martes, 10 de septiembre de 2013

CAPITULO 45 (50S CONTINUA)

Leila Ha sido un buen día. El trabajo ha sido satisfactoriamente productivo, y he bromeado con Anastasia por correo electrónico. Joder, ella incluso me ha hecho arrojar mi café por todo el teclado como un idiota cualquiera, cuando leí su correo electrónico sobre todos los lugares en los que hemos follado ‘Kinky’. Yo estaba en una reunión en ese momento con dos ejecutivos bancarios, pero como estaban realmente interesados ​​en hacer negocios conmigo, no hicieron ningún comentario cuando les di una excusa poco convincente acerca de que mi café se había ido por el camino equivocado. Es más que seguro que disfruto teniendo 'sexo Martini', a cualquier hora, en cualquier momento y en cualquier lugar. Es mucho mejor que el celibato que me había impuesto los días laborales con mis sumisas, y como he tenido mucho sexo me siento menos tenso y por lo general mucho más relajado estos días, a pesar de todos los estragos que el comportamiento impredecible de Leila ha causado. Y Ana parece muy emocionada con el hecho de que nunca he acostumbrado tener relaciones sexuales durante la semana con mis sumisas, eso solo ha pasado con ella. Otra de nuestras memorables primeras veces. Por suerte, Ana se acordó de usar su BlackBerry esta mañana para enviar el correo electrónico, o habría tenido que llamar a Barney para ‘hacer desaparecer correos electrónicos embarazosos’ mágicamente otra vez. Él suele estar inmerso en su mundo de fantasía la mayoría del tiempo, un mundo diseñado especialmente para los freaks y nerds. Juro que son una especie aparte del resto de la humanidad. Funciona igual de bien bajo estas circunstancias. Incluso el problema del chantaje de Elena resultó ser nada más que su sumiso, Isaac, trataba de sorprenderla tomando la iniciativa y creando una nueva escena muy imaginativa. Sin embargo no estoy muy seguro de que Elena apreciara sus esfuerzos, pobre muchacho. Pero también sé que disfrutarán de las medidas extremas que ella sin duda utilizará para recompensarlo. Recuerdo algunas de las ‘recompensas’ que ella me dio, espero que él sea un masoquista con un umbral de dolor muy alto. No estoy exactamente emocionado por el hecho de que el hermano de Katherine Kavanagh vuelve hoy, porque lo último que quiero es que Ana pase tiempo con este chico guapo, Ethan. Recuerdo haberlos visto juntos en la ceremonia de graduación, donde fue bastante obvio que se conocían bien. No me gusta eso, porque naturalmente me pone muy celoso. Quiero ser el único hombre en la vida de Ana, el único que esté cerca. Sin embargo, ella ha prometido que me hará saber en cuanto Ethan se ponga en contacto para ir a recoger la llave del apartamento, así que vamos a partir desde ahí. En cualquier caso, Sawyer ha sido informado plenamente de como es Ethan para que pueda reconocerlo si aparece. Él tiene instrucciones estrictas para que me lo haga saber, y de no permitir que Ana salga sola con él bajo ninguna circunstancia. Estoy contento de que Ana finalmente esté siendo menos desafiante y más colaboradora acerca de su seguridad personal, porque ella me llama inmediatamente para decirme que tiene que ir a buscar el almuerzo para ese hijo de puta perezoso de Hyde. Respondo a su llamada, a pesar de que estoy en medio de una reunión con seis de los chicos del departamento de ciencias del medio ambiente de WSU, que me están informando de los últimos y prometedores avances en la investigación. Con gran placer les digo que la llamada es de mi novia, y luego veo las miradas incrédulas en sus rostros. Así que supongo que Ana tenía razón cuando afirmaba que probablemente todos pensaban que era gay. Bien, está bien que sepan, junto con el resto del mundo, que ciertamente no lo soy. En realidad encuentro esta excursión muy divertida, salgo del armario como heterosexual, no como gay. No hice caso de su sugerencia anterior de que la deje tener contacto directo con Sawyer. Siempre me gusta oír su dulce voz, y por supuesto que me gusta mucho mas saber de primera mano lo que está pasando con ella, en lugar de escucharlo de uno de los hombres de seguridad. Tengo que hablar con Sawyer, en cualquier caso, ya que él y Taylor han estado monitorizando el video de vigilancia encubierto de la oficina de SIP. Por desgracia, no ha demostrado ser tan útil, ya que solo puede grabar ángulos limitados, y la cosa es que Hyde se mueve mucho al rededor. Es casi como si sospechara que está siendo vigilado - es un individuo muy astuto, y parece que de alguna manera ha sabido algo acerca de la toma de posesión en SIP. En cualquier caso, me siento aliviado cuando Sawyer dice que Ana ha regresado de forma segura de la tienda de delicatesen más cercana con el almuerzo. No