sábado, 27 de julio de 2013

LOS PATITOS FEOS TAMBIÉN BESAN!

Jemima Jones está gorda, muy gorda. Sus delgadas compañeras de piso la tratan como a una criada y su maravillosa, delgadísima y guapísima jefa en el Kilburn Herald, mucho más tonta que ella pero mejor pagada, actúa como si Jemima fuera su sierva. Si a esto le sumas que está loca por su encantador, sexy e inalcanzable colega Ben, la conclusión es que la vida de Jemima necesita un cambio. Cuando conoce a Brad por internet le llega la oportunidad de reinventarse: será la felina, guapa, gimnasio-adicta y glamourosa JJ. Su Romeo a larga distancia no tarda en pedirle una cita. ¿Qué hará Jemima para superar su adicción a la comida y convertirse en la atractiva modelo de sus correos electrónicos? https://app.box.com/s/n4zt8dx2e4ekdg4mqt8d

viernes, 26 de julio de 2013

BETWIXT

La hermosa y salvaje Nicole Tepper es atropellada por un auto y dada por muerta. Pero cuando despierta a la mañana siguiente, Nicole se encuentra en la cama sin un rasguño. Quizás estaba más intoxicada que de costumbre, ya que su madre le estaba dando el tratamiento del silencio y sus amigos estaban ignorándola también. Las cosas toman un giro extraño cuando Nicole pronto descubre que realmente ronda entre la vida y la muerte. Su cuerpo está en el bosque mientras su espíritu busca a cualquiera que la pueda escuchar. Por desgracia la única persona que puede es Dale Finnigan, el tipo que ella humilló en público con un insulto mordaz que lo ha dejado marcado. Desesperada, Nicole no tiene otra opción mas que perseguir a Dale y convencer al nervioso estudiante de ultimo curso de ayudarle. ¿Encontrará él su cuerpo antes de que sea demasiado tarde? ¿O lo hará el tipo que trató de matarla con su auto, ganándole allí y terminar con ella antes de que alguien lo averigüe? https://app.box.com/s/vdewz92zbajqzg1pi1y5

NO ME OLVIDES

Cuando me sorprendieron robando, creí que el mundo se derrumbaba. Fue una estúpida travesura, pero eso no fue lo peor: la jueza me impuso una pena de trescientas horas de servicio comunitarios. ¡Toda una eternidad! Claro que nunca hubiera creído que me encantaría trabajar en un centro asistencial, y que alguien como Gabriel se cruzaría en mi camino. Desde que lo conozco, me siento otra persona. Tenemos tantas cosas en común, y se nos acaba el tiempo…¡ Ahora querría que esas trescientas horas fueran eternas! P.D: ¿Cómo se le dice adiós a alguien que se ama? https://app.box.com/s/fdmjhx85ga7dwoq3uen7

sábado, 20 de julio de 2013

SOMBRA 19

Tengo muy buenas notas. En parte me esfuerzo porque no quiero que nadie se dé cuenta de que odio la escuela. Sé que si hago el trabajo y cumplo con mis deberes las vacaciones de verano vendrán rápido y estaré libre. Recuerdo que en la escuela especial, los niños lloraban por todo. Incluso lloraban por actividades muy simples que no lograban realizar. No quiero decir que fueran estúpidos porque todos somos diferentes, pero no me agradaba demasiado estar con ellos. Prefería estar todo el tiempo en el rincón de lectura, mientras que las maestras trataban de calmar sus llantos. Uno de los profesores siempre venía a sentarse conmigo y me preguntaba por qué yo no quería jugar con los demás niños y niñas. "Quiero leer," le respondía yo, deseando que se fuera y me dejara tranquilo. En realidad, los niños de las clases solían babearse y ponerse cosas en la boca, algunos de ellos no podían hablar y, en esos casos, no se trataba de que ellos no quisieran, sino que realmente no podían hacerlo. Una de las chicas de la clase siempre estaba abrazándolos a todos. También quería abrazarme a mí, insistía en hacerlo de manera molesta. Lo intentaba hasta que uno de los maestros le decía que me dejara, que a mí no me gustaba que me abrazaran. "Quiero abrazarlo porque es mi amigo!" gritó un día y comenzó a llorar. De verdad, yo no quería que ella llorara pero cuando me miró, retrocedí, porque tenía miedo de que ella siguiera intentando abrazarme. "¿Por qué no me quieres abrazar y ser mi amigo?", me preguntó entre lágrimas. Normalmente yo no hablaba con niños. Entonces, me puse a mirar al suelo. No quería ser grosero con ella, pero tampoco quería responderle. Esto hizo que llorara más fuerte. Y yo, lo único que deseaba, era llegar a casa y ponerme a tocar el piano. Recuerdo que el maestro llamó a Grace y le dijo que yo me negaba a interactuar con los otros niños. Cuando Grace me preguntó, le dije: "Ellos tratan de abrazarme, hacen mucho ruido, son sucios, y lloran much . " Fue entonces cuando ella y Carrick decidieron que era hora de que fuera a la escuela a la que iba Elliot. Tuve que hacer una prueba para evaluar en qué nivel estaba. Se asombraron al comprobar que era uno mucho más alto del que esperaban. Pero, de todas formas, para evitar inconvenientes e ir a lo seguro me designaron a séptimo grado. Los niños de esta clase tenían la misma edad que los de la escuela especial. Sin embargo, cuando estuve allí, me di cuenta por qué ellos nunca podrían haber asistido a una escuela normal. El problema era que yo no pertenecía a ninguna de las dos escuelas. Ni a la normal, ni a la especial. Ahora Grace me pregunta por qué no traigo a alguno de mis compañeros a comer a casa o a pasear a algún lado. Incluso se ofrece pasar a recogerlos y volverlos a llevar a su casa. No sé muy bien qué responderle. Yo le he dicho que tenía amigos. Cuando lo dije, Elliot me miró. Pero no dijo nada. Elliot ha dejado de hablarme. Mia se sienta y les cuenta a todos acerca de sus mejores amigos en su escuela primaria. Elliot tiene la mayoría de los mismos amigos que siempre tuvo. Y luego estoy yo. Mia comenzó en la escuela normal, y no tiene ningún problema. Se lleva de maravillas con todos. Creo que no hace llorar a nadie y tiene buenos amigos. Cuando invita a alguno de ellos a casa suele presentarme como Chritian, su hermano mayor. Lo hace con orgullo y cariño. Pero algunos de sus amigos se ríen y susurran a mis espaldas. Mía les dice que no lo hagan. Pero también hay muchos que son amables. Por ejemplo, me piden ayudas con sus tareas. Y como para mí es muy fácil, los ayudo. A veces pareciera que me mienten, que solo quieren que yo haga la tarea por ellos. Pero como son simpáticos, no me molesta. De algún modo, son también mis amigos, aunque sean mucho más chicos. Elliot tiene un grupo de amigos que siempre está con él. Están todos juntos en el equipo de fútbol. Su mejor amigo sigue siendo Tyler. Me cae muy bien Tyler. Elliot se enojaría si supiera esto, pero Tyler es mi amigo. En la escuela, Tyler se encuentra en una de mis clases. Entonces, se sienta a mi lado y me habla. El único momento en Elliot me habla es cuando Tyler está en nuestra casa. Él incluso me deja jugar con ellos. Tyler se encuentra en el equipo de fútbol también y me enseñó a lanzar el balón. "Lanzas bastante bien, deberías probarte en el equipo", me dijo Tyler. Elliot se echó a reír. "Alguien podría derribarlo y él lloraría porque lo tocó," aseguró Elliot. Tyler no dijo nada más después de eso. Sabía que Elliot tenía razón. Pero fue agradable escuchar que Tyler dijera eso. Yo, en realidad, nunca hubiera pensado en unirme al equipo. No sé por qué Elliot tuvo que ser tan malo. Cuando Grace y Carrick hacen preguntas, dejo que Elliot y Mia hablen en mi lugar. Si tengo que hablar, miento. Les hablo de los niños de mi clase, pero en lugar de contar lo que sucede en verdad, les digo que todo está muy bien y que me siento con ellos en el almuerzo y hablamos en clase. Eso los hace feliz, a pesar de que Elliot me mira y luego mira hacia otro lado. Mia me dice que sus amigos realmente me quieren y que habrá un baile en la escuela. "Eres demasiado bonita para ser mi pareja", le digo y se sonroja y se ríe. Resulta que en mi escuela habrá un baile también. Todas las chicas están todo el tiempo en la mesa de Elliot con los chicos de octavo grado tratando de pedirles que las acompañen. Un día no hay mesa libre para que yo pueda sentarme solo a almorzar y leer. No quiero ir a un baile y espero que nadie me pregunte por este tema. Hasta que alguien se sienta frente a mí. Miro hacia arriba. Es una chica que nunca había visto antes. Ella tiene el pelo largo y rubio recogido en una coleta y un pequeño mechón teñido de color rojo. Sus ojos son de color verdoso. Lleva zapatillas de deporte y una sudadera con capucha y pantalones vaqueros. Ella no se parece a las chicas que están en la mesa de Elliot. Ella es más guapa que esas chicas, creo. "Hola, soy Christian", le digo, aunque sienta que todo el mundo sabe mi nombre antes de que lo diga. “Yo soy Amanda." Sonrío y apoyo mi libro sobre la mesa. Miro alrededor, nadie está ni siquiera mirándonos a nosotros. Se me ve un poco nervioso, pero ella sonríe de todos modos, "Sé que esto suena tonto, pero sabes qué día es el baile" Asiento con la cabeza y sonrío de nuevo, "Sí, es mañana." Su rostro se vuelve aún más rojo, "Bueno, estoy segura de que ya tienes a alguien con quien ir, pero si no es así, no quieres venir conmigo?" Miro fijamente, demasiado sorprendido para decir nada. Su rostro se ve más y más triste cuanto más tiempo estoy callado. En un momento temo que empiece a a llorar. Ella es la primera persona que se sienta conmigo, habla conmigo, y sin duda la única persona que me haya preguntado de hacer algo juntos. Levanto la vista hacia la mesa de Elliot, y nadie más está mirando, pero Elliot sí lo hace. Él me guiña el ojo y sonríe. Es la primera vez en mucho tiempo que incluso actúa como si me conociera. "Espero que podamos ser amigos." Ella va a levantarse. "Espera, Amanda, seguro que voy a ir contigo", la expresión de su rostro fue suficiente para hacerme decir lo que dije. Nunca antes había hecho sonreír a alguien así. "Wow, está bien. Incluso compré una falda. ¿Quedamos justo aquí, frente a esta mesa?" "Sí, voy a estar aquí. Gracias por preguntar," se levanta y se va muy rápido. Sonrío un poco. En la cena, Mia está hablando y Elliot la interrumpe y Mia odia eso. "Christian consiguió acompañante para el baile." Grace y Carrick miran sorprendidos, y todo el mundo me mira, incluso Mia que perdona la interrupción. "Mis amigos van a estar muy tristes", dice Mia. "¿Qué has dicho?" me pregunta Grace y se la ve feliz. "Dije sí, nos encontraremos frente a la mesa en la que estuvimos hablando" Carrick sonríe "Ninguna chica me invitaba a salir a los trece años." Quiero decirle que las niñas siempre se lo están pidiendo Elliot, pero se ve muy orgulloso de mí, así que no digo nada. Todo el mundo está feliz, excepto yo. Realmente no quisiera ir al baile. Pero es demasiado tarde para cambiar de opinión ahora. "Tenemos que comprar una camisa, vamos a ir después de comer", dice Grace y ella sigue sonriendo. "Oh, oh, déjame ir!" Mia le grita: "Yo ayudo a escoger una camisa de color agradable, una color morado. ¡Se verá tan bonito!"

