espero que esté de humor para un polvo rápido, pero el champán sugiere lo contrario. ¿Sabe usted lo incómodo que es tratar de dormir en posición vertical en un coche? Incluso en el SUV, ni con entrada de violines.
Para pasar el tiempo, hago una llamada a Gail.
_ Hola, nena
_ Jason.
Y sólo con la forma que dice mi nombre…
_ ¿Qué haces, nena?
_ No mucho. Sólo leer un libro. ¿Y tú?
_ Acecho.
_ ¿Perdón?
_ Estoy sentado frente al apartamento de una cierta Srta. Steele esperando a que el jefe… bueno, a la espera del jefe.
Hay una breve pausa.
_ Ya veo.
_ Sabes, Gail, yo diría que lo tiene malo. Deberías haberlo visto hoy en su ceremonia de graduación, no podía apartar los ojos de ella. Y cada vez que cualquier otro hombre se acercaba a ella, pensé que iba a terminar rompiendo en una pelea. Está muy colado por ella, eso es seguro. Nunca lo había visto así.
_ ¿Crees… crees que esta chica va a ser… diferente?, Gail utiliza las palabras tentativamente, inquisitivamente.
_ Tal vez. Quiero decir, él está en su apartamento ahora… oh, espera un minuto, están saliendo… le está mostrando el Audi. ¡Oh, se ve muy enojada!
_ ¿Qué?
_ En realidad, parece jodidamente enojada.
_ ¡Oh, Jason! ¿Sabes lo que eso significa, no?, balbucea Gail.
_ ¿Qué no le gusta Audi?
_ ¡No, tonto! No le gustan los regalos caros, ella no lo quiere por su dinero. ¡Oh, eso es maravilloso!
Yo no estoy tan seguro.
_ ¿No te gustan los regalos caros?
Estoy pensando en la ropa interior de Victoria Secret que le compré que realmente no nos hemos divertido con ella tanto como esperé.
_ Jason, me encantan los regalos que vienen de ti, y tú también sabes que no me gusta que gastes tu dinero en mí, me pone de mal humor, sabes lo que quiero decir.
_ Me gusta comprarte regalos, Gail. ¿Qué hay de malo en eso? Es mi dinero el que gasto, y yo no lo veo como dinero desperdiciado.
Ella suspira.
_ ¿Qué están haciendo ahora?
_ Hablar. Bueno, ella está hablando, él está escuchando un poco abatido… eh, quiero decir… Ella todavía se ve loca. Oh, espera, ella lo besa en la mejilla.
_ ¡Oh!, suspira Gail. ¡Eso es tan dulce! Oh, me gusta esta chica, Jason. Ella es diferente. ¿Qué están haciendo ahora?
_ Eh… ¿realmente quieres una descripción? Parece que han olvidado que están afuera. Lo bueno es que no hay periodistas de mierda por aquí. No, espera, está bien, la está arrastrando de vuelta en el apartamento. Creo que tendré que estar aquí un tiempo.
_Lo siento por ti, que tengas que esperar afuera. ¿Has comido algo?
_ Sí, comí una hamburguesa.
_ Eso no es muy saludable.
Pongo los ojos en blanco.
_ Estaba buenísima.
_ Umm… ¿Estás tratando de hacerme enojar?
_ ¿Funciona?
_ ¡Sí!
_ No te pongas así, nena
_ Te lo voy a mostrar cuando regreses.
Gimo.
_ ¿Alguna idea de cuándo será eso?, continúa.
_ Mañana, en algún momento. ¿Me podrías informar como estás de enojada, entonces?
Ella se ríe.
_ Buenas noches, Jason
_ Buenas noches, nena.
Me recuesto en el asiento, con una sonrisa en mi cara.
Duermo durante un par de horas con los ojos abiertos cuando veo al jefe salir del apartamento. Él se inclina para besar a la chica y cuando se vuelve a mirarme, se ve tan jodidamente feliz. Su expresión es más difícil de leer, ella se ve… bueno, no soy un experto, pero yo diría que ella se ve como si estuviera a punto de llorar. Oh mierda. ¿De qué está hecho? Y por un momento me siento enojado, pero sé que no es asunto mío. Me paga para que no sea de mi incumbencia.