es hasta casi las tres de la tarde que finalmente Ana me envía un correo electrónico para decirme que Ethan ya ha llegado a Seattle, y que pasará para recoger las llaves del apartamento a su oficina. Ella quiere asegurarse de que se instaló bien, y sugiere que vayamos a verlo después cuando la recoja del trabajo, y luego todos vayamos a cenar juntos, ella invita. Sí, claro, como si se lo fuera a permitir, por el amor de Dios. Pero por lo menos no me está sugiriendo ir con él a solas, así que estoy de acuerdo con sus planes, menos la parte de que ella paga. Ves, me puedo comprometer y jugar amablemente. Pero por el amor de Cristo, ya se está olvidado de usar su BlackBerry en el siguiente correo electrónico, lo que me molesta. Pero no puedo estar enojado con ella por mucho tiempo. Nunca puedo. Una media hora más tarde, Sawyer informa que Ethan Kavanagh está en la recepción de SIP para recoger las llaves antes de salir de nuevo. No estoy impresionado por las imágenes de vigilancia que ha tomado, debido a la forma en que el chico descaradamente le da un fuerte abrazo, y luego besa su mejilla. Ella es mía, así que quita tus sucias manos de encima, Kavanagh. Pero mi ánimo se restablece, en cuanto veo a Ana caminando hacia mi cuando voy a recogerla después del trabajo. Ella se ve tan deliciosa ahora como esta mañana, con ese vestido azul ajustado y las sexis sandalias de tacón alto. Puedo decir que me siento realmente emocionado por cómo le queda esa ropa elegante que elegí para ella, por lo que ahora realmente quiero comprarle un poco más, si solo puedo convencerla de que me lo permita. De camino hacia el apartamento le paso a Ana los horarios que Claude tiene disponibles en su agenda para un entrenamiento personal. Estoy feliz de que ella se haya comprometido a tener algunas sesiones, y sé que ella va a estar en buenas manos con él. Realmente tiene que trabajar en el fortalecimiento de su resistencia - Me preocupa porque se desgasta con mucha facilidad. Sé que soy muy exigente, porque fácilmente podría follar toda la noche, pero me tengo que frenar porque sé que ella necesita dormir. Además, espero que un poco de ejercicio extra le ayude a aumentar el apetito, y por lo tanto a mejorar su dieta, ya que sospecho que todavía tiene que recuperar el peso que perdió cuando rompimos. Ros me llama cuando llegamos al edificio de apartamentos. Tomo la llamada, el acuerdo con el astillero de Taiwán que estamos negociando en la actualidad está en un momento muy crítico, y yo no quiero que las cosas se pongan feas ahora, no después de meses trabajando en ello, aunque no tengo dudas de que seguiremos trabajando en ello durante muchos meses más aún. Tenía la intención de acompañar a Anastasia dentro del edificio, pero ahora estoy distraído, así que la dejé ir sola a recoger a Ethan, suponiendo que solo tardaría un minuto. Me sorprende, y también me molesta, cuando Ana no regresa con el chico después de un minuto o dos, e incluso después de haber terminado la llamada con Ros. ¿Qué diablos puede estar haciendo con él? Después de un par de minutos más, miro a Taylor. La preocupación comienza a arrastrarse en mi mente. "El apartamento era definitivamente seguro cuando se revisaste antes, ¿verdad?" "Yo lo verifiqué, señor, en lugar de delegar en alguien más," me asegura, pero veo una mirada de preocupación en su rostro, que crece según pasan los minutos. Entonces vemos que el chico Kavanagh llegar y sacar su llave para abrir la puerta. "Mierda." Taylor salta fuera del coche en el mismo instante que yo, porque ambos nos damos cuenta lo que esto significa, si él está aquí con la llave, entonces, ¿quién coño le ha abierto el apartamento a Ana? Tiene que ser Leila. A pesar de toda mi supuesta seguridad y exagerada protección, acabo de dejar que Anastasia casualmente camine directamente a una trampa mortal. ¿Cómo he podido ser tan jodidamente estúpido y descuidado? En este momento, ella podría estar tirada en el suelo, herida de muerte. Si ese es el caso, bien podría girar el arma contra mí, porque no voy a ser capaz de vivir conmigo mismo. Todo lo que puedo hacer es llegar a ella tan rápido como me sea posible y espero que estemos a tiempo. Taylor salta sobre Ethan para tomar la llave, y entonces se abre camino en el edificio. "¿Qué demonios ...?" El chico es tomado por sorpresa y trata de defenderse, pero yo lo empujo fuera del camino mientras corro dentro. "Voy primero, Taylor," insisto, mientras ambos corremos hacia el apartamento. Siento el pánico y el miedo frío corriendo sobre mí. No hemos oído ningún disparo, pero si Leila tenía un silenciador en la pistola, no estoy seguro de qué tendríamos que hacer. La imagen de mi pesadilla de Anastasia con una bala en el corazón se