SOMBRA 18

Ha pasado mucho tiempo desde aquel primer ataque de pánico. Y ha habido muchos más. Incluso ahora, aunque ya tengo trece años, todavía tengo algunos. Después de aquella noche, Grace y Carrick decidieron que tenían que hacer algo más conmigo. Pasamos por miles de médicos. Los ataques seguían. Nuevos médicos. De a poco, empecé a hablar con frases completas. La primera que usé fue en una conversación con Carrick. Estábamos en el coche. Desde el asiento delantero, él me dijo que tenía que colaborar y demostrarles a ellos que estaba intentando estar mejor. De esa forma podríamos dejar de ir a tantos doctores. Hacía tiempo que me estaba negando a decir palabras. Entonces, respondí: “No me gusta este doctor” Grace conducía y casi deja la carretera para detenerse. Ambos estaban emocionados y sorprendidos. “Christian, has dicho algo nuevo”. Por primera vez en todo este tiempo, el pequeño de seis años y medio en el que me había convertido se estaba cansando de ser tratado como un bebé. "Yo sé cómo utilizar las palabras, pero no quería hacerlo", les dije. Todo cambió después de eso. Se miraron uno al otro como en estado de shock. Luego continuamos el viaje en silencio. Ninguno de ellos dijo nada más. No entraban en su asombro, supongo. Esa noche, más tarde, oí a Grace hablando por teléfono, mientras me encontraba sentado en el banco del piano. "Juro Elena, que acaba de empezar a hablar. Dijo una frase completa, y nos aseguró que sabía hablar todo este el tiempo, pero que no quería hacerlo." Luego de oír esto, empecé a jugar de nuevo. En aquel momento, yo no entendía lo que había de bueno en hablar. Tampoco lo entiendo ahora. Un año después de aquel episodio, empecé la escuela. No era como Elliot había dicho. Era una escuela para niños "superdotados". Esos niños apenas podían colorear un dibujo dentro de las líneas. "Me hacen sentir estúpido," le dije a Grace "Quiero ir a la escuela con Elliot." Carrick y Grace se miraron y me dijeron que todavía no podía ir a esa escuela. Elliot fue cuando tuvo la edad suficiente como para hacerlo. Yo no entendía por qué me habían dicho eso. Hasta ahora. Yo estoy en la misma escuela secundaria. Uno de los doctores sugirió que era mejor para mí tomar el autobús, quedarme después de clases para los clubes, y estar en las clases regulares. El trabajo en sí es fácil, los maestros dan pocas tareas. Pero los niños no son como los chicos de mi escuela. No sé quien les habrá contado acerca de mi vida, pero pareciera que saben cosas. En el viaje en autobús a la escuela, hay tres chicos mayores que se sientan a mi lado y me pregunta cómo era vivir con un asesino en serie. No sé de quién están hablando, nadie que yo haya conocido era un asesino serial. Hay una chica en una de las clases que me llama monstruo porque no hablo mucho. Siempre me pregunto si ella sabrá que yo fui a una escuela especial para niños superdotados porque no hablé durante mucho tiempo. Un día, caminando a la cafetería, un niño tropezó conmigo y le grité. No lo hice a propósito, simplemente sucedió. Le dijo a todo el mundo, y empezó a pensar que era divertido tratar de hacerme gritar de nuevo. Me es difícil estar tranquilo, los maestros son amables conmigo y me gusta, pero me gustaría tener un amigo. Veo a todos los niños como caminan juntos y se sientan sentados juntos y hablan. Nadie trata de hablar conmigo. Cuando lo hacen, es para decirme cosas malas. Creo que por eso Grace y Carrick no querían que yo fuera a la escuela a la que iba Elliot. Supongo que ellos sabían que los niños me odiarían. No entiendo por qué lo hacen. Ni siquiera me conocen. Nadie intenta ser mi amigo. Me gustaría si alguien lo hiciera. Odio a Grace y a Carrick por enviarme a la escuela especial. Tal vez si yo hubiera ido a la escuela normal desde el comienzo, los niños no pensarían que soy un bicho raro. Los odio por haberme enviado aquí, especialmente si sabían que todo el mundo me odiaría. Odio a los profesores a pesar de que me traten bien, porque sé que escuchan que los otros niños me dicen cosas feas y ni siquiera intentan detenerlos. A mis profesores, simplemente les gusta que siempre sepa todas las respuestas correctas a sus preguntas en clase. Luego, cuando respondo bien, hay chico que se acerca y susurra "eres un pelota" y yo ni siquiera sé por qué. A Elliot también lo odio, porque, en el comedor se sienta en la mesa con los niños mayores. Ve que la gente es mala conmigo y no dice nada. Ni siquiera me saluda, es como si no quisiera ser mi hermano. Me enteré de que se puede ir a la biblioteca en lugar de a la sala de almuerzo en la hora del almuerzo. Y como nunca hay nadie allí, decidí ir y sentarse detrás de la estantería a leer. La señora de la recepción siempre me sonríe. La primera vez que entré, ella ya sabía mi nombre y fue muy simpática conmigo. De hecho, siempre es buena conmigo, no hay duda que es mi favorita. Parece que todo el mundo sabe mi historia. Me pregunto cómo lo saben y qué es lo que dicen sobre eso, En una clase, tuvimos que hacer parejas de lectura y nadie me eligió. El niñoque estaba atrás preguntó: "¿Podemos tener un grupo de tres?" mirándome con mala cara. Yo no dije nada, sólo empecé a leer por mi cuenta y a contestar las preguntas. No me gustan los compañeros. Cuando llego a casa Grace y Carrick me preguntan cómo fue mi día. Pero yo no les cuento nada. No quiero decirles que estoy mal, que lo odio y tampoco quiero volver a la escuela especial. No quiero ver a más médicos. No quiero que piensen que soy un bicho raro porque nadie me habla. "Me gusta mucho el libro de la clase de Inglés" les digo con una media sonrisa falsa. Eso los hace felices, pero Elliot me mira y yo lo miro a los ojos y sé que él sabe que estoy mintiendo. Me pregunto si alguna vez dirá algo. Espero que no. Cuando voy a ver a mi psicólogo, también me pregunta cómo va la escuela. Lo bueno es que él mismo responde en parte a su pregunta: "¿Cómo te va en la escuela? Tus padres dicen que estás obteniendo las mejores calificaciones y que no hay llamadas a casa. Veo que estás adaptándote bien." Yo asiento con la cabeza y sonrío, nadie tiene que saber la verdad. Toda mi vida es una mentira, ¿por qué no añadir una más a la lista?

jueves, 11 de julio de 2013

CHUBASCO

sinopsis: ¿Quién no sintió alguna vez una nube negra sobre su cabeza? Le huimos a la mala suerte, a los malos amores, pero ¿Qué pasa si en realidad es esa nube, la del chubasco, lo que estamos buscando? Jari tiene 19 años, papá y mamá arquitectos, y una amiga, Santina, aventurera de blogs y del inesperado mundo de facebook. Como toda chica que termina la secundaria, Jari no sabe que hacer con su vida. Tiene amigas pero se aburre, conoce chicos pero no sabe bien qué hacer con ellos. Santina la conecta vía Facebook con su grupo de amigos. Tipos mas grandes, diferentes, que la tienen clara. En especial uno, Salvador. Claro que Salvador es escurridizo, histérico. Y mientras lo busca, en la controlada vida de Jari irrumpe el sexo. Primero el cibersexo. Luego, el otro. Y con sexo real llegan las fantasías eróticas, las fotos, los videos que nunca debió haber grabado. El pavor a la soledad. La caída. https://app.box.com/s/dzhyz68t60wf4ydifiw4

domingo, 7 de julio de 2013

CRUSH (CRASH3)

Compartir los sueños con un chico normal ya es complicado, hacerlo con Jude Ryder es casi una imprudencia. Impulsivo, apasionado y temperamental, Jude sólo quiere vivir el presente -y esto no está nada mal, porque es un bombón-; pero Lucy sabe que para que lo suyo funcione deberán aprender a superar sus pasados y esforzarse por compartir los planes de futuro. Y, claro, esto no es tan divertido como vivir su pasión como si no hubiera mañana... Además, las vacaciones separarán de nuevo sus caminos: Lucy se debe al ballet y a la búsqueda de un trabajo de verano mientras que Jude tiene que entrenar para las pruebas de la NFL. ¿Pueden los polos opuestos atraerse lo bastante como para superar la distancia o se darán cuenta que su destinos son incompatibles? https://app.box.com/s/par9kiul83yyj5tsweea

Las ventajas de ser invisible

Charlie es un chico realmente especial: lee muchísimo, no sale con amigos ni con chicas y reflexiona sobre el mundo desde un punto de vista muy particular. Su ingenuidad, su incapacidad para relacionarse normalmente y su extrema sinceridad de crean más de un problema, especialmente ahora que su amigo ha muerto. Conocer a Sam y Patrick, los chicos más excéntricos del instituto, provocará un giro radical en su vida que lo sumergirá de pleno en la adolescencia https://app.box.com/s/tg2z2yu79f5x2v64j708

LA VIDA IMAGINARIA

¿Qué pasa por tu cabeza cuando la persona a la que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes que pensarla otra vez? ¿Te la inventas? El mundo de Nata se llena de preguntas cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene, y los episodios que Nata cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a ser posible. Novedosa y contemporánea, esta novela tiene el nervio de un relato confesional, divertido y emocionante. Pero, por encima de todo, descubre a Fortunata Fortuna, un personaje fascinante que ha venido al mundo de la ficción para quedarse. https://app.box.com/s/loldq3y754mhdb0vawua

La guerra del amor

Se han imaginado el día que conozcan al hombre de sus sueños, increíblemente atractivo, sexy, y que caiga rendido a sus pies en cuando las vea… Bien olvídense de eso, ese día no existe, y ese hombre tampoco. La mujeres sueñan conquistar a hombres con faldas, vampiros atormentados o millonarios solitarios…Cuando se decidan por alguien real…Que me llamen”. https://app.box.com/s/tccymde4q4ptbg64qwym

Hush Hush

Nora Grey, una alumna aplicada en busca de una beca para la universidad, vive con su madre viuda en una granja a las afueras de Pórtland, Maine. Cuando Patch se convierte en su nuevo compañero de instituto, Nora siente a la vez atracción y repulsión hacia este extraño personaje que parece tener acceso a sus pensamientos. Luego se entera de que Patch es un ángel caído que quiere convertirse en humano. Nora está bajo su control, pero hay también otras fuerzas en juego y de repente se encuentra viviendo hechos inexplicables y en medio de una situación muy peligrosa. https://app.box.com/s/bs34d6taofkbhurshome

Kiss me kill, me

Cuando la joven de 16 años Scarlett Wakefield se cambia de St Tabby al Wakefield Hall Collegiate, se alegra de que nadie conozca el oscuro secreto que la persigue. Hace unos meses, Scarlett fue invitada a una fiesta a la que iban los chicos más guapos de la Sociedad Británica, incluyendo a Dan McAndrew. Antes de la fiesta, Scarleet solo se había imaginado como sería su primer beso con Dan, pero en la terraza de la casa, cuando Dan se acercó tanto a ella, ya no tuvo que imaginar. Su beso fue hermoso y perfecto y mágico, y entonces... Dan McAndrew tomó su último aliento mientras ella le cogía en sus brazos. Nadie sabe cómo ni porqué Dan murió, y todo el mundo de St Tabby cree que Scarlett tuvo algo que ver. Pero ahora que está a salvo en el Wakefield Hall, Scarlett quiere olvidar lo sucedido. Pero no puede. Especialmente después de recibir una llamada anónima que la conducirá hacia la verdad. https://app.box.com/s/b238e2cvd1fwntfv58me