Me pide que ponga algo de música, así que mientras viajamos de nuevo al Heathman escuchamos Gymnopédie, de Erik Satie. Yo no sabía una mierda de música clásica hasta que empecé a trabajar para Grey, pero sus gustos son realmente buenos. Yo no quería admitir ante mis viejos compañeros de pelotón, pero me gustaba mucho la música de Puccini. Lo que me recuerda, que tengo que recoger las entradas para Gail y para mí, para ir a ver a Madame Butterfly. Está en la Casa Seattle Opera, el jefe nos ha permitido usar su palco privado. El hijo de puta puede ser generoso. Ni siquiera tuve que preguntarle, él entró en mi oficina un día y me vio mirando el programa, lo siguiente fue que el gestor de mierda me llamó me preguntó que noche era conveniente para mí y para la Sra. Taylor. Me gustó mucho como sonaba eso. Supongo que es una pequeña broma del jefe.
Él sólo hace cosas así, nunca dice una palabra. Sé que es inmensamente rico, así que no es el dinero, es el hecho de que él se da cuenta. Una parte de mí se pregunta si no se trata sólo de darme dulces porque requiere tenerme aquí, no ir a buscar a otro tonto para vivir en su mundo de extraño crepúsculo. Pero otra parte de mí, esa que está siendo entrenada por Gail piensa que él es bueno y por eso lo hace. Esa es la palabra que usa de él. Bueno.
Me siento mucho menos caritativo cuando mi Black Berry de mierda está zumbando en mi oído poco después de la media noche, me despertó de un muy buen sueño acerca de Gail y un almacén lleno de lencería Victoria Secret.
_ ¿Señor?
_ Voy a salir, Taylor. Me llevo el R8 y voy a estar fuera toda la noche. Sólo quiero hacértelo saber.
¿Qué carajo?
_ Sí, señor. Usted tiene programada una reunión de desayuno en la sala de conferencias a las 8:00am.
_ Sí, gracias, Taylor, dice irritado.
Sólo hago mi trabajo, jefe.
La llamada termina y puedo adivinar a dónde va: volverá con la Srta. Steele. ¡Caray! ¡Ojalá uno de ellos pudiera decidirse lo que está pasando entre ambos, porque está haciendo estragos en mis hábitos de sueño y qué decir en mi vida amorosa!
Tiro la Black Berry en la parte superior de un montón de ropa en el suelo y regreso a mi sueño de nuevo.
A las 7:00am todavía no hay señal del jefe. Estoy a punto, duchado y afeitado desde hace 45 minutos, pero él no da señales de vida. Puedo comprobar el GPS en mi Black Berry, el R8 está todavía fuera de la casa de la Srta. Steele. Pienso en llamarlo, pero decido que me gustaría mantener mi trabajo un poco más. A las 7.45am, los hombres trajeados comienzan a llegar a la reunión. Les muestro la sala de conferencias y me aseguro de que tienen café y panecillos danés para mantenerlos felices.
¿Dónde está Grey?
Puedo comprobar el GPS, que ya está el R8 en movimiento. ¡Por fin! ¡Acelere bien Grey!
Llega cinco minutos más tarde, todavía con sus pantalones vaqueros y una camisa de la noche anterior y sin afeitar… pero con una enorme sonrisa de mierda en la cara.
La Srta. Steele ciertamente parece tener un efecto beneficioso sobre él.
Los hombres con traje no están del todo seguros de qué hacer con esto. Ellos hacen lo más inteligente y lo ignoran.
He traído su portátil a la sala de conferencias sabiendo que lo va a necesitar. Entonces me coloco detrás de él, así puedo tener una visión clara de la puerta y me preparo para aburrirme casi hasta la muerte. También sucede que tengo una visión clara de su computadora portátil y que puedo decir, no está tan completamente absorto en NASDAQ como parece. De hecho, si yo no lo estuviera viendo diría que está metido en la reunión, pero se pasa toda la reunión enviando y recibiendo correos electrónicos con la Srta. Steele. ¡Mente en el trabajo, jefe! ¡Por el amor de Dios, a este paso va a terminar vendiendo Empresas Grey a Azerbaiyán por accidente!
A las 9:00am estoy aburrido y por fin termina la reunión. Espantando a los esbirros, él se va a tomar una ducha, pero no antes de que me informe que mi trabajo ahora incluye la de vender el escarabajo antiguo de la señorita Steele. ¡Oh, vamos!