abre camino dentro de mi cabeza, pero tengo que alejar esos pensamientos. No puedo permitirme pensar así. "No, señor, es demasiado arriesgado. Si es la Srta. Williams quien está ahí, ella está muy probablemente armada." "Soy muy consciente de eso, pero sé cómo manejarla." "Sr. Grey es mi responsabilidad garantizar su seguridad... " "Mira, no hay tiempo para discutir, vas a tener que confiar en mi cuando te digo que yo creo que va a hacer exactamente lo que yo le ordene. Ella me responderá solo a mí." Taylor me mira fijamente durante unos segundos, antes de asentir de mala gana a modo de consentimiento. Durante los años que ha trabajado para mí, debe de haber aprendido suficiente sobre la dinámica de la relación de D/S para tener fe en lo que estoy diciendo. "¿Pero cómo diablos pudo haber entrado, cuando dijiste que personalmente revisaste el apartamento y era seguro?" Le pregunto con frustración, y se ve pálido ante el horror. "No tengo ni puta idea, señor. Joder, era definitivamente seguro; he revisado y vuelto a revisar que fuera seguro. No podía fallar con algo tan obvio, no es posible. Yo nunca habría arriesgado la seguridad de la señorita Steele. Solo puedo pensar en que de alguna manera la Srta. Williams se apoderó de las llaves de la señorita Steele cuando ella estuvo en su apartamento e hizo una copia. Ella ciertamente demuestra ser una mujer taimada y astuta," gruñe furioso, mientras llegamos a la parte superior de las escaleras. Estoy literalmente enfermo de miedo, pero me mantengo bajo control. Tengo que creer que Anastasia está bien, que puedo manejar a Leila para tener la situación con seguridad bajo control, y que ella me va a obedecer, en lugar de obedecer a Taylor. Estoy seguro de que es nuestra mejor esperanza. Si dejo que él tome el control, me preocupa que haya muchas posibilidades de que vaya a dispararle a Leila para no correr riesgos, porque sé que él es muy protector con Anastasia. Normalmente, eso es un atributo que valoro mucho, pero en este caso creo que podría causar una reacción exagerada que de alguna forma termine en disparos. Nunca he visto con buenos ojos las armas. Todo lo que quiero es una solución segura para esta pesadilla - una que he provocado por mi elección de estilo de vida. Este es tu castigo, Grey. Por atreverte a pensar que un hijo de puta enfermo, pervertido como tu alguna vez podría merecer el amor de una chica pura e inocente como Anastasia. Tienes ya una idea de cómo sería de buena la vida estando con ella, y ahora todo te va a ser arrebatado, haciendo tu vida una y mil veces más oscura de lo que era antes, porque ahora ya sabes lo que va a faltar. No es más que lo que te mereces, aunque Ana tenga que ser el pago por tu maldad. Eres el único cuyas acciones, sin duda, han empujado a Leila hasta ese límite, por haberla desequilibrado lo suficiente como para atacar a Anastasia. Inspiro profundamente, y empujo para abrir la puerta del apartamento, preparándome para lo que podría encontrar. Taylor está justo detrás de mí, impaciente por entrar, siendo muy reacio a ceder a mi deseo de entrar primero. Joder. La escena de mi pesadilla. Leila está precisamente en el apartamento, y ella está parada apuntando con un arma a Anastasia. Pero podría ser peor. Por lo menos puedo ver que Ana vive. Rápidamente la escaneo de pies a cabeza para asegurarme de que no le falta nada, que no tiene ninguna lesión que no sea inmediatamente obvia, pero parece estar bien. Estoy más que aliviado, pero ahora tengo que concentrar mi atención en Leila, porque ella todavía está armada y sigue siendo muy impredecible. Anastasia todavía se encuentra en peligro, y no puedo permitirme el lujo de correr riesgos. Leila vuelve su mirada hacia mí. Se ve terrible, fantasmal, descuidada, pálida, delgada y muy sucia, vestida con un horrible abrigo grande. ¿Qué demonios la ha llevado a esto? ¿Le hice yo esto a ella? ¿He dominado su espíritu tan mal que nunca se recuperó bien de cómo actué con ella? Siempre es el primer y principal deber de un Dominante asegurar el bienestar de su sumiso. Es su principal prioridad y una que yo siempre he tomado muy en serio. Sé que Leila era una sumisa experimentada cuando la contraté a mi disposición, y que accedió sabiendo exactamente lo que hacía, porque siempre me aseguré de que mis contratos fueran transparentes. Sé que al final ella quería más de mí, pero creo que ella aceptó que no era posible, y ciertamente no daba muestras de estar demasiado angustiada cuando nuestro contrato llegó a su fin y se fue. Y cuando Elena me informó de que Leila se había casado, asumí que había cambiado y felizmente ese capítulo se había cerrado definitivamente. Cuando los ojos de Leila se cruzan con los míos, inmediatamente puedo