ABZURDAH

Una muchacha camina al borde del abismo. Cielo Latini, niña precoz, sensible y creativa, educada en una familia normal, siempre una "enfant terrible" fascinada por el arte y por la muerte, cuenta cómo su adolescencia fue un descenso a los infiernos. La desfloración a los 14 años, la dependencia amorosa y sexual de un hombre mucho mayor que ella, la fascinación con la muerte, la bulimia y la anorexia, la creación del blog "mecomoami" en el que miles de adolescentes hacían público su derecho a ser anoréxicas, los intentos de suicidio, la autoflagelación. Y finalmente, la resurrección, la cura, a través de la palabra. Hoy es una bellísima joven de 21 años, que ha sobrevivido al infierno para poder contarlo. "Abzurdah" es un vibrante testimonio una historia impactante por su crudeza, porque refleja la realidad de miles de adolescentes. Su autora, además de coraje e inteligencia, tiene el claro don de la escritura, que le permite mantener en vilo al lector hasta la última página. https://app.box.com/s/1gf3wgakodzqez6iz4i6

sábado, 6 de julio de 2013

SOMBRA 17

Hablamos con Grace sobre mi madre, mi verdadera madre. Las imágenes empezaron a brotar en mi mente. Estaba ese hombre. Le pregunto a Grace sobre ese hombre "¿Qué hombre?", me pregunta. "El hombre con las drogas, que le hacía trabajar todo el tiempo" Quiero saber su nombre real. Grace se ve un poco confundida: "Yo no sabía que había un hombre, Christian. Cuando alguien llama al 911 no dan un nombre, y, cuando llegó la policía allí, no había nadie con ustedes. " Aparto la mirada de ella y me concentro nuevamente en los niños en el campo de juego. El hombre que los ha llamado. De él quiero saber su nombre. Recuerdo la forma en que me miraba cuando me preguntó qué le pasó a mamá ese día. Primero él parecía un poco triste, luego enojado y, finalmente, se fue. Él los llamó. "¿Era mi padre?" No sabía que había una mamá y un papá hasta que conocí a Grace y Carrick. Pensaba que sólo teníamos madres. "No estamos seguros, no sabemos con seguridad quién es tu padre", dice, y se la ve más triste cuando lo afirma. Yo pienso que nunca lo conocí, y que no me importa. "Voy a tratar de encontrar las imágenes de tu madre." Yo digo que sí con la cabeza y me muerdo el labio, "Tú eres mi mamá ahora.” Me pregunto si eso es lo que realmente quiere. "Bueno, yo nunca voy a sustituir a tu madre real, pero yo me haré cargo de ti y te amaré como ella lo hizo." Ella realmente no cuidaba de mí, quiero decirle pero algo me lo impide. "Si quieres puedes llamarme así. Si no lo haces, puede seguir llamándome Grace y nada va a cambiar. Te quiero de cualquier manera." La miro por un instante, y sonrío un poco, "Quiero que seas mi mamá." Eso la hace feliz y hace una gran sonrisa y se inclina hacia mí como para abrazarme pero no lo hace. Vuelve a su posición y me acaricia levemente el pelo. "Y yo quiero serlo, gracias". No sé por qué me está agradeciendo. "¿Puedo preguntarte algunas cosas?”, me dice. Yo respondo que sí con la cabeza. "¿Por qué no puedo abrazarte?" No suena enfadada, sólo que ella quiere saber. "Nadie me puede abrazar," me siento molesto de repente. "No quiero que me toquen." La miro y ella se da cuenta de que estoy enojado y se aleja de mí. "Está bien, lo entiendo." Recuerdo marcas en mi cuerpo. Sé que Grace vio esas marcas. Conoce a todos los médicos y a toda la gente que sabe sobre ese pasado porque vieron las heridas. Todos saben mis secretos. "Quiero irme", le digo casi gritando y mi corazón late fuerte otra vez. Grace me mira. Tengo frío y calor al mismo tiempo. "¿Qué pasa?" me pregunta preocupada. "Me quiero ir," y es verdad porque me duele el pecho y quiero ir a la cama y dormir. Quiero ver a Mia y quiero dormir. Grace se levanta y vamos al coche. Me meto antes de que intente ayudarme y me muerdo el labio para evitar las lágrimas. Vamos en silencio. Es bueno porque no quiero oír nada en este momento. Me pregunto qué diría mi madre real de toda esta situación. Cuando llegamos a la casa, entramos y me voy a mi habitación porque no quiero hacer nada más. Grace me sigue. Luego va un momento a su habitación y trae la imagen de Mia para que yo la tenga conmigo. Escucho a Mia en la otra habitación con la Sra. Touhey riendo y diciendo mi nombre a todo volumen. Grace me mira. Me quito los zapatos y me siento en la cama. Ella pone la foto en la mesita junto a mi cama. "Mia y Christian." Grace sonríe y se sienta también. "Ella es una niña hermosa." Me levanto porque no quiero estar cerca de Grace. No quiero estar cerca de nadie, excepto de Mia, porque es mi amiga. Voy a donde está Mia. Ella se ríe y hace un ruido fuerte. Yo le sonrío y me siento a su lado. "Christan!" Tomo su juguete. Jugamos juntos, tal como le gusta. Grace nos mira y se la ve muy triste. Luego se aleja. Pasan los días y nada cambia. Mia está un poco más grande y es más divertido jugar con ella. Se ríe mucho, pero me gusta que se ría, porque entonces yo sé que es feliz. Grace y Carrick siguen teniendo conversaciones. Piensan que nadie los escucha, pero puedo escuchar lo que dicen. Mía y yo estamos en la sala de estar, jugando con nuestros juguetes. Oigo a Grace hablando y ella suena triste. Dice algo sobre Elliot y yo y Carrick. No puedo oír las palabras, pero puedo escuchar que no es una buena charla. Me pongo un poco triste y a Mia no le importa porque se ríe y me lanza un bloque. Ella siempre produce cosas. Quisiera que no crezca porque hacerse grande siempre duele. Elliot todavía no está en casa. Cuando llega hace un ruido fuerte. Odio que haga eso. A su lado está Tyler. Me pone contento. Él me cae bien, pero Elliot no. Elliot no me saluda y Tyler viene y se sienta en el sofá junto a mí. "Hey, Christian." Me doy vuelta para poder mirarlo. "Hola," empiezo a escuchar el sonido de mi voz, "Tyler.". Sonríe otra vez y levanta una mano en el Me estremezco un poco y retrocedo, pero él no mueve la mano. "Es un choque de cinco, tienes que chocar tu con la mía. Lo hacen los los amigos, no hace daño." He visto que Elliot y él lo han hecho. Así que repito el gesto. "Eres muy bueno, Christian." "Christan!" grita Mia, como cada vez que quiere que la mire solo a ella. Así que me doy la vuelta otra vez. Tyler se levanta del sofá y se sienta en el suelo. "Debes jugar al fútbol con Elliot y conmigo, uno de estos días", dice Tyler, y juega con unos bloques de Mia. Ella se ríe y aplaude. Elliot pasa por la puerta entre la cocina y la sala de estar. Parece que corrió mucho, se ve como una especie de loco y me pregunto si es porque Tyler me está hablando. "Vamos hombre, mis padres dijeron que podrías dormir aquí." Él no me habla y se va por el pasillo hasta donde está su habitación. Nunca voy a ninguna otra parte en la casa, además de la cocina, mi habitación, el salón, la habitación de Mia, y el cuarto de baño. Es demasiado grande y me da miedo de caminar solo, así que únicamente voy cuando Grace me lleva. Hay un montón de lugares para sentarse y esas cosas. Hay un lugar donde Carrick tiene todos sus libros y materiales de trabajo. La que más me gusta es mi habitación mejor, y el cuarto de Mia también. No quiero jugar más, pero Mia sigue haciéndolo. Por suerte llega Grace. Levanto la vista hacia ella, "cama". Se ve triste, pero se inclina a recoger a Mia que hace un ruido y la abraza. "Es hora de que Mia vaya a la cama también." Grace y Mia se alejan hacia la habitación. Me levanto para ir a mi habitación cuando Carrick entra: "Christian, ven sentarse un minuto". Siento miedo por alguna razón, pero hago lo que dice porque tengo que escuchar. Me quedo mirando los bloques de Mia y se sienta a mi lado. "Realmente tenemos que trabajar en que puedas hablar para que puedas ir a la escuela, y para que puedas comunicarte con nosotros, así sabremos cómo te sientes. Es necesario que nos digas cómo ayudarte." Suena triste como Grace y me hace sentir mal. "Mírame, Christian." Estoy mal y no quiero escuchar. No quiero mirarlo y no quiero hablar más ni que la gente hable conmigo, ni que me toquen. Su mano toca mi mejilla y trata de girar mi cabeza para que lo mire. Entonces salto del sofá. "Cálmate Christian, sólo quiero hablar contigo. Debes trabajar en conseguir más logros que este. Tienes que cambiar, no puedes ser así para siempre." Mi corazón se acelera. Mi garganta hace ruidos raros y siento las lágrimas que hace tiempo no sentía. Yo no quiero cambiar, no puedo. Da un paso más y, aunque él no está siendo malo, el ruido de mi garganta se agudiza y su cara se vuelve aún más triste. Grace vuelve muy rápido y se ve más triste también. "Carrick, da un paso atrás, por favor. Christian, mírame. Estás bien." Grace suena bien, pero no quiero mirarla porque no me siento bien. Otro ruido extraño en mi garganta y siento que mis piernas se aflojan y no puedo tomar aire. "¿Qué pasó?" Grace le pregunta a Carrick. No puedo calmarme y mis piernas dejan de funcionar y caigo al suelo. "Sólo le pedí que se sentara para que pudiéramos hablar, y cuando le dije que las cosas tenían que cambiar, lo perdí." Siento que mis entrañas se están rompiendo y que nadie entiende lo que está sucediendo. Todo estaba bien. Grace llora y me hace llorar a mí. Cierro los ojos porque me duele la cabeza. Veo a mamá cuando cierro mis ojos, entonces, los abro de nuevo, y con mi mano tiro de mi cabello y me duele, pero no me detengo. " Christian, por favor, por el amor de Dios, mírame!" Me cuesta respirar y no quiero cerrar los ojos. Me siento muy triste y trato de mover las manos. Grace me está mirando con lágrimas en sus ojos e intenta ayudarme. "¿Mamá?" La palabra viene a mi boca, pero no suena como yo. Suena raro. Grace finalmente dice que iremos a un médico y no puede controlar su llanto. Me siento demasiado triste y no sé cómo hacer para que se detenga. No sé por qué, pero me siento y tiro mis brazos alrededor de su cuello al máximo posible. Mis lágrimas caen por su cuello. Lloro más, pero no me alejo, quiero estar así. Después de un momento sus manos se mueven. Acaricia mi pelo y me besa la cabeza. "Estoy aquí, Christian, está bien."

