viernes, 26 de julio de 2013
NO ME OLVIDES
Cuando me sorprendieron robando, creí que el mundo se derrumbaba. Fue una estúpida travesura, pero eso no fue lo peor: la jueza me impuso una pena de trescientas horas de servicio comunitarios. ¡Toda una eternidad!
Claro que nunca hubiera creído que me encantaría trabajar en un centro asistencial, y que alguien como Gabriel se cruzaría en mi camino.
Desde que lo conozco, me siento otra persona. Tenemos tantas cosas en común, y se nos acaba el tiempo…¡ Ahora querría que esas trescientas horas fueran eternas!
P.D: ¿Cómo se le dice adiós a alguien que se ama?
https://app.box.com/s/fdmjhx85ga7dwoq3uen7
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
déjanos un comentario ...