Así que a las 17:45 llamo a la puerta de la señorita Steele para recoger las llaves del viejo monstruo de metal. Me encargaré de activarlo de nuevo sin que ella se dé cuenta y me pondré en marcha.
_ Srta. Steele, he venido para su coche.
Ella se ve sorprendida y avergonzada.
_ Oh, sí, por supuesto. Espera, voy a coger las llaves.
El apartamento es pequeño y medio vacío, con cajas de embalaje por todas partes. ¿Se están mudando? Supongo que eso tiene sentido, ahora que se ha graduado y todo. Tengo una epifanía repentina: apostaría a que ella va mudarse a Seattle. Sí, claro.
Me da las llaves y caminamos hacia su coche. Me pregunto qué clase de mierda es lo que guarda en su guantera. Yo sé lo que Gail mantiene en ella: gafas de sol, lápiz de labios de repuesto, cepillo para el pelo y hoja de ruta. Pero la Srta. Steele saca una linterna. Me parece extrañamente conmovedora y me pregunto si su padrastro se la dio a ella. Él parece ser el tipo de persona que se aseguraría de que tuviera una linterna.
Acaricia el coche y lo mira con tristeza. Sí, así me sentí con mi primer coche también. Gail tenía razón, esta chica realmente no le importa el dinero de Grey. Ella prefiere su escarabajo al brillante Audi rojo. Tan loco como pueda sonar, teniendo en cuenta todas las cosas raras del jefe, ella ve a través de todo esto y le gusta él por sí mismo. Tal vez hay esperanza para ellos.
¡Por Dios! Voy a estar cantando sobre el maldito arco iris en un minuto. Contrólate, eras un infante de marina.
_ ¿Cuánto tiempo hace que trabaja para el Sr. Grey?, me pregunta en voz baja.
_ Cuatro años, Srta. Steele.
Puedo decirle que mucho.
Ella pone esa mirada, como si me quisiera preguntar la historia de su vida. Tengo que cortar, pero puedo decirle la verdad, bueno eso sería demasiado, solo una versión de la verdad.
_ Él es un buen hombre, Srta. Steele.
Me subo en el Escarabajo, y lucho con la dirección pesada del coche. El jefe me ha dicho que lleve el coche al concesionario más cercano para chatarra pero este coche es un clásico. Conozco a un tipo que conoce a un chico y él me ofreció cinco mil dólares en efectivo. Es un buen precio.
Veinte minutos más tarde con el dinero en mi billetera, estoy de vuelta en el Heathman. Por fin nos marchamos y el servicio de habitaciones se encarga que el equipaje esté en la camioneta, yo solo miro como lo hacen. El jefe se ha ido adelante en el R8.
Son casi las once en el momento en que vuelvo a Escala. Estoy hambriento y cansado y con ganas de ver a mi chica. Pero primero pongo los cinco grandes en un sobre para entregarlo al jefe.
Puedo verlo sentado en su escritorio, con la cabeza entre las manos, el portátil abierto delante de él. Lleva su traje: fijo, otra cena para recaudar fondos.
_ ¿Qué?, gruñe cuando toco a la puerta de su estudio. Su Srta. Steele no se ha comunicado situación anormal, parece.
_ El dinero de la Srta. Steele, del escarabajo, señor. Cinco mil.
Él mira sorprendido.
_ ¿Tanto por esa chatarra?
_ No del todo, señor. Es un clásico. Se lo vendí a un coleccionista.
_ ¿Alguien pagó dinero por ese montón de mierda?
Miro hacia atrás, sin expresión. Es una mirada de recluta, se aprende en la primera semana, pero con Grey puedo mirarlo a los ojos.
_ Bien, Taylor. No te necesito, otra vez, esta noche.
Dejando a su estudio, oigo su teléfono.
_ Hola, dice en voz baja.
Supongo que por el tono de su voz tontona es la Srta. Steele, que está haciendo un buen trabajo de domar a la bestia salvaje, por lo que me dirijo a los cuartos del personal.
Gail está dormida en el sofá, me imagino que ella se cansó esperándome. Dios, se ve tan hermosa, tan tranquila. Y eso es lo que me hace sentir, profundamente pacífico y también jodidamente cachondo.