SOMBRA 16

He dicho una palabra y he salido corriendo. Grace no viene de inmediato. He dicho una palabra y ahora estoy encerrado en mi cuarto. Cuando llega, ni siquiera la miro. "Hola, corazón." me susurra. Luego se sienta en la cama. "Mírame, Christian." La escucho en silencio. "Trata de decir algo más para mí, haz el esfuerzo, cariño." Yo la miro y mi corazón comienza a latir fuerte. ¿Quiero volver a hablar? Mi pecho empieza a hacer ruido y no puedo respirar. Grace acaricia mi cara apenas un momento. "Christian, mírame, todo está bien." La cabeza me dice que no, pero ella insiste: "Di tu nombre, Christian. Prueba, hazlo por mí. Por Mia, por todos nosotros." Empujo mis labios. Ella sostiene mi cara y estoy temblando. Ella espera. Un ruido sale de mi boca, pero no es una palabra. No recuerdo qué le dije antes a Mia, no recuerdo lo que acaba de pasar. Siento frío y calor al mismo tiempo. Grace se sienta y espera. El aire entra y sale de mi boca rápido y fuerte. Puedo oír mi corazón. Es muy raro, quiero que se detenga. "Christian", mi voz suena terrible. Suena como la voz de Elliot cuando tiene dolor de garganta. Grace cierra los ojos y sonríe. Incluso algunas lágrimas se filtran. Estoy haciendo un ruido, como un gruñido raro que sale de mi pecho cuando respiro. Grace me dice:"Oh, Dios mío, estás ahí. Sabes cómo hablar, ¿no? Aunque aún te falte la forma de decir las palabras" La respondo que sí con la cabeza y ella sonríe con tristeza. "Eso ya va a venir, vamos a trabajar en eso. Tú lo has hecho, has conseguido lo más difícil, puedes hablar, Christian." Ella parece muy feliz y quiero que ella sea feliz gracias a mí. Trato muy duro de lograrlo y trato de darle las gracias. Mis intentos suenan raro, pero ella entiende lo que le digo. Toma mis manos, "Quiero abrazarte muy fuerte", me dice y se ríe un poco. Sonrío y me gustaría dejar que me abrazara pero me da demasiado miedo hacerlo. Ella deja que me quede en mi habitación porque realmente quiero a dormir y dice que me entiende. Deja la televisión encendida y cierra la puerta. Antes de dormirme, escucho que le dice a la señora Lincoln que no puede creer lo que ocurrió y que sabía que no debía darse por vencida. Cuando me despierto, Carrick está ahí, sentado junto a mi cama, se le ve feliz. "Hola, acabo de llegar para la cena. Oí que hablaste, estoy muy triste de habérmelo perdido." Lo miro y cierro la boca apretada. "Hola", le susurro, y él me mira con una sonrisa enorme. "Oh, muy bien, Christian. Sabía que podías hacerlo" Yo estoy muy quieto. "Hay tantas cosas que quiero hablar contigo, esto es genial! Ven comer." Es tan todos sentados a la mesa: Grace, Mia, Carrick, e, incluso, Elliot. "Hermano, ¿has hablado con ellos antes que conmigo? Eso duele", me dice Elliot con voz triste. "Lo siento", le digo. Sus ojos se agrandan y sonríe. "Eso es realmente impresionante", y yo sonrío también. La Sra. Touhey pone galletas delante de mí. Sé que no puedo comer todo el tiempo galletas, a pesar que quiera hacerlo. Grace dijo que son solo para el desayuno. Sin embrago, hoy ella sonríe y dice: "Es un día especial, por lo que puedes comer lo que quieras." Las hojas del calendario avanzan y, solo a veces, uso palabras. Una palabra, un nombre. No quiero decir frases todavía. Grace intenta mucho que yo lo logre, pero luego me deja de hablar. A Mia le gusta cuando digo su nombre, así que me encanta decrilo. Grace me lleva a un médico que trata con mucho empeño conseguir que yo utilice más de una palabra. Me muestra imágenes de las cosas y trata de que le diga sus nombres, pero no lo haré. Cuando voy allí no hablo en absoluto. Un día, Grace se enojó con él y él le aseguró que necesito más ayuda que esto. A partir de ese día, nunca más volvimos a ir. Carrick me enseña a pescar. Elliot, por supuesto, ya se sabe cómo hacerlo mucho mejor que yo y pesca uno muy grande. "¿Tienes hambre, Christian?" "Sí", le digo. Mi voz no suena tan mal, suena un poco regular, a voz de niño pequeño que en definitiva es lo que soy. Grace dice que no soy tan pequeño ya y, a veces, lo siento como un reproche. Tal vez cuando empecé a usar las palabras me volví más grande. Mrs. Lincoln viene seguido. Yo siempre le digo hola para que sepa que estaba equivocada sobre mí. Ha dejado de prestarme atención, y yo no entiendo muy bien por qué. Eso hiere mis sentimientos. Quiero decirle a Grace, pero no lo hago porque es su amiga. Mia tampoco utiliza demasiadas palabras y habla como yo. Nosotros conversamos con nuestras palabras. He dejado de sentirme invisible porque ahora la gente puede oírme y eso pareciera que hace que puedan verme mejor. Grace me trae a casa un libro sobre un coche que se parece a mi coche. Me ayuda a leerlo por la noche antes de acostarse. Sólo leo una palabra en cada página. Ella lee el resto. El amigo de Elliot viene un día. Cuando él dice hola y yo respondo hola, y él se pone feliz. "Hey, ahora habla, eso es genial." Sí, bueno. Empecé a jugar con ellos a pesar de que Elliot no parece que quiere que vaya. No me importa lo que él quiera, porque Tyler es mi amigo ahora también. Pasan los días y Grace me pregunta si me gustaría ir a la escuela como Elliot. "Sí", le digo, porque yo siempre quise y ahora es el momento. Un día escucho los chillidos de Mia. Ella me llama. Me acerco y veo que se le ha caído un juguete. Se lo devuelvo y ella sonríe feliz. Le beso la mano y toco su mejilla y ella se ríe. Parece que Grace me ama de nuevo, y eso me hace feliz, porque por un tiempo pensé que ella había dejado de quererme. Tal vez sólo estaba esperando a que yo hablara para volver a hacerlo. Grace me dice que ya están listos los papeles para que vaya a la escuela. Me pregunto cómo será la escuela. Elliot sólo me dijo cosas acerca de las chicas y los chicos, pero nunca habló de lo que hacen cuando están allí. "Mia", le digo, y ella se ríe y hago una mueca y aplaude. Mia siempre es feliz conmigo. A veces todavía voy a escondidas a su habitación y me acuesto en el suelo y ella se ríe. Grace me dijo que no debería hacerlo porque Mia debe dormir más, pero a mí me gusta hacerlo de todos modos. "Mamá, ¿has visto mi camisa verde?" Elliot dice una noche cuando estoy cenando. Suena enojado, y Mia se ríe. Entonces él viene y me pregunta" ¿Por qué llevas mi camisa?" Miro la camisa y me doy cuenta de que es su camisa. Me gustó, así que la tomé. "Lo siento" le digo. Me encojo de hombros, mirando al suelo. "Mamá, él no puede seguir tomando mis cosas!" Grace se sorprende de lo enfadado que está y me estremezco. Mia se ríe y me mira. Entonces Elliot de repente se calma, frunce el ceño y me dice: "Está bien. Tú puede usarla, sólo pregúntame la próxima vez”. Se va y me quedo mirándolo. Él me pone triste cuando se pone así. "¡Mami!" grita Mia y oigo que Grace se levanta y pone algo en su mesita. "¿Mamá?" Digo sin levantar la vista, y entonces me doy cuenta de lo que acabo de decir. Me doy vuelta y la miro rápido con ojos muy abiertos. Ella está muy sorprendida. Frunzo el ceño y le digo que lo siento. "No! Christian, no me pidas disculpas ", sonríe," yo quería que me llamaras así y no sabía cómo hablar acerca de esto contigo”. No digo nada más. Quería preguntarle por qué Elliot se ha vuelto así en el último tiempo, pero no sé qué decir ahora. ¿Puedo tener dos mamás? "¿Dónde está mi madre?" Lo digo muy lento. Una frase completa y no sólo una palabra. No sé si la pregunta tiene sentido pero trato de que lo tenga. Tengo miedo de mirarla. Mia hace un ruido, pero tampoco la miro. "Voy a ver si la Sra. Touhey para cuidar a Mia, así tú y yo vamos a dar un paseo por el parque” dice Grace en voz muy baja y se levanta de la mesa. Tengo ganas de llorar. Vamos al mismo parque al que solemos ir y hay un montón de niños en el patio, pero Grace me lleva a los asientos en donde nos sentábamos las primeras veces que estuvimos aquí. "Christian, te quiero mucho, y no importa lo que pase, yo nunca voy a sustituir a tu madre, pero espero que me puede amar como la amabas a ella", dice lentamente. Sé que me está mirando, pero yo no lo hago, y me distraigo viendo los niños en los juegos. ¿Que te ame como la amaba a ella? ¿Es eso posible? "Christian, tu madre estaba muy enferma" Grace toma coraje y me lo cuenta todo. Ella empieza a decirme que mi madre me quería mucho. Ella dice que nadie sabía lo que estaba sucediendo, si no, habrían venido antes. Dice que debido a que mi mamá estaba muy enferma, era difícil que siguiera con vida. "Murió", le digo, eso es lo que significa que sea difícil que alguien siga con vida. Yo no miro, pero sé que me está mirando. "Nunca voy a ver de nuevo." Le digo con una mezcla de tristeza y enojo. "No, Christian. He encontrado algunas fotos de ella, de cuando era más joven. Apenas supimos su nombre nos las arreglamos para encontrar algo de ella. Puedo darte esas fotos, si lo deseas " me dice. Todavía no respondo porque no sé lo que quiero. Quiero que me cuente más cosas. "Ella usaba drogas", le digo. De repente las imágenes vuelven a mi cabeza. Recuerdo a mi madre gritando Recuerdo llorar cuando se puso la cosa afilada en su brazo, y ahora lo entiendo. Ahora todo tiene sentido. "Sí" la voz de Grace suena triste, y me mira. "Siento que hayas tenido que pasar por eso, lo siento mucho. Me gustaría poder ayudarte, pero no puedo hacer que desaparezca. Puedo asegurarte que vivirás una vida feliz a partir de ahora, si eso es lo que que quieres." La miro. He estado con Grace y Carrick y Elliot para tanto tiempo y, hasta ahora, nunca me había dado cuenta de que ellos eran mi familia. Mamá era mi verdadera madre, pero aquel hombre y mi madre verdadera nunca fueron realmente mi familia. "El hombre… ¿cómo se llamaba?" le pregunto, y ella me mira intrigada. Sí, yo recuerdo a ese hombre. Y también recuerdo todo lo que hacía.