sentir que ella sigue siendo la misma sumisa natural que era cuando yo fui su Dominante. Levanto mi mano para evitar que Taylor la ataque. Puedo manejar esto. Un delicado y suave enfoque es lo que se necesita para tener la situación bajo control. Él simplemente tendrá que contener su furia y frustración indudable, y poner su pistola en la cartuchera que le corresponde. Leila gira ligeramente la cabeza, mientras ella me mira a través de sus pestañas, una mirada que yo recuerdo muy bien. ¿Qué le ha pasado a esa mujer bonita, a esa joven traviesa que era antes, para llevarla a esta crisis emocional? Mi prioridad ahora es conseguir que esté de nuevo controlada, así que rectifico mi postura, y me concentro para entrar en mi mentalidad de dominante. Es una actitud, una manera de mandar a otra persona con una leve expresión o la mirada. Un dominante natural como yo lo hace tan fácilmente como respirar, y al ser una sumisa natural, Leila instintivamente me responde sin dudarlo. "Arrodíllate," le digo en voz baja. Leila instantáneamente observa el ritual de consagrada sumisa de presentarse a sí misma. Ella se deja caer de rodillas, inclina la cabeza y deja caer la pistola al suelo con el fin de colocar sus manos y antebrazos perfectamente en la posición correcta, apoyados en los muslos. Oigo suspirar a Taylor de alivio cuando levanto el arma y la guardo de manera segura en el bolsillo. Lo que la gente fuera de la comunidad BDSM no entiende es que Leila necesita y da la bienvenida a mi control, ya que significa que no tiene que pensar por sí misma otra vez. Que puede entregarme la responsabilidad de hacer frente a todo por ella. Esto es lo que ha estado anhelando de mí, el por qué ella ha estado tratando de llamar mi atención en su propia manera extraña, todo ha sido un grito de ayuda. Ella sabe que, como su Maestro, yo me haré cargo de todas sus preocupaciones y problemas. Esto es lo que necesita de mí, esto es por lo que ella ha estado buscándome. Pero en su estado de confusión mental, creo que ella ha visto a Ana como un obstáculo para obtener mi ayuda, y de esa manera se puede explicar por qué ha actuado de manera amenazante hacia ella. Veo una pequeña sonrisa de alivio jugando en los labios de Leila mientras ella se entrega a mi control. "Anastasia, ve con Taylor," le ordeno. Necesito que se vaya de aquí, necesito saber que está a salvo y fuera de peligro. "Ethan," Ana susurra. ¿Qué? Me doy cuenta de que ella no tiene ni idea de donde está el chico, así que le informo brevemente. "Abajo." Durante todo este tiempo, miro a Leila de cerca. Tengo que mantener ese vínculo con ella, para mantenerla bajo control, al menos hasta que Ana esté fuera de peligro. Entonces puedo seguir adelante con los arreglos para que ella obtenga la ayuda profesional que necesita desesperadamente. Miro a Ana. Está muy pálida, como si estuviera a punto de desmayarse - Creo que está en estado de shock. Realmente necesito que salga de aquí con seguridad, pero parece clavada al suelo. "Anastasia." Lo intento de nuevo, pero ella sigue sin moverse o responder. "Por el amor de Dios, Anastasia, ¿harás lo que te digo, por una vez en tu vida y te marcharás?" Pero es como si ella no fuera capaz de responder, como si ella no pudiera asimilar lo que está sucediendo. "Taylor. Lleva a la señorita Steele abajo. Ahora." "¿Por qué?" Ana me susurra, sus enormes ojos azules en su carita dulce. Creo que ella está totalmente conmocionada, y quien puede culparla, pero necesito que me obedezca, por una vez. Necesito saber que ella está a salvo fuera del camino, para que pueda seguir adelante y lidiar con toda esta mierda. Es mi problema para solucionar, no el de ella, así que no tiene por qué estar involucrada. "Ve. Vuelve al apartamento. Necesito estar a solas con Leila." Por favor, Ana. Déjame tratar con esto para que podamos volver a cómo eran las cosas. Cuanto más rápido te vayas, más rápido lo podré tratar. "Srta. Steele, Ana." Taylor también puede ver que Ana apenas se puede contener, por lo que tiende la mano para animarla a ir con él, pero ella se queda ahí, congelada. "Taylor," le insisto, para que la tome en sus brazos, y gracias a Dios, Ana no ofrece resistencia, finalmente deja que la lleve a un lugar seguro. La quiero lo más lejos de esta arma como sea posible. La necesito a salvo y segura, lejos de aquí, en el Escala. ~ ~ ~ "Tu Maestro se encargará de ti ahora," le digo a Leila, frotando suavemente su cabeza para tranquilizarla. "Maestro es muy benevolente," susurra, con los ojos bajos. "Puedes mirarme," le ordeno. Poco a poco me mira con sus ojos marrones, que parecen un poco ausentes y vacíos de alguna manera, como si la vida se hubiera ido de ellos. Es misterioso y desconcertante. Y sin