Me inclino hacia abajo y acaricio su mejilla.
_ Hola, nena.
Ella abre sus ojos.
_ ¡Oh, Jason! ¡Has vuelto! ¿Tienes hambre? Tengo un poco…
Pero no la dejó terminar. Tengo mi boca sobre la de ella, probando la forma de sus labios otra vez, recordando, respirando su aliento. Suspira profundamente y las cascadas de sonido vienen a través de mí, va calentando cada célula de mi cuerpo.
Le recojo en mis brazos y ella se ríe.
_ ¡Jason! ¿Podemos tener primero una conversación?
Yo no lo creo. Planeo hacer toda mi conversación con mi cuerpo. Abro la puerta de la habitación de una patada, la poso sobre la cama. Ella me deja sin aliento, sonriendo hacia mí.
_ ¿Hablamos más tarde, entonces?
Lanzo mi chaqueta en el suelo, me quito los zapatos y me hundo a su lado. Se apoya en un codo y me toca el pecho, así que estoy acostado en la cama. Luego tiro de su falda y lanza una pierna al otro lado así que ella está sentada sobre mí.
_ Creo que esto hay que quitarlo.
Con dolorosa lentitud deshace mi corbata y la desenrolla suavemente de mi cuello. Luego se desabrocha la camisa y se la quita. Se siente tan jodidamente bueno tener sus manos sobre mí, moría por que me tocara. Ella desliza sus manos sobre mi pecho, pasando los dedos por el pelo y tirando con fuerza. Luego se inclina hacia adelante para que sus pechos empujen contra mí y roza con los dientes hasta mi cuello. Pongo mis manos alrededor de su cintura y bajo a su culo delicioso, empujando la falda más arriba hasta que se arruga alrededor de sus caderas.
_ Llevas medias.
_ Un regalo de bienvenida a casa, respira en mi cuello.
_ ¿Puedo desenvolverlo ahora?
_ Bueno, yo no voy a esperar hasta la Navidad, se ríe suavemente.
Ella se arrodilla para que yo pueda tirar de sus bragas hacia abajo. Agarro sus muslos y paso mis dedos por el interior de sus piernas, disfrutando de la sensación de la carne bajo la seda. Entonces ruedo de repente y la empujo dejando su espalda contra el colchón.
Le termino de quitar sus bragas y las tiro por lo alto de mi hombro. De alguna manera rara se han enganchado en el pomo de la puerta y cuelgan allí como el pabellón de un ejército derrotado.
Ella agarra mi muñeca y deshace primero un puño, luego el otro y empuja la camiseta de mis hombros, pasando sus uñas en mi espalda y todo el camino de nuevo.
_ ¡Aaagh!
¡Mierda Eso se siente bien!
Frota las manos contra mi erección dura, haciéndome jadear.
_ ¡Joder, Gail!
Ella sonríe pero no habla, y ahora la quiero desesperadamente, la necesito. Me quito mis calcetines, porque seamos sinceros, ¿qué tipo de los bajos fondos folla con sus calcetines?, y luego ella me ayuda a arrastrarme fuera de mis pantalones y mis bóxers.
Ella me jala hacia ella y pasa su dedo por mi pene, girando alrededor de él, empujándome hacia abajo, y hacia ella.
Yo estoy dentro de ella con un movimiento rápido, feroz ella grita, arqueando la espalda de la cama. ¡Oh infierno! Yo quería hacer esto lentamente, pero ahora no puedo ayudarme a mí mismo. Estoy golpeando en ella y sus caderas suben a mi encuentro, sus uñas arañando mi espalda, con la boca abierta y los ojos cerrados. Puedo sentir las medias de seda mientras ella cierra sus piernas alrededor de mi cintura, me agarra con fuerza. Trato de contener para hacerlo durar más tiempo, pero ella es demasiado suave, demasiado dulce, esta demasiado jodidamente húmeda, y llegamos pronto al clímax, mis músculos se ponen rígidos.
Me derrumbo encima de ella, mi peso apoyado en mis brazos y ella me jala con fuerza a ella para que pueda sentir los botones de su camisa empujando en mi pecho desnudo saboreando los últimos restos de placer también.