SOMBRA 15

Los días pasan uno tras otro. Cada noche volteo una hoja del calendario de papel que hay colgado en la pared. Todo sigue igual. Todos los días son iguales. Mi vida sigue ligada al silencio. Sigo sin ser capaz de hablar. Sigo sin ser capaz de articular ni una única palabra. Elliot pasa cada vez más tiempo con sus amigos. Yo me quedo en mi habitación, solo. Dibujo y juego con los coches. Juego con los coches, los patos de goma y los trenes. A veces también veo la televisión. La televisión es divertida sin embargo lo que más me gusta es tocar el piano. Tocar el piano me hace sentir feliz. Me hace sentir bien. El otro día, Grace y Elliot estaban hablando. Escuché que Elliot se enfadaba porque Grace dijo que como aún no estoy curado del todo la gente no puede venir a visitarnos a casa. Quería decirle que no se enfadará. Que no se pusiera triste. Quería decirle a Grace y a Elliot que esa su casa, que no quería que por mi culpa no pudieran tener visitas. Escuche como discutían sin embargo, en lugar de decir nada, me limité a fingir que no los oía. Me limité a parecer concentrado. A que creyeran que estaba demasiado leyendo la partitura como para darme cuenta de que ocurría a mí alrededor. Tras la discusión que tuvieron Grace y Elliot, Elliot dejó de hablarme. Desde entonces ya no viene a mi habitación. Ya no me pregunta si quiero jugar con él. Suele irse de casa, sin decirme nada, antes de que yo me levante. Que Elliot no quiera hablarme me hace sentir mal. Me hace sentir triste. Siento tristeza como la que siento cuando echo de menos a mamá. Noto un fuerte dolor en el pecho. Como si algo alguien me oprimiese las costillas. Me cuesta respirar. Antes lloraba pero ahora ya no. Ahora ya no lloro. Cuando estoy triste toco el piano. Grace, a veces, todavía me escucha. A veces canta mis canciones. Últimamente Grace ha comenzado a comportarse igual que Elliot. Cada vez me hace menos caso. Pasa mucho tiempo con una amiga que viene a casa. Beben en las tazas bonitas en la cocina y hablan sobre mí. Creen que no las escucho, pero yo siempre lo hago. Desde arriba de la escalera, sin que ellas se den cuenta. Grace me dijo que esa señora se llama la Lincoln, la señora Lincoln. La señora Lincoln es buena conmigo. Es guapa. La primera vez que vino a casa no quise salir a saludarla. Me daba miedo. Cuando entró en casa yo me escondí en mi habitación. Cuando iba ya a marcharse Grace subió a mi habitación y me dijo que bajara a saludarla. Lo hice, bajé, pero no la mire a los ojos. No le dije nada. Me limité a esconderme detrás de Grace. - "Christian, corazón, esta es una buena amiga mía, la señora Lincoln. La señora Lincoln y yo hemos sido amigas durante mucho tiempo y quiero que la conozcas" me dijo. La señora Lincoln se agachó y me entregó una caja. - "Hola, es muy agradable conocerte, he oído hablar mucho de ti. Te traje esto porque he oído te gustan los coches.” Grace me dijo que debía darle las gracias. No pude hacerlo. Solo sonreí y extendí la mano para tocar sus dedos. Así es como yo doy las gracias. Eso es lo que tocar significa para mí. - "Adelante, puedes ir a jugar a tu habitación" me dijo Grace al entender que es lo que hacía y porque lo estaba haciendo. A partir de entonces la señora Licoln comenzó a saludarme. Ahora me saluda cada vez que vuelve a casa a visitarnos - "Hola, Christian," me dice, y a continuación se gira y se va hacía el salón a hablar con Grace. Me siento en el piano y finjo leer música, pero, en realidad, las escucho hablar. Grace a veces suena molesta. Otras veces llora. Grace dice que ella no sabe qué hacer, porque ella nunca ha tratado con algo como esto y que todo el proceso de adaptación se está alargando. Que está tomando mucho más tiempo de lo previsto. No sé qué significan todas las cosas que dicen, pero sí sé que hablan de mí. Lo sé, aunque nunca dicen mi nombre. La señora Lincoln le dice que tal vez debería darse cuenta de que las cosas podrían no mejorar y que quizás es hora de probar alguna cosa diferente. Hablan de terapias y de tratamientos. A veces también hablan de la niña enferma. La señora Lincoln dice que es una muy mala idea tener en casa a dos niños enfermos a la vez. Grace dice que la niña necesita un lugar para vivir. Dice que no quiere renunciar a ninguno de los dos. Quiero demostrarle a Grace que puedo hablar. Quiero que sepa que soy inteligente. Toco el piano con fuerza fuerte y la música que resuena en la habitación parece enfadada. El calendario continúa avanzando. Nada cambia. En dos semanas cumpliré seis años. De repente un día como cualquier otro Grace me sienta junto a Elliot. Está preocupada. Puedo en su cara. Quiere decirnos algo. - "¿Recuerdan la chica de la que les hablé? Bueno, pues durante los últimos días su estado de salud ha mejorado bastante. Es una buena chica que necesita un lugar en el que poder vivir. Llegará mañana por la mañana y se quedará en casa. De ahora en adelante vivirá con nosotros." Al día siguiente, mientras yo estoy en el salón tocando el piano como cualquier otro día, de repente aparece Grace. Lleva un bebé en sus brazos. Se la ve feliz. - "Christian, ven aquí. Quiero que conozcas a tu hermanita, Mia." Me acerco a mirarla. Me da un poco de miedo. Es muy pequeña. Me gusta su sonrisa. - "Tiene sólo unos meses de edad. Por suerte ya no está enferma. Se encuentra mucho mejor" dice Grace. Está contenta. Hace tiempo que no la veía tan contenta. Pasan los días. Me dedico a observarla. Mia es fuerte, pero no utiliza palabras, igual que yo. Mía llora. Siempre. De día y de noche. A todas horas. Cuando Grace y Carrick se levantan por la noche y van a la habitación de Mía para intentar calmarla yo también me levanto. Entro en la habitación y me siento en el suelo a ver cómo ellos se encargan de tratar que se tranquilice y deje de llorar. Cuando no está llorando, me acerco a su cuna y agito sus juguetes. Al ver lo que hago Mía sonríe, hace ruidos y se mueve. Le gusta. La toco la mano para que sepa que la quiero. A Elliot le molesta Mia. Dice que hace mucho ruido. A mí me dan ganas de decirle que sus amigos también hacen mucho ruido y son mucho más molestos. Grace dice que Mia aún no sabe hablar, pero que un día lo hará. Quizás a diferencia de ella yo nunca sea capaz de hacerlo. Me pregunto si Mía comenzará a hablar antes que yo. Mia siempre me está mirando. Grace dice que es porque ella ya ama a su hermano mayor. Le hago muecas y ella hace un ruido lindo que parece una risa. El otro día le mostré mis dibujos. Espero que ella algún día sepa lo que son los dibujos. la señora Lincoln viene a casa casi todos los días. Últimamente no me hace caso. No me presta tanta atención como antes hacía. Eso hace que me enfade. Desde que Mía llego a casa ya nadie me mira a mí, ahora sólo miran a Mia. Todos. Y ahora es Mia la única que siempre me mira a mí. Mía llora cuando no puede verme, así que trato de estar cerca de ella siempre que puedo. A veces me acuesto en el suelo de su habitación y duermo junto a su cuna, y cuando está en la sala de estar toco canciones bonitas en el piano. A mía le gusta la música como a Grace. En mi cumpleaños, Elliot, su amigo, Carrick, Grace, Mia, la señora Lincoln y la Sra. Touhey me cantan la canción de cumpleaños. Grace me dice que sople las velas y pida un deseo. Mi deseo es que todos me amen tanto como lo hicieron cuando llegué aquí. Comemos pastel. Hoy ha venido a casa un amigo de Elliot. Es un niño. Nunca lo había visto antes. Es muy agradable. Al entrar me dice "feliz cumpleaños” y se presenta. Me dice que su nombre es Tyler. Cuando subimos a mi habitación, Tyler comienza a jugar con mis coches. Juega conmigo y con Elliot y él me habla a pesar de que no puedo responder. Me cae bien. Me pregunto si puede ser mi amigo y amigo de Elliot al mismo tiempo. Abro los otros regalos. La señora Lincoln y su marido me regalan un avión de juguete, como los que vuelan en el cielo. Es igual que los de verdad sólo que más pequeño. Elliot me regala un coche de juguete nuevo. Carrick y Grace me regalan bloques para construir una ciudad para mis coches. Y la Sra. Touhey me regala un suéter. Grace me da una caja de parte de Mia. Cuando la abro veo que es un marco con una foto de ella y un niño. Él está mirando a Mia. Ambos están sonriendo. Ambos parecen felices. Miro a la Grace. Estoy confundido. Grace está triste. Todo el mundo está triste. - "Ese eres tú, Christian. Tú y Mia." Miro hacia abajo con el ceño fruncido, ¿así es cómo me veo?¿esa es la pinta que tengo? Nunca había pensado en eso antes. Voy hacia al baño. Cierro la puerta y me subo al inodoro. Me apoyo en el lavabo y me miro al espejo. Ahí estoy. Sí, soy yo. Soy igual que el chico de la foto. Alguien llama a la puerta y abre. Es la señora Lincoln. Me bajo. Me gustaría que fuera Grace. - "Eres un niño muy guapo, Christian. No te preocupes por eso." Quiero salir, irme de allí, pero ella me lo impide, está en medio de mi camino. - "Está bien, Christian" dice ella. - "Voy a encontrar un buen lugar para la foto en tu habitación, Christian. Mia realmente quería que lo tuvieras." Si Mia quiere que yo la tenga, entonces no me importa tenerla. Al tiempo Mia empieza a caminar y hace ruidos que se parecen a las palabras. Mia me toca mucho: mi pelo, mi cara, mis brazos. Yo la dejo porque no me hace daño. Grace se sorprendió la primera vez que lo hizo. Ella estaba tratando de ganar equilibrio cuando se tambaleó un poco y me agarró la cabeza. Me dolió pero no me moví porque no quería que se cayera. Ella se rió y me abrazó para no caerse. - "¿Estás bien?" dijo Grace. Pensé que se lo preguntaba a Mia, pero luego comprendí que me lo preguntaba a mí. Asentí con la cabeza y ella sonrió. Era raro que alguien me tocara de esa forma. Era raro que alguien me tocara, sin más. Note como un escalofrío recorrió mi cuerpo y como se me erizó la piel. La señora Lincoln sigue diciéndole a Grace que nada ha cambiado y que tiene que hacer algo antes de que sea demasiado tarde. Ella dice que el tiempo se encargará de él. Sé que están hablando de mí. Mia está sentada y yo le muestro sus juguetes mientras escucho la conversación. Esto sucede casi todos los días. Grace a comenzado a trabajar. Elliot no va más a la escuela porque es verano y está feliz porque él puede ir con sus amigos más tiempo. No me importa si se va porque tengo a Mia para jugar. Grace me enseñó a darle un. Le ayudo a comer a veces cuando Grace me deja. Grace, la señora Lincoln, y Mia estamos en el patio trasero. Juego con mis trenes. Grace habla con Mia. Enumera nuestros nombres y le pide a Mia que los repita. Grace dice mamá, papá, Christian, Elliot. Mia hace ruidos pero no dice las palabras. Me pregunto por qué Grace sigue intentándolo. Miro a Mia. Ha comenzado a llorar, otra vez. - "Ella te quiere, Christian" me dice Grace. Me levanto y me siento junto a Mía. Ella deja de llorar. Grace comienza a enumerar nuestros nombres de nuevo y le vuelve a pedir a Mia que los repita. De repente y por primera vez Mia hace un ruido que suena muy parecido a mi nombre. Tras ello sonríe. Yo sonrío. Grace y la Sra. Lincoln aplauden felices. Mia aplaude también. Hoy es un gran día. -"Mia", le digo. Miro a Grace. Tiene los ojos abiertos como platos. La señora Lincoln tiene la boca abierta. Mia se ríe. Mi voz. He sido yo. He hablado. He dicho una palabra. Simplemente salió de mi boca. Al fin recordé cómo utilizar las palabras. No sé cómo. No estoy seguro si podré hacerlo de nuevo. Grace y la señora Lincoln me siguen mirando. Aún no pueden creer lo que acaba de suceder. No quiero que sigan mirándome. - "Christian acaba de decir algo" Grace suena confusa y emocionada. - "Oh, Christian, di otra cosa." Siento las lágrimas correr por mis mejillas. Doy un paso atrás. Quiero correr y esconderme en mi habitación. La cabeza me dice que no y me siento como si no pudiera respirar. - "Oh, no, no, Christian. No llores, lo que acaba de ocurrir es bueno." Mi pecho se estremece y siento que me ahogo. Grace se levanta. Doy un paso atrás y la miro asustado. - "Corazón, hablar está bien." No, no hay más palabras. No quiero. No puedo. Salgo corriendo. Oigo que Mia empieza a llorar otra vez, sé Grace la consolará. Sigo corriendo hacia mi habitación sin mirar atrás ni hacer caso a lo que dicen hasta desaparecer por el pasillo. Sólo quiero estar solo.

miércoles, 3 de julio de 2013

El chico malo .

trévete a sentir el lado rebelde del amor. «Beau era el chico malo de la ciudad y yo la chica buena. Se suponía que no debía ocurrir.» Beau Vincent es maleducado y peligroso, el típico chico malo. Entonces, ¿por qué la buena de Ashton, que tiene en Sawyer al novio perfecto, no puede evitar sentirse irresistiblemente atraída por él? https://app.box.com/s/gkt603rezp46a6n02p6t

Como desees

Para Emma solo puede haber algo peor que pasar un mes junto a Niko: pasar dos. En apariencia, es el chico que todas las madres querrían para sus hijas —guapo, inteligente, cinéfilo y con sentido del humor—, pero Emma sabe que en realidad es un engreído insoportable. Además, a ella no le vale de novio... Niko es el hijo de la esposa de su padre. A pesar de todo, este año está dispuesta a esforzarse para que las vacaciones en familia sean tranquilas y agradables: va a ser la hermanastra perfecta. Sin embargo, el pueblo levantino en el que veranean se verá sacudido por una serie de crímenes... a los que nadie puede escapar. https://app.box.com/s/114fx9znwjx7gfwklkpp

Si fueras mio (THE VICENT BROTHRS)

Que un chico se enamore locamente deti no es nada fácil. Sobre todo cuando ha estado enamorado de tu prima desde siempre.» Lana ha vivido toda la vida a la sombra de su prima Ashton, quien saca las mejores notas, tiene montones de amigos y físicamente parece una modelo. Y lo que Lana más ha envidiado: el amor de Sawyer, de quien ella ha estado secretamente enamorada desde pequeña. Pero las cosas han cambiado: ahora que su prima y Sawyer han roto, Lana tiene la oportunidad de que él se percate de que existe. Sawyer tiene el corazón roto. Ha perdido a su chica y a su mejor amigo. Pero entonces aparece Lana, la prima de Ashton, una muchacha tímida y dulce que ha pasado de niña… a mujer. ¡Y qué mujer! Sawyer no tiene claro si Lana va a poder curarle las heridas pero, quizá, si pasa tiempo con ella conseguirá poner celosa a su ex. Lo que empieza como un mero ligue se convierte en un atractivo juego de seducción. Sawyer y Lana tienen motivos diferentes para pasar tiempo juntos, pero sus encuentros acabarán por echar chispas… https://app.box.com/s/zmt6i2ud2qvbjkv3pduv