embargo, ahí está otra vez, esa sonrisa que juega alrededor de la boca. "Me disgusta que te hayas estado descuidando. Debemos corregir esta omisión." "Sean cuales sean sus deseos, Maestro." Me acuerdo de lo repugnante y con el corazón roto que me sentía cuando era un niño abandonado, sucio y descuidado, y lo increíblemente bien que me sentía de tener un baño caliente y ropa limpia. Decido que esto es lo que necesita Leila, que es algo que puedo hacer por ella hasta que consiga que el Dr. Flynn venga a tomar el relevo. Me apresuro a mirar a mi alrededor para refrescar mi memoria sobre la distribución del apartamento, ya que solo he estado aquí con Ana una vez. "Ven. Sígueme," indico, extendiendo mi mano para ayudarla a levantarse. Su pequeña mano se siente fría, glacial, mientras la llevo al baño. "Espera ahí," ordeno, mientras comienzo a llenar de agua la bañera, y luego busco en el pequeño armario para tratar de encontrar algún tipo de gel de burbujas o aceite. Hay algo de un agradable y caro gel de burbujas que huele muy bien, y también un poco de champú de la misma gama. Sospecho que son de Kate, y no de Ana, pero en este momento eso no es importante - Voy a asegurarme de que sea reemplazado. Un aroma refrescante llena el baño al derramar grandes cantidades en la bañera. Leila se queda parada en silencio en un rincón, mirándome. Mi plan es que una vez que ella esté segura y en remojo, sintiéndose relajada por el agua caliente, aguardaremos la llegada de Flynn, y trataré de hacerle algunas preguntas mientras le esperamos. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que Taylor ha vuelto, y está de pie en el umbral, aclarándose la garganta y tratando sutilmente de llamar mi atención, así que salgo para hablar con él. "¿Qué estás haciendo aquí? Te pedí que llevaras a la señorita Steele de nuevo al Escala, naturalmente, yo esperaba que te quedaras con ella," le pregunto con los dientes apretados. Ciertamente no debería tener que explicarle esto. Se ve muy incómodo. "Bueno, señor, la cosa es que la señorita Steele ... ella se negó a volver al Escala." "¿Ella qué carajo? ¿Qué coño quieres decir con que ella se negó a volver?" "Ella me advirtió que iba a tomar una copa rápida con el Sr. Kavanagh. Estaba muy molesta, y creo que su amigo le sugirió ir para tratar de calmarla. Cuando le recordé sus instrucciones de volver directamente al Escala, ella insistió en que la señorita Williams ya no representaba una amenaza para su seguridad, no había ninguna razón para que no saliera, y no hay razón para que yo la acompañara tampoco. Ella dijo que lo vería más tarde." Echo un vistazo atrás a Leila, quien sigue obedientemente de pie exactamente como le dije que hiciera, tal vez con una sonrisa un poco más grande ahora. Mi vida sería mucho más fácil si Anastasia fuera solo ocasionalmente tan obediente como una de mis sumisas. Pero a medida que dejo escapar un suspiro, sé que esto ya no es lo que quiero. Una sumisa obediente, pero aburrida, a la que no se le ocurriría contestarme, que me envíe correos electrónicos divertidos, o se ría de mí. También sé que no está bien que descargue mi frustración sobre Taylor. Él no tiene autoridad sobre Ana a menos que ella se someta a su protección. Ha estado entre la espada y la pared, sabiendo que estaría furioso, pero no puede obligar a Ana a hacer lo que quiero. Saco de mi bolsillo mi BlackBerry para llamarla y decirle que se comporte con mayor responsabilidad y que se vaya al jodido apartamento. "Yo ... umm ... me temo que no podrá localizarla a través de su móvil, Sr. Grey. Me di cuenta de que ella dejó su bolso en la parte trasera del coche." Pongo los ojos en blanco y paso mis manos por mi cabello por la frustración. "Por el amor de Dios, todo este montón de mierda sólo se pone mejor y mejor. Supongo que tendré que esperar que para cuando hayamos hecho todos los arreglos necesarios para la señorita Williams, la señorita Steele habrá terminado su bebida con su amigo. Por su bien, será mejor que esté de vuelta en el Escala cuando yo vuelva." "Si, señor. Estoy seguro de que será el caso. Ella dijo que no sería más que una bebida rápida," Taylor se apresuró a estar de acuerdo. Parece que no hay nada más que pueda hacer en este momento, y tengo que concentrarme en el asunto que tengo entre manos - Leila. "Voy a hacer que la señorita Williams tome un baño, pero ya que estás aquí, puedes hacer algo útil, Taylor. Llama al Dr. Flynn, explícale la situación, y pídele que venga aquí tan pronto como pueda. El prometió que iba a estar disponible para evaluarla en cuanto la pudiéramos localizar." "Sí, Sr. Grey." Taylor parece aliviado mientras sale, me alegro darle una tarea que realmente puede completar. Esta tarde ha sido un maldito