Salgo de ella suavemente y me pongo a su lado.
_ ¿Puedo quitarme la falda de ahora?, me pregunta con una sonrisa.
Todavía está arrugada en torno a su cintura, sus hermosas piernas vestidas de seda. ¡Demonios, ella es tan jodidamente sexy!
_ ¡Hazlo, adelante! murmuro mientras me acerco a besarla, mi erección salta de nuevo, empujando contra su cadera.
_ ¿Ya?, dice con una risa suave.
_ He estado fuera toda la semana, Sra. Jones, un montón de tiempo perdido que hay que compensar. Creo que me debes por lo menos seis polvos más.
_ ¿Estamos llevando la cuenta, Sra. Taylor?
_ Sólo para mantener al personal contento, Sra. Jones.
Ella me golpea juguetonamente.
_ Bueno, usted no ha hecho un mal trabajo hasta la fecha, Sr. Taylor, pero te voy a dar tu evaluación, después.
_ Voy a tomar lo que tienes, nena. Y tenemos toda la noche.
Entonces cierro mi boca sobre la de ella y le muerdo el labio, duro.
Gail
Yo realmente quería hablar con Jason, pero parece que nos hemos desviado. Eso pasa mucho y ahora es un hombre con una misión. Al ver el ardiente deseo en sus ojos sólo me excita de una manera que no puedo explicar. Y el muchacho, ¿mencioné su resistencia? Sí, Jason ha estado ausente durante 24 horas o más y puedo esperar cuando llegue, una sesión el método Pilates, Yoga, Zumba y buenos ejercicios aeróbicos pasados de moda, todo en uno.
El último fin de semana Allison me preguntó en la mesa cómo he logrado mantener mi figura, que qué hago para estar así. Casi me ahogo con mi puré de patatas. La respuesta no es algo que yo pueda compartir.
Me gustaría que le gustase Jason, pero después de cuatro años no creo que eso vaya a cambiar. Ella dice que es peligroso; que debido a su trabajo, es adicto al peligro. Realmente espero que eso no sea cierto, pero a veces, sólo a veces pienso que ella podría tener razón.
Pero en este momento, alejo todos los pensamientos y me concentro en mi hombre. Bien, un pensamiento más, voy a tener que enviar esta falda para limpieza en seco, de nuevo.
Su boca se cierra en la mía y me tira del labio inferior con los dientes y muerde con fuerza. Gime y pasa las manos por mis piernas, sobre mi falda y hasta mi camisa. Se arrodilla y abre los dos primeros botones y pasa la lengua entre mi escote, acariciándome y puedo sentir la barba en mi piel, después tendré toda la piel roja.
Deshace el resto de los botones y tira de la camisa desde mi cintura. Luego me sienta y me desliza fuera de ella, la tira en el suelo con el resto de la ropa. Se sienta detrás de mí y se inclina contra la cabecera, tirando de mí entre las piernas, luego empieza a darme un masaje, delicioso y profundo en mis hombros y los músculos del cuello. Sus dedos fuertes y ágiles alivian toda la tensión acumulada de la semana pasada, luego pasa la lengua por la parte de atrás de mi cuello y sus dedos vagan alrededor al encuentro de las copas del sujetador. El masajea mis pechos y me recuesto contra él y descanso mi cabeza en su cuello.
Desabrocha el sujetador y lo desliza despacio.
_ Me voy a tener que quitar la falda Jason. Esto ya no es una falda.
_ Está bien, él está de acuerdo a regañadientes, pero te dejas las medias.
¿Qué pasa con los hombres y las medias? Sonrío para mis adentros, pero no me importa. Me pongo de pie y deslizo la muy arrugada falda hasta el suelo. Entonces miro hacia abajo a mi hombre. Su piel es una luz, color dorado, que yo sepa rápidamente se oscurece al sol. Está muy bien entonado con largas piernas de corredor y musculoso estómago y pecho y brazos fuertes que incluso Allison no puede negar que se ve realmente fabuloso.
Su pelo, como siempre rapado, y su piel, una piel caliente que me encanta acariciar y pasar mis dedos por ella. Sus ojos son oscuros, a menudo ilegibles, pero cálidos y ahora llenos de humor y de deseo.
Sí, podemos hablar mañana, o la próxima semana o el próximo año…
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