martes, 2 de julio de 2013

SOMBRA 14

Elliot parece muy feliz por la noticia, pero yo ni siquiera la miro porque me da igual. Ella me pregunta si me parece bien y mi cabeza dice que sí y eso le hace muy sonreír de nuevo. Dice que como mucho tardará unas semanas y no sé si eso significa que tardará mucho o poco, pero espero que no sea pronto porque entonces me querrán aún menos. La niña no viene muy rápido y Elliot pregunta todos los días si queda mucho para que aparezca nuestra hermana. No me gusta que esté tan pendiente, ¿es que acaso le dejamos de importar el resto de los que estamos en la casa? Grace no sabe aún cuándo vendrá la niña, pero parece triste cuando piensa en ella. No quiero que venga la niña, pero no quiero que nadie se dé cuenta de ello. Tengo un plan, he elaborado un plan para que la niña no llegue nunca. Si alguien lo supiera, me odiarían aún más. Ya nunca juego con Elliot. Solamente toco el piano y pinto lo que veo durante todo el día.Él va casi todos los días a casa de la chica y me dice que cada día le gusta más y que se han vuelto a abrazar. ¿Debería hacer un dibujo de Elliot abrazado a su amiga y mostrárselo a Grace? No me gusta que Elliot me explique estas cosas porque yo quiero que se quede en casa y que juegue conmigo otra vez, como antes. Oigo que Grace y Carrick siguen hablando sobre llevarme alguna vez a la escuela. No sé por qué pero siempre hablan de una escuela especial, porque dicen que tengo mucho talento. ¿Me abandonarán en una escuela para niños con talento? ¿Le darán mi cama a la nueva niña? Ahora entiendo mucho más de lo que entendía cuando llegué por primera vez a esta casa y conocer lo que son más cosas y palabras nuevas hace que todo sea mucho más sencillo. A veces pienso que sería aún mejor si pudiera usar las palabras como los demás, pero en realidad no quiero hacerlo. Tengo miedo de que si lo hago todo cambie de nuevo. Quizás entonces me querrían más, porque la verdad que ahora mismo no creo que me quieran mucho. Continúo rompiendo los vasos y a veces cuando me enfado quiero romper también las cosas a propósito y gritar y empujar a las personas que tengo cerca. Me enfado porque hay muchas cosas que todavía no entiendo y hay veces que me pregunto si no me ven porque soy aún pequeño. Entonces para calmarme me siento en la banqueta y toco el piano de nuevo. Vuelvo a mis canciones y me tranquilizo y ya no quiero pegar a nadie. Una noche Grace me dice que la niña no puede venir todavía a vivir con nosotros porque está muy enferma. Elliot le pregunta qué es lo que le pasa y ella le dice que tiene solamente unos meses de vida, y que su madre le transmitió la enfermedad que tenía. ¿He sido yo con mi mente? Me pone muy triste pensar que una niña todavía más pequeña que yo pueda estar ya enferma. ¿Está enferma como yo lo estaba? Me siento culpable. Elliot se enfada porque él quería que viniese pronto a casa con nosotros, pero yo lo entiendo, porque quiero que se recupere aunque no la conozca todavía. Grace se pone muy triste por ver a Elliot así, y cuando él se marcha, toco sus dedos para que sepa que estoy preocupado por ella. No quería que viniera la niña, pero tampoco quiero que Grace esté mal. Ella me mira y se arrodilla a mi lado y yo doy un paso hacia atrás. “Mi hombrecito guapo, yo sé que tú siempre me entiendes. ¿Cómo sabe ella que la entiendo? Sonrío porque ella está sonriendo también, pero a la vez está llorando, así que supongo que serán lágrimas de felicidad.Su mano se acerca hacia mí y yo me retiro un paso más hacia atrás porque no sé qué es lo que ella quiere hacer.Ella mueve la cabeza y respira hondo. “no te voy a hacer daño, cariño. Solo acércate hacia mí, poco a poco.” Ella parece tan triste pero tan agradable a la vez, que no me atrevo a decirle que no. Así que me acerco un poco, lentamente. Sus brazos tocan mis hombros. No quiero que su mano siga moviéndose, ni que se aparte, ni que cambie nada ahora mismo. Mi corazón late con mucha fuerza y Grace simplemente me mira, callada. “Christian, espero que algún día puedas sobrepasar todo esto y que seas feliz, pequeño hombrecito maravilloso. Ya eres maravilloso y también guapísimo e inteligente. Simplemente me encantaría que fueras feliz y nos dejaras quererte.” Miro hacia el suelo y doy un paso atrás para que su mano no continúe tocándome. No debería quererme, soy un chico malo como me decía siempre el Hombre Malo. Ella no sabe que he pensado fuerte para quela niña no llegara. Grace es una persona muy agradable, y también lo son Carrick y Elliot. Todos ellos son agradable, maravillosos y buenos y yo soy malo. No miro a Grace pero sé que todavía está aquí. “Todo a su debido tiempo, hombrecito.” No entiendo qué es lo que significa. ¿Ha descubierto algo? ¿Puede darse cuenta de lo que pienso? El calendario cada vez está más delgado y llega el cumpleaños de Elliot. Sus amigos llegan a casa y son muy ruidosos y locos así que me da tanto miedo que me voy a mi cuarto y cierro la puerta, esperando que nadie venga a buscarme. Los oigo como dan vueltas por la casa, corriendo por los pasillos, hasta que están detrás de la puerta de mi habitación. “Esta es la habitación de mi hermano, queréis conocerlo?” Mi corazón late con mucha fuerza y quiero esconderme en cualquier sitio, pero la puerta se abre de golpe y ya no puedo moverme. Me duele mucho la cabeza y un montón de chicos y chicas entran en mi cuarto y se ponen alrededor de la cama, donde estoy sentado. En mi vida había visto tantos niños juntos y tan cerca, ni siquiera en el parque. Una de las niñas se parece mucho a laque Elliot me ha descrito, debe ser ella. Es muy guapa. “Este es Christian” Elliot parece muy feliz de que sus amigos me conozcan. Yo sin embargo quiero huir y esconderme debajo de la cama. Todos están mirándome en silencio y no sé qué hacer ni dónde ir, así que miro el suelo y retrocedo un poco más. Quiero pegarles, pero no quiero ser malo. No quiero que Grace se enfade conmigo. “¿Tu hermano habla o algo?”, le pregunta a Elliot uno de sus amigos. Y cuando lo miro está muy enfadado. “No con palabras, pero sí con dibujos y cosas así.” El chico continúa mirándome y se acerca. “¿Qué es lo que dibujas?” Doy un paso hacia atrás pero ya no puedo retroceder más. Lo miro totalmente asustado. “No le gusta que la gente se acerque tanto a él, así que no deberías hacerlo. Él dibuja lo que ve y así es como sabemos lo que quiere.” Elliot suena muy inteligente al explicarlo así tan sencillo, pero no quiero que se los explique. Quiero que todos desaparezcan. Si no se van rápido, comenzaré a darle puñetazos a su amiguito preguntón. “Eso es muy raro , ¿Por qué?” dice la chica que creo que le gusta a Elliot. “Tú nunca me dijiste ni siquiera que tenías un hermano” –dice otra chica a su lado. No sé a dónde mirar. ¿Es que nadie ve que estoy aquí? “¿De quién son estos coches, los trenes y los patitos de goma?- dice otro mientras se acerca a mirar uno de los coches. Me da miedo que vaya a herirlos y miro a Elliot desesperado. “¿Por qué no viene a jugarafuera con nosotros?” - pregunta otra niña. “Sí, tu hermano es muy aburrido.” dice el chico de los coches.“ ¡No, no lo es! Él es muy divertido, solamente es diferente. Y es mi hermano.” Elliot parece más enfadado que antes y yo quiero desaparecer. “¡Y deja de tocar sus cosas!” Miro el suelo y puedo sentir como todos están mirándome atentamente. “¡Elliot, no hagas que tus amigos jueguen con Christian, sácalos de su habitación!” Carrick ha entrado y noto como empiezan a caerme lágrimas por las mejillas de nuevo. “¿Por qué está llorando?” pregunta una niña, pero no puedo ver quién porque no quiero levantar la cabeza. “Ahora, Elliot, fuera de aquí ¡Todos!” Y se marchan. Carrick se agacha a mi lado pero no quiero mirarle. “Lo siento mucho, Christian, Elliot solamente quería que conocieras a sus amigos, él te quiere muchísimo. No pretendía ofenderte. ” No quiero verle, no quiero mirarle ni a él ni a nadie. ¿Porqué soy raro y aburrido? ¿Por qué no sabían que estaba aquí?¿Por qué yo hablo con dibujos y cosas así? Odio a todo el mundo ahora mismo y mis puños empiezan a pegar la cama antes de que pueda frenarlos. Las lágrimas que me van cayendo me queman las mejillas. Carrick de repente me coge de la mano y mi garganta hace un ruido muy raro e intento escaparme. “Para, Christian, no puedes comportarte así, necesito que te comuniques conmigo. Mírame.” No parece enfadado, ni triste, ni feliz, solamente algo distinto. Lo miro porque tengo miedo de que se enfade si no lo hago. Miro hacia arriba porque continúa cogiendo mi mano. Está temblando. “No puedes estar así por siempre, Christian. Queremos que estés mejor, pero peleando con nosotros y encerrándote en ti mismo no te ayudas para nada. No podemos ayudarte a no ser que tú quieras que lo hagamos. Nosotros queremos ayudarte. Te queremos muchísimo y solo deseamos lo mejor para ti. Nunca te haremos daño, tienes que creernos.” Él suena… agradable. No estoy seguro de si es agradable o qué, pero intento estirar el brazo para soltar mi mano. Así quiero estar yo. No quiero hablar, no quiero recibir ayuda o lo que sea que ellos me quieran dar. Quiero solamente que me dejen solo. Vuelvo a llorar y cuando por fin me suelta la mano tengo muchas ganas de pegarle. Carrick se ve muy triste. “Siento mucho haberte cogido aunque no te guste, solo quería que no te fueras. De verdad quiero que estés feliz, Christian, eso es todo.” Me tiro un poco más atrás, no quiero escuchar nada más, quiero dormir. Todavía hay luz afuera pero yo solo quiero dormir. Suplico a Carrick con la mirada y mis ojos miran la cama, y él enseguida me entiende. “Por supuesto, cariño, puedes acostarte, si quieres. ¿Quieres que enchufe la televisión y un vaso de leche con galletas?” Digo que sí con la cabeza, mientras las lágrimas dejan decaer poco a poco de mis ojos. Cuando aparece de nuevo en la habitación lleva la leche y las galletas con chocolate, lo pone en la mesita al lado de la cama y enciende la televisión. No le miro a los ojos, solamente pongo mi cara contra la almohada y espero a que seme sequen las lágrimas.