desastre total para él hasta ahora, y creo que probablemente se pregunta si todavía tiene trabajo, teniendo en cuenta que tenía que decirme que Ana ha ido en contra de mis deseos expresos, tras el fiasco del acceso de Leila al apartamento supuestamente seguro que él personalmente había inspeccionado poco tiempo antes. Pero yo no estoy listo para despedirlo por el momento. A veces las circunstancias conspiran contra las mejores de las intenciones. Ahora dirijo mi atención a Leila, mientras cierro la puerta del baño detrás de mí para darle un poco de privacidad de Taylor. Cierro el grifo, ahora que la profunda bañera está llena de humeante y fragante agua caliente. "Desvístete, y después métete en la bañera," le ordeno, y ella inmediatamente se desprende de la mugrienta gabardina de gran tamaño que lleva puesta – para mi parece un abrigo de hombre - tal vez pertenecía al chico por el que dejó a su marido, el que murió. Por debajo, las ropas que lleva puestas no son mejores. Un suéter demasiado grande, que bien podría ser de hombre también. Tiene varias manchas, así como un agujero en la manga. Sus vaqueros están colgando fuera de ella, y debido a que son demasiado largos, los fondos están desgastados y sucios. Sus zapatillas deportivas fueron probablemente alguna vez blancas, pero están ahora grises y sucias, y cuando ella se las quita, me doy cuenta de que la suela esta despegada de la parte superior de una de ellas. A medida que baja la cremallera de sus jeans, me doy la vuelta para darle un poco de privacidad. "¿No le gusta ver cómo me desnudo, Maestro? ¿Esto desagrada al Maestro de alguna manera?" Leila pregunta en voz baja. "Me desagrada verte con ropa que no está limpia, y que no te queda bien, y ​​que hayas descuidado tu bienestar." Echo un vistazo hacia ella, y veo que ella apenas lleva puesto su sujetador y las bragas. Ella está dolorosamente delgada, y es obvio que ha perdido peso desde que era mi sumisa, aunque ella era, por supuesto, muy delgada antes. ¿Tus sumisas siempre fueron siempre diminutas chicas de pelo marrón, no es así, Grey? Y, por supuesto, sabes por qué era así, maldito pervertido enfermo. "Date prisa y desnúdate por completo para que puedas meterte en la bañera," le instruyo con impaciencia mientras me doy la vuelta, pero una vez que oigo el sonido del agua chapoteando mientras ella entra, me vuelvo a mirarla. Las aguas profundas y las burbujas están cubriendo su cuerpo hasta el cuello ahora. "¿Qué te ha pasado? Explícame como llegaste a estar este estado lamentable. Puedes hablarme con libertad." "Sola. Estoy sola," susurra, mientras una lagrima rueda por su mejilla. Tomo de su brazo y miro las marcas donde ella trató de cortarse la muñeca. "¿Por qué has hecho esto? Contéstame." "Yo ... no lo sé. Realmente no puedo recordar," murmura, apenas hablando en un susurro. "Dejaste a tu marido, ¿no es así, Leila?" "Sí. No era un buen hombre. No era mi Maestro. A Stephen yo no le importaba. No era mi único y verdadero amor." Recuerdo que el hombre fue inútil para nosotros cuando estábamos tratando de encontrar a Leila, sabiendo que ella estaba enferma y necesitaba ayuda médica. El muy cabrón no tuvo la decencia de ayudarla en aquel entonces. "¿Lo dejaste por otro hombre, verdad?" Tomo la esponja, y empiezo a lavarle suavemente los brazos y los hombros. "Sí. Maestro Christopher. Él era un buen hombre. Era como usted, con un nombre muy parecido al suyo. Excepto que me permitió usar su nombre de pila, a diferencia de usted, Maestro." Puedo hacer para que se incline hacia adelante para que pueda lavarle su espalda, mientras aparto el cabello que le cae hasta los hombros. "Ese no fue nuestro acuerdo, Leila, ya lo sabes. ¿Por lo tanto, fue Cristopher tu nuevo Maestro, tu nuevo dominante?" "Sí. Él era mi único y verdadero amor. Me hacía sentir bien, me cuidaba bien y velaba por mí, y me decía que hacer. Yo estaba feliz de obedecerlo en todo sentido. Y entonces, un día, hubo un terrible accidente de coche, y él se fue, me lo quitaron. Y ahora estoy sola, sola, y no sé qué hacer. Así que pensé que el Maestro podría ayudarme. Pero entonces la vi con usted, así que la observé atentamente. Esperaba lo mismo, pero me di cuenta de que el Maestro la deja dormir en su cama, a pesar de que no es obediente como yo. Nunca me acosté en la cama del Maestro. Se le permite hacer reír y sonreír al Maestro. Ella es incluso grosera e irrespetuosa con el Maestro, y sin embargo no parece importarle y no la castiga por su desobediencia. Entonces, ¿qué tiene ella que no tenga yo?" "He cambiado Leila. Anastasia no es mi sumisa, y yo no soy su maestro, porque ese ya no es el tipo de relación que quiero. Y creo que tu dolor por Christopher te ha afectado tanto que se transpones tus sentimientos hacia él a mí para tratar de encontrar una manera de salir adelante. A pesar de que ya no soy tu Maestro, voy a conseguirte la ayuda que necesitas. Vas a salir de esto, te lo prometo, siempre y cuando lo hagas exactamente lo que te diga que hagas." "Sabía que el Maestro me ayudaría," dice sonriéndome. "Ahora termínate de lavar tu misma, luego te lavaré el cabello," le digo, mientras le paso la esponja. No me sentiría bien lavándole sus partes más privadas - parece como si me estuviera aprovechando de ella de alguna manera. Ya no tengo derecho de tocarla íntimamente. Lo que he hecho hasta ahora es puramente cuidarla como a un ser humano, pero hay un límite. Debo respetar su intimidad y dignidad. No tengo otros sentimientos por ella. No ha habido ningún aspecto sexual con ella en el baño. Mientras Leila se lava, Taylor llama a la puerta del baño, así que voy a averiguar lo que quiere, cerrando la puerta detrás de mí. "El Dr. Flynn estará aquí dentro de media hora más o menos, junto con un asistente. Una vez complete su evaluación de la señorita Williams, siempre y cuando esté convencido de que es necesario conseguir que la admitan, la llevará a la clínica, como discutió previamente con usted." "Bien. Es un alivio saber que está en camino," exhalo un gran suspiro, mientras restriego los dedos por mis ojos. "¿Cómo se comporta? ¿Cree que de alguna manera sigue siendo volátil?" Consulta Taylor, inclinando la cabeza hacia el cuarto de baño. "No, en absoluto. Se encuentra en un estado lamentable con un dolor abrumador por un hombre que murió o fue asesinado, creo. Pero qué sé yo - tendremos que esperar y ver lo que el buen Dr. Flynn hace de ella cuando llegue. Él es el experto de este tipo de mierda, no yo." Vuelvo al cuarto de baño, y recojo la botella de champú, y Leila me sonríe. "Te sientes un poco mejor ahora, ¿verdad?" Le pregunto, y ella asiente con la cabeza. "Si, Maestro. No estoy tan fría y sola." Oír que una mujer se dirija a mi como maestro de nuevo trae muchos recuerdos. Joder, solía encantarme, pero ahora la idea de Anastasia refiriéndose a mí de esa manera ya no es tan atractiva. Tal vez es porque me encanta escucharla llamarme Christian, sobre todo cuando estamos haciendo el amor. Frunzo el ceño cuando recuerdo que en realidad no sé dónde se encuentra Ana en este momento, aparte de que está bebiendo en algún lugar con el chico Kavanagh. Solo tengo que confiar en que ella me estará esperando cuando regrese al apartamento más tarde. Tal y como ella le dijo a Taylor, por lo menos sé que Leila ya no es una amenaza para ella. No sé de dónde Ana ha sacado las agallas para enfrentarse a Taylor de esa forma - pero lo que me molesta es el hecho de que una parte de mi esta impresionado por que ella lo hiciera. Parece que no está dispuesta a dejar que nadie le ordene, contrariamente a la impresión inicial que tuve de ella, pensando que era tímida y obediente. ¿Qué tan equivocado estaba? "¿Le ocurre algo, Maestro?" Leila dice cuando me ve con el ceño fruncido. "No, nada de qué preocuparse. Ahora, inclínate hacia atrás para mojarte el cabello para que pueda lavártelo." Suavemente hago espuma con el champú en el cabello de Leila, y trato de sacar todos los pensamientos sobre Ana de mi cabeza, pues no hay nada que pueda hacer sobre esta situación por el momento. Cuando ya le he enjuagado el cabello, me doy cuenta de que Leila no puede ponerse de nuevo en la ropa sucia que llevaba antes. Por supuesto que tiene casi exactamente la misma talla que Ana, por lo que la solución lógica es utilizar algo de su ropa limpia que todavía debe estar en su habitación. Tomo una toalla grande y una más pequeña del toallero. "Puedes salir del baño ahora y secarte, mientras voy a buscar algo de ropa limpia para ti. Asegúrate de secar tu cabello tanto como sea posible con la toalla más pequeña, luego envuélvete en la toalla grande para que no te enfríes," le ordeno a Leila, mientras pongo las toallas a su alcance en el borde de la bañera. "Como quiera, Maestro." Entonces me dirijo a la habitación de Ana a través del pasillo, y antes que nada busco algo de ropa interior limpia. No hay nada especial en la cómoda, así que elijo un sujetador blanco liso y una panty a juego. Por lo menos están limpios y deben quedarle razonablemente bien, creo. No hay nada que sea tan bonita como la ropa interior de seda y encaje que has comprado para Ana, Grey. Luego busco en su pobre armario. Pensé que la mayoría de las chicas tendrían desbordados los armarios, pero parece que Ana no. Realmente no hay mucho donde elegir, así que elijo unos jeans, junto con una camiseta, que según las etiquetas que veo ambos vienen de Old Navy. Sé que Ana tiene un carácter muy amable y generoso, así que no creo que ella se oponga a que tome esta ropa para Leila, si ella pudiera ver el estado desconcertante en que la pobre chica se encuentra, estoy seguro que sentiría la misma compasión por otro ser humano que yo. En cualquier caso, tengo la intención de reemplazar esta ropa con otra mucho más bonita, por lo que no creo que la necesite más. Cuando regreso al cuarto de baño, Leila ha hecho exactamente lo que le indiqué, y está allí de pie envuelta en las toallas, pacientemente esperando por mí, como si fuera totalmente incapaz de pensar por sí misma. Parece como si ella necesitara que le dijera exactamente qué hacer a cada paso del camino. "Vístete con esta ropa, y luego cepíllate el cabello," es mi siguiente orden, le paso la ropa, y apunto a un cepillo para el cabello que está en el estante. Mientras estoy haciendo esto, oigo un golpe en la puerta del apartamento y la voz de Taylor mientras el deja entrar a Dr. Flynn. Gracias a Dios, la caballería ha llegado. Me dirijo a verlo. "John, que bien que hayas llegado hasta aquí tan rápido." "No hay problema, Christian. Y ella es Sylvia Phillips. Ella es una enfermera psiquiátrica del Hospital Fremont. La traje como asistente y para ayudar si es necesario." Leila fue llevada al Centro Médico Harborview antes, cuando ella trató de cortarse las muñecas. Es una vergüenza que se diera de alta antes de que se la pudiera diagnosticar correctamente, pero espero que ahora que John está involucrado eso no volverá a repetirse, ya que él me ha dicho que Fremont se especializa en el tratamiento de trastornos psiquiátricos. Asiento con la cabeza a la enfermera de mediana edad, vestida con una bata azul pálido. Espero que ver a un médico no cause ningún tipo de reacción adversa en Leila, ya que ella se negó a permanecer en el hospital anteriormente. "¿Dónde está? ¿Cómo está?" John me pregunta mirando a su alrededor. "Ella está terminando de vestirse. Le hice tomar un baño - estaba muy sucia, en un estado terriblemente descuidado. Pensé que un baño podría ayudar a relajarla mientras esperábamos." "Ya veo. Bueno, me gustaría tener una consulta con la señorita Williams en privado, solo con la enfermera Phillips, antes de tomar cualquier decisión sobre la mejor acción a seguir con ella. No sería completamente ético de mi parte hacer que un diagnostico preliminar basándome en la evidencia puramente anecdótica de segunda mano." "Si, por supuesto. Iré a ver como está y la traeré." Llamo a la puerta del baño y luego entro. Leila se ha vestido, y se acaba de cepillar el cabello. Parece casi seco ya - no es tan largo y abundante como el cabello de Ana. La ropa le queda un poco grande, y sin duda luce mucho mejor de lo que lo hacía antes. "Leila, hay alguien por aquí que quiero que conozcas. Su nombre es Dr. Flynn, y ha venido a hablar contigo y averiguar cómo te podemos ayudar." Una mirada de pánico y terror pasa por su cara. Mierda. Joder, lo sabía, ella no va a ir tranquilamente. "Yo solo quiero hablar con mi verdadero Maestro. Solo él puede ayudarme." "Es mi deseo que hables con él y respondas a sus preguntas. Tú me vas a obedecer, porque es lo mejor que puedes hacer. Es lo mejor, Leila." Uso mi voz fría y dominante de mando, y la veo mirar hacia abajo en respuesta. No me gusta usar mi poder como un don para obligarla a hacer algo contra su voluntad, pero esto es verdaderamente lo mejor para ella. Ella necesita urgentemente ayuda, y ya que encomiendo a Flynn con la pesada responsabilidad de cuidar de mi propia cordura, no veo como podría ponerla manos de ninguna otra persona de más confianza, aunque, por supuesto, Leila no lo sabe. "¿Maestro me está obligándome a marcharme, despidiéndome, cuando lo acabo de encontrar de nuevo? ¿Le he disgustado tanto? Por favor, yo solo quiero estar con usted, para servirle. Se lo ruego, Maestro." Ella me mira con lágrimas en los ojos. "Me sirves mejor haciendo lo que te digo. No te estoy despidiendo, estoy cuidando de ti de la mejor manera posible. Estarás a salvo, te vas a cuidar y pronto te sentirás mejor." "¡No!" Leila solloza, mientras cae de rodillas para tratar de presentarse a misma como mi sumisa, pero yo la agarro para levantarla y ponerla de pie. "Ven conmigo, por favor, Leila," digo, llevándola a la sala de estar mientras ella sigue llorando. "Es por ella, ¿no? Somos muy parecidas, ¿así que qué tiene ella que no tenga yo?" Leila es presa del pánico y se aferra a mi brazo, y yo miro a Flynn para obtener alguna pista sobre lo que debo hacer, porque estoy completamente despistado. "Srta. Williams - ¿o puedo llamarte Leila? Entiendo por el Sr. Grey que te has sentido un poco triste últimamente. Así que pensé que podríamos tener una pequeña charla, saber lo que está