lunes, 1 de julio de 2013

SOMBRA 13

Los días pasan y mi vida cada vez se hace más rutinaria. Más normal. Eso me gusta. La gente a veces ignora el placer de poder disfrutar de la tranquilidad. Del aburrimiento. Me encanta vivir con Grace, Carrick y Elliot. Ellos me enseñan muchísimas cosas. Me encanta aprender cosas nuevas. He aprendido a tocar el piano. Ahora sé tocarlo yo solo. Cuando lo toco Grace se sienta en el sofá a escucharme. Cierra los ojos y mueve la cabeza, lentamente, de un lado al otro, al ritmo de la música. He aprendido a escribir mucho mejor de lo que lo hacía antes. Ya soy capaz de escribir muchas palabras. Palabras nuevas que antes ni siquiera sabía que existían. Ahora me resulta más fácil decir lo que pienso. No importa que no sepa hablar. Puedo escribirlo. Ahora puedo escribir lo que quiero decir. Solo necesito un lápiz y un papel. Si lo hago mal Grace me corrige. No se enfada. Solo quiere que lo haga mejor. Quiere ayudarme. Elliot y yo vemos la televisión juntos. Me ha enseñado dos juegos nuevos. Son deportes de equipo. Se parecen al fútbol. Uno se llaman béisbol y el otro rugby. Creo que ahora soy más alto de lo que era antes. Más grande. Ya soy capaz de subirme al columpio. Solo necesito dar un salto. Ahora puedo balancearme yo solo. Sin ayuda de nadie. Solo necesito mover las piernas. No necesito que nadie me empuje. No sé muy bien cuánto tiempo hace que vivo en la casa de Grace y Carrick. Desde el día que llegue a vivir a su casa Grace va apuntando en un calendario cada día que pasa. Los tacha con una cruz de color negro. Cuando todos los días están tachados Grace arranca la hoja. Creo que Grace ha arrancado unas 5 o 6 hojas del calendario desde que estoy aquí. Los quiero muchísimo y ellos a mí. No obstante, pese a que siento que me quieren estoy convencido de que en el fondo Grace y Carrick quieren más a Elliot que a mí. Es normal. Al fin y al cabo él es su hijo y yo no. Grace ha intentado conseguir que hable, pero sigo sin ser capaz de hacerlo. Sigo siendo incapaz de articular palabras con la boca. Todas las noches, cuando nos sentamos a la mesa para cenar, Grace, Carrick y Elliot hablan entre ellos. Hablan sobre cosas que yo no entiendo. Hablan como si yo no estuviera allí. Hablan y discuten. Creo que muchas veces se olvidan de mí. Se olvidan de que sigo allí. En ocasiones ni siquiera me miran. No me miran ni una sola vez durante todo el tiempo que estamos juntos sentados a la mesa. Cuando estamos sentados a la mesa nunca hablamos con la libreta. No quiero que se ensucie con la comida. La dejo en mi habitación y luego, cuando he terminado de comer, vuelvo a por ella. He crecido. Soy más grande. Soy más alto pero sigo siendo igual de torpe. Por alguna razón me cuesta sostener las cosas con la derecha. Grace dice que me curaré. La mano derecha a veces me tiemblan. El brazo derecho me duele cuando intento levantar alguna cosa que pesa. Eso hace que a menudo, cuando intento beber algo, derrame la leche o el zumo por la mesa. Grace no los sabe pero cuando vivía en la otra cosa el hombre malo a veces cuando me zarandeaba me estiraba de alguno de los dos brazos. Una vez lo hizo tan fuerte que el brazo se me desencajó y mami tuvo que llevarme al hospital. Recuerdo que perdí el conocimiento. A partir de ahí no recuerdo mucho más. Fue el mismo brazo. Aunque sigo siendo igual de torpe ya no lloro tanto como antes. Grace dice que los accidentes pasan. Pero yo veo que nadie tiene tantos accidentes como yo. Los vasos se derraman porque yo los derramo. Las cosas se caen porque yo las tiro y los juguetes se rompen porque yo los toco. Me despierto. Estoy empapado en sudor. Estoy temblando. Por la noche tengo pesadillas sobre mantas verdes pegajosas. A veces aparecen el Hombre Malo y también mamá, Bob y Car. Recuerdo que también veo fuego. Oigo gritos y llanto. En el sueño el hombre Malo me pega. Me pega a mí y también a mamá. Ella está quieta. No se mueve. Yo lloro. En el sueño mamá esta muerta. Grace me explicó un día lo que significa la muerte cuando vimos un pajarito muerto en el parque. Era un pájaro muy pequeño. Se había caído del árbol y por el golpe, el hambre o el frío, había muerto. Eso dijo Grace. A mamá y a mí el hombre malo nos golpeaba. Pasábamos frío y hambre. Mama y yo estamos muertos. Como el pajarito. Entendí bien a lo que se refería y ahora sé dónde está mamá. Esta junto con el pajarito del parque y otras personas a las que ya nadie más puede ver y no se mueven. Lo que no logro entender es porque yo no estoy con ellos y en lugar de eso estoy con Grace, Carrick y Elliot. Ellos no están muertos. Cuando tengo alguna de esas pesadillas y me despierto por la noche, me doy cuenta que los gritos y lloros que oigo son en realidad los míos. Grito sin darme cuenta pero puedo oirlos. Nítidos. Claros. Como si fueran de otra persona que grita en la misma habitación. La luz se enciende y Grace y Carrick entran en la habitación. Me miran sin saber que hacer. Aún estando asustados no dejo que me toquen. Quizás justamente por ello. Puedo notar en sus ojos que quieren abrazarme para intentar que me calme. Quieren intentar reconfortarme con una caricia. Yo no quiero que lo hagan. Estoy muy nervioso y no puedo parar de llorar. Cuando se hace de noche y todo está oscuro noto el sabor metálico de los guisantes fríos en la boca. A veces huelo el humo de los palitos de luz del Hombre Malo. La oscuridad me da miedo. Odio la hora de irme a dormir. Grace y Carrick intentan tranquilizarme. Se sientan en la cama, junto a mí. No me tocan. Saben que no quiero que me toquen. Están cansados. Tristes. Yo también lo estoy. Sé que por mi culpa ya no sonríen tanto como antes lo hacían. Sé que los despierto todos los días en mitad de la noche. A veces, cuando no puedo dormir y no sé qué hacer, me voy a la habitación del piano y toco música. Suavecito, para no despertar a nadie. Grace viene y escucha un rato muy corto hasta que me doy cuenta y paro y miro el suelo, por si está enfadada. Sin embargo, nunca lo está. La mayoría de las veces simplemente se da la vuelta y vuelve a la cama, sin decirme nada. Otras veces se sienta a mi lado en la banqueta y me escucha tocar .No sé cómo leer el tiempo todavía, así que Elliot es el que me dice cada día qué hora es o en qué día de la semana estamos, pero por la noche, cuando está dormido, no puedo saber nunca la hora que es. Muchos días debo quedarme en casa con la señora Touhey porque Elliot se va a la escuela, y Grace y Carrick a trabajar, así que durante todo el día toco el piano y dibujo lo que quiero. La señora Touhey me prepara sándwiches y sopa mientras veo la televisión, pero me gusta más estar en casa cuando Elliot ha vuelto de la escuela y me cuenta cosas acerca de lo que ha hecho ahí. Mi corazón se siente terriblemente triste y Grace me lleva a veces al hospital para que le explique al doctor cómo me siento y qué es lo que me pasa, si es que lo sé. No uso palabras, pero pinto muchos dibujos. Cuanto más me preguntan, más fuerza hago con el lápiz en el papel. Grace dice que estoy frustrado y enfadado y me quiere ayudar, pero primero tengo que dejar que lo haga Yo solo la miro y como no sé qué hacer acabo mirando el suelo. La doctora le dice a Grace que cree que yo no la entiendo y que necesito mucha más ayuda que esas palabras. Ella siempre dice palabras como subdesarrollado emocionalmente o incapaz de comunicarse. Eso pone a Grace muy furiosa y entonces dejo de ver a esa doctora y empezamos a visitar a una nueva. De camino a casa no para de decirme que ella sabe que yo entiendo todo lo que me dice, y que le gustaría que pudiera usar palabras para demostrar que es verdad. Yo solo miro a través de la ventana del coche, porque simplemente, no puedo. Quiero decirle que no puedo hablar y que nunca podré. No tengo nada que decir. Grace me dice que es mi cumpleaños, lo cual es muy raro, porque ni siquiera sé qué significa. Me dice que es el día en que mami me tuvo y no sé cómo es que ella lo sabe porque no estaba allí. Pero no importa, dice que es la hora de preparar una fiesta. Cuando Elliot vuelve a casa de la escuela y Carrick y Grace llegan de trabajar, aparecen dos personas más que no he visto nunca, que dicen ser los padres de Grace. También dicen que son mis abuelos, aunque no sé muy bien qué significa eso tampoco. Son muy agradables y me dan una caja envuelta en un papel precioso, que tengo que romper, según me dicen. Al abrirla veo que dentro hay muchos trenes y estoy muy contento, porque son amigos nuevos para los patitos de goma y para mis coches. Elliot me regala un balón de fútbol y Grace y Carrick me regalan una cosa rarísima con dos ruedas enormes y dos más chiquititas a los lados, llamada bicicleta, y me dicen, que me van a enseñar a utilizarla .Me cantan todos a la vez una canción muy divertida y después de cenar me traen un pastel lleno de velitas encendidas. Elliot me explica que tengo que soplarlas todas juntas mientras pido un deseo, que no debo contarle a nadie. Desearía no estar triste nunca jamás .A partir de hoy, resulta que tengo cinco años, no cuatro. Grace pasa las hojas del calendario y los meses van pasando. Todavía no hablo, y Grace sigue enfadándose con los doctores. Elliot y yo jugamos mucho juntos, además ahora no tiene clase ningún día y jugamos con los aspersores o vamos a acariciar al perro de los vecinos. Aprendo muchísimo de todos ellos cada día, me enseñan palabras nuevas y lo que son cosas que yo nunca antes había visto. Me gusta dibujar todas esas novedades que aprendo. Elliot me ha enseñado a rodar por la hierba y a patear la pelota muy, muy alto. Me cuenta cosas de una chica de la escuela que le gusta y que tiene 10 años y él solo tiene 8. Dice que aun así es su amiga y que es guapísima. Me gustaría decirle que la quiero ver, pero simplemente le miro y sigo escuchando. Dice que una vez la abrazó, y que tiene unos dientes preciosos, una boca muy bonita y unos ojos azules muy grandes. Suena muy bien. No conozco a más chicas aparte de Grace, la señora Touhey, las doctoras y las chicas de la casa de acogida, a las que y anunca veo. Mami era muy guapa y Grace también. Todas las chicas eran muy guapas, pero no sé si me gustan de la misma manera que dice Elliot que le gusta la chica de su colegio. ¿Se supone que debería ser así? A él le gusta muchísimo, porque cuando va a su casa a jugarse pone las únicas zapatillas que no tienen manchas, ropa muy bonita y siempre me guiña un ojo antes de salir por la puerta. Ahora pasa mucho tiempo en su casa, más que conmigo incluso. Me quedo sentado en la cama de mi habitación y miro la televisión aunque es mucho más aburrido que jugar con Elliot en el jardín. Grace está preocupada de que ya no quiera salir, Carrick me lleva al parque cuando Elliot no está en casa con nosotros y patea el balón igual que lo hace él. “¿Está todo bien, pequeño?” Yo no hablo, no sé para qué me pregunta. Carrick me pregunta cosas que no puedo responder sin mi cuaderno y las pinturas. Además tampoco puedo pintar y patear a la vez, así que sigo jugando con el balón como si nada me hubiera preguntado Grace toca el piano conmigo y me enseña muchas canciones nuevas que son preciosas. Las repito una y otra vez hasta que me salen igual que a ella. Le gusta mucho cuando hago esto y se pone muy feliz. Ella dice que son mis canciones y a mí me encanta porque nada de lo que tengo es mío. Nada excepto las canciones que toco. Mis canciones. Cuando toco el piano me da la sensación de que Grace me quiere de verdad, porque Elliot siempre dice que es un instrumento tonto y que prefiere jugar al fútbol. Me hace sentir especial cuando el abuelo, la abuela, Grace y Carrick se sientan en el sofá, se quedan quietos y escuchan cómo toco mis canciones para ellos en el piano. A veces tengo la sensación de que me odian, pero nunca cuando toco el piano. Grace pasa las hojas del calendario una y otra vez y yo me pongo cada vez más triste, porque nada mejora ni yo me siento diferente. Todavía me siento triste y Carrick y Grace me quieren menos y menos cada vez. Elliot se va a casa de su amiga muchas tardes y yo me siento muy solo. Una noche Grace nos sienta a Elliot y a mí en el porche y nos dice que hay otra niñita que va a venir a vivir con nosotros. Será nuestra hermana pequeña.

SOMBRA 12

Grace me lleva a una tienda y me compra más galletas con trocitos de chocolate. Galletas como las que comí en su casa. Estaban buenísimas. Me compra un libro. Está lleno de dibujos. La tapa es de diferentes colores. Me regala también un bolígrafo azul. Alguna vez he tenido lápices de colores e incluso ceras, pero nunca antes un bolígrafo. Me siento orgulloso. Es un bolígrafo como el que utilizan los mayores. Estoy muy contento con todos los regalos, aunque aún no sé por qué nos hemos ido tan rápido del médico. En realidad no me importa, prefiero ir con Grace a los columpios. Hay mucha gente en el parque; grandes como Grace y pequeños como yo. Hace un día muy soleado y puedo ver que el parque es muy grande y my bonito. Tiene muchos juegos y árboles. También hay flores por el suelo. Todo el mundo está sonriendo. Me gusta mucho estar aquí. Me gusta estar contento. Me coge de la mano y caminamos juntos hasta un banco de madera. Frente a nosotros hay otro banco igual al banco que en el que estamos sentados. Entre ambos hay una mesa. Todo el conjunto está hecho de una única pieza. No es una mesa tradicional. Nos sentamos. “Bien”- me dice Grace, “he pensado que podría enseñarte a escribir. Así podremos comunicarnos. Así podremos escucharte y entender todo lo que nos quieras decir”. Puedo ver en sus ojos como tan solo la idea de pensar en ello la hace feliz. Estoy muy intrigado por saber en qué vamos a escribir y si voy a saber hacerlo bien. No sé por qué estaba enfadada antes, pero ya no lo está. Abre el cuaderno y le quita el tapón al boli y lo coloca en el otro extremo. Me lo da para que lo coja. Después abre el paquete de las galletas y coge una. No me importa que también coma. Me gusta poder compartir las cosas con ella. Cada vez que lo hacemos, cada vez que compartimos algo, siento que somos amigos. “¿Recuerdas lo que escribimos la última vez, cariño?” Lo recuerdo. Recuerdo que lo último que intento enseñarme resulto ser demasiado difícil para mí. Boli en mano trato de replicar los únicos garabatos que sé hacer: mi nombre, mi apellido. A, B y C. No recuerdo más. Miro el espacio en blanco que no he sabido rellenar con más letras. Me entristezco. Nunca llegaré a ser tan listo como Elliot. Al levantar la mirada Grace me sonríe. Está muy contenta. Eso me hace feliz. “Wow, Christian, ¡recuerdas muchas letras! Eres un chico muy listo, lo vamos a pasar genial aprendiendo a escribir.” Me siento orgulloso. Orgulloso de que a ella le agrade lo que hago. Estoy contento. Muy, muy contento. Grace coge el bolígrafo y empieza a escribir más cosas después de mi C. Sus letras son muy bonitas y las escribe muy fácilmente. También coge el boli de una forma peculiar. Elegante . Mis dedos no son capaces de sostener el boli así. Tengo que apretar mucho. Aprieto el boli en el centro de mi puño tan fuerte como puedo, pero no puedo evitarlo, a veces se me cae. “Después de la C viene la D, como la primera letra de dulce.” Después me enseña muchas letras más y jugamos a buscar palabras que yo conozca y que empiecen por esas letras. Así me resultará más fácil recordarlas, dice. Luego hacemos un pequeño dibujo al lado de cada una de las letras. He pensado que llevaré el cuaderno siempre conmigo. Así podre utilizar cada vez que quiera decir algo y no pueda. Cuando acabamos se ha hecho tarde. Tengo la cabeza y las manos calientes por haber estado tanto rato al sol. Tengo sed. Quiero beber agua. Miro las hojas y están llenas de dibujos y letras. Puedo acordarme de muchos de esos dibujos nada más mirarlos. Nos hemos comido todas las galletas, pero sigo teniendo hambre. “Es la hora de comer, cielo, seguiremos practicando cuando volvamos a casa.” Otra vez ha sabido qué era lo que estaba pensando. No he tenido que decírselo. Me levanto dispuesto a seguirla. Miro los columpios al pasar y me giro. Miro a Grace. Me siento en el suelo. Abro el libro para dibujar el columpio y a mí balanceándome en él. Grace se agacha sorprendida y al ver el dibujo me pregunta “¿Qué es? ¿Es que quieres columpiarte?” Asiento con la cabeza para decir que sí. Ella sonríe haciendo ver que no entiende lo que eso significa. Es extraño. Se que me ha entendido. Entonces me acuerdo que me ha dicho que ahora puedo utilizar las letras para comunicarme. Ya no necesitaré mover la cabeza nunca más. Vuelvo a coger el cuaderno y escribo SÍ y lo levanto para enseñárselo. Grace está muy contenta de ver lo que acabo de hacer. “¿Quieres volver a jugar en los columpios? ¡Perfecto, cariño! Pero no nos quedaremos mucho rato, porque se acerca la hora de comer y has de recuperar energías.” Voy a los columpios. Ella me sigue muy de cerca. Le doy el libro y el bolígrafo para que me los guarde. Intento subir. Me encantaría que Elliot estuviera aquí para enseñarme cómo lo hace él. Grace me mira mientras sigo intentando alcanzar el columpio. Otra vez esa sensación. Vuelvo a sentirme pequeño y estúpido por no poder subir. ¡Tengo una idea, Christian! Voy a poner mis manos como si fueran un escalón, así tú podrás colocar ahí un pie y subirte solo sin que yo te toque, ¿vale?” Se agacha y pone sus manos juntas. Yo hago lo que ella me ha dicho que hiciera. Cuando uno está arriba del todo del columpio da mucho miedo. Mis pies no tocan el suelo y tengo muy poco equilibrio. Me cojo fuerte a las cadenas con las manos. “Desearía tener una cámara ahora mismo, Christian, ¡estás precioso y tan valiente!”, más caras felices, “¿Quieres que te empuje?” No digo ni que sí ni que no con la cabeza, pero tampoco puedo escribir, así que Grace se coloca detrás de mí y me balancea suavemente empujando las cadenas por debajo de mis manos. El columpio empieza a moverse y de repente ya no tengo miedo. ¡Esto me encanta! “Si quieres ir más rápido para llegar más alto debes cogerte muy fuerte a las cadenas, no te sueltes, Christian.” Cada vez subo más alto y puedo ver el cielo, el sol y alguna nube, justo como mami me dijo una vez. Cierro los ojos y ahora entiendo por qué le gustaba tanto. Me entiendo por qué le gustaba tanto. Me acuerdo de ella y además estoy muy feliz. El asiento ahora se está moviendo solo y Grace ha vuelto delante y me mira sonriente. No sé muy bien por qué empieza a frenarse él solo, pero está bien, simplemente va parando lentamente cuando nadie lo empuja. “Cariño, tienes una risa preciosa” ¿He reído? Girola cabeza y veo que hay muchos niños como yo en una especie de bañera de plástico con una valla. “Eso de ahí es la zona de juegos” - me dice señalándome cada uno de los elementos, “también hay medias lunas, toboganes y mucho más. A Elliot le encanta esa parte. Si quieres podría traerlos a los dos esta tarde y así podréis jugar juntos y te enseñará cada uno.” Muevo la cabeza enseguida diciendo que sí, aunque ahora que tengo el libro y puedo escribir se supone que no debo hacerlo, pero Grace no parece enfadada. Bajo del columpio de un salto y ella se gira y camina delante de mí hacia el coche. Doy unos pasitos rápidos para acercarme a su lado y toco sus dedos con los míos. Siempre se pone muy feliz cuando lo hago y ahora quiero hacerlo porque yo también estoy muy contento de que me haya enseñado todos estos juegos. Nos paramos a comer en una tienda que se llama Dunkin’ Donuts y yo como una rosquilla, un zumo de naranja y unos pastelitos que están deliciosos. Grace toma la misma rosquilla que yo y un café. No me deja probarlo porque dice que está demasiado caliente, pero huele igualmente delicioso. Después vamos a casa y al salir del coche el perro de la puerta comienza a ladrarnos de nuevo. Al principio me asusto mucho, pero luego recuerdo que es su manera de decirnos hola y ya estoy tranquilo. Me gusta porque su manera de comunicarse es distinta que la de los demás, como yo, él tampoco puede usar las palabras, así que tiene una manera diferente de saludarnos. Muevo la mano y espero que me haya entendido porque así seremos también amigos. Cuando llego a casa vuelvo a abrir el cuaderno y continúo dibujando con los lápices de colores, mientras espero a que llegue Elliot porque quiero jugar a fútbol tal y como ha dicho que haríamos. Grace sale de la habitación de los gofres y entra en otra habitación donde empieza a hacer bastante ruido. Pero no es un ruido malo, suena muy bien y es muy agradable, así que me levanto y me acerco para verla. Está sentada en un banquito de madera, como el del parque pero más pequeñito. Y esta vez la mesa tiene unas pequeñas piezas blancas y negras que al presionarlas suena una música preciosa. “Es un piano, Christian. Hace música. ¿No es bonito escucharlo? Ven aquí, pruébalo tú mismo.” Subo al banquito a su lado y observo qué hace, exactamente, para que la mesa haga ruido y suene igual que una canción. Me gustan mucho las canciones, me gustaría que ella usase las palabras mientras hace música para hacer más bonita la canción, pero sin embargo, me encanta de todas maneras. “Inténtalo”. Ella aprieta una pieza blanca y después lo hago yo igual. Después otra y otra y yo continúo imitando cada movimiento. “Ahora intenta hacerlo todo igual desde el principio.” Solo puedo recordar unas pocas notas pero suena muy bien y Grace sonríe mientras aplaude. Me aplaude a mí. “Tienes una memoria muy buena, Christian” Dice. Me encanta haber hecho un trocito de una canción yo solo, quiero continuar pero de repente se abre la puerta y aparecen Elliot y la señora Touhey. “¡Hora de jugar al fútbol, Christian!” grita Elliot mientras tira la mochila a un lado y corre hacia su cuarto. En un segundo está de vuelta y lleva un balón blanco y negro en sus manos. “No juguéis dentro de casa con la pelota” –dice Grace. Yo no quiero jugar a futbol ahora, quiero continuar viendo como ella toca el piano y me enseña a tocarlo a mí también. Una vez más, ella lee mi pensamiento y me dice: “No te preocupes, cariño, ve a jugar ahora con Elliot al jardín y en otro momento te enseñaré mucho más.” ¡Qué bien! Sonrío y me bajo del taburete para irme con Elliot porque le he dicho que lo haría y sé que eso también le hace feliz a él. Vamos afuera por una puerta diferente a la que hemos usado para entrar y salimos a un jardín diferente al que utiliza el coche para vivir, donde he saludado al perro. Elliot deja el balón en el suelo y le da una patada. La pelota viene muy rápido hacia mí y me golpea la pierna, pero no me duele nada, porque ha sido muy flojo. “¡Lo siento! Tienes que pararla con el pie y devolvérmelo a mi de un golpe como he hecho yo.” Lo intento y el balón no llega hasta donde está Elliot pero se queda muy cerca, así que él solo hade dar un par de pasos para cogerlo y volver a patearla hacia mí. “¿Sabes qué? ¡Hoy una niña de mi clase ha vomitadoen la mesa! jajajaja” Elliot se ríe, y yo también, porque no sé muy bien qué hacer, pero me gustaría mucho saber más cosas del colegio. “También he hecho un examen de matemáticas. Creo que me ha salido muy mal, así que no se lo digas amamá, por favor.” ¿Que no se lo diga a mamá?¡ Ah,…! ¿Grace? Digo que sí con la cabeza y le devuelvo el balón. Esta vez ya he aprendido y le llega justo hasta sus pies. Elliot continúa hablándome de su escuela y suena genial. Me encantaría ir a la escuela y tener amigos que vomitaran en clase, hacer mal los exámenes de matemáticas y tener profes que huelen raro. Parece muy divertido porque Elliot sonríe todo el rato Ni siquiera sé muy bien qué significa apenas nada de lo que me ha contado, pero quiero entenderlo y quizás pueda ir con él a la escuela algún día escondido en su mochila, porque parece enorme y creo que yo cabría en ella. Quizás incluso podría preguntarle a Grace y ella me dejaría ir, o Elliot podría preguntarle por mí. Mmmm, no, me gusta más la idea de esconderme en su mochila y poder ver primero cómo es, sin que nadie me vea. Durante la cena Elliot me enseña cómo sacar la carne del pollo de un mordisco sin tocar el hueso con mis dientes para no hacerme daño. Por fin puedo comer la comida de la gente normal y así comemos todos lo mismo. Estoy muy contento porque está deliciosa, como la rosquilla de la comida. La señora Touhey ha preparado guisantes y están muy calientes y sale vapor de la cazuela. Solo de recordarlos me empieza a doler el estómago y no quiero comerlos. Pero no pasa nada, porque Elliot pone leche en un vaso y me lo acerca Sabe igual que la leche con chocolate que me preparó Grace y me hace entrar ganas de volver a comer cookies otra vez. Cuando hemos terminado toda la comida quiero volver de nuevo al parque. Me alegro mucho detener ahora una manera para comunicarme, así que voy a por mi libro y lo abro por la página de los columpios para que Grace lo vea. “¿Qué es esto?”- dice Carrick “Christian y Yo hemos aprendido hoy cómo poder hablar sin utilizar palabras, así que ahora ya podrá contarnos muchas cosas, ¿verdad?, hemos estado trabajando con las letras y los dibujos.” Digo que sí muy feliz con la cabeza y Carrick también sonríe mientras me mira. Elliot se acerca corriendo y al ver mis dibujos se ríe. “¡Son los columpios del parque! ¿Habéis ido a los columpios?” Digo que sí con la cabeza. “Lo llevé de vuelta a los columpios y quiso probarlos de nuevo y estoy segura de que le han encantado, ¿a que sí?” Grace está más feliz que nunca y yo también. Quiero ir a columpiarme con Elliot. “Mami, ¿podemos ir al parque de nuevo?” ¡Ahora Elliot también sabe lo que estoy pensando! Grace y Carrick asienten con la cabeza. “Pónganse los zapatos y vamos todos a los columpios y comeremos un helado de camino.” Elliot pide un helado en un cucurucho y yo tomo lo mismo que él porque sé que sabe qué es lo que está más bueno. Después Grace le enseña cómo ayudarme a subir al columpio con las manos. Elliot me empuja y se va corriendo a subirse al columpio que está a mi lado. Desde ahí me enseña amover las piernas para que yo mueva el columpio sin necesitar a nadie que empuje las cadenas y voy muy rápido, y muy alto, y veo el cielo y las nubes otra vez. Cuando volvemos a casa, Elliot se marcha corriendo a ver la televisión y Grace me acompaña al piano para enseñarme un trocito más de la canción. Cada vez recuerdo más partes, así que suena genial y lo voy repitiendo una y otra vez. Estoy contento por este día. Estoy muy contento por tener muchos días más como este, junto a Carrick, Elliot yGrace. • Sombra 13 Los días pasan y mi vida cada vez se hace más rutinaria. Más normal. Eso me gusta. La gente a veces ignora el placer de poder disfrutar de la tranquilidad. Del aburrimiento. Me encanta vivir con Grace, Carrick y Elliot. Ellos me enseñan muchísimas cosas. Me encanta aprender cosas nuevas. He aprendido a tocar el piano. Ahora sé tocarlo yo solo. Cuando lo toco Grace se sienta en el sofá a escucharme. Cierra los ojos y mueve la cabeza, lentamente, de un lado al otro, al ritmo de la música. He aprendido a escribir mucho mejor de lo que lo hacía antes. Ya soy capaz de escribir muchas palabras. Palabras nuevas que antes ni siquiera sabía que existían. Ahora me resulta más fácil decir lo que pienso. No importa que no sepa hablar. Puedo escribirlo. Ahora puedo escribir lo que quiero decir. Solo necesito un lápiz y un papel. Si lo hago mal Grace me corrige. No se enfada. Solo quiere que lo haga mejor. Quiere ayudarme. Elliot y yo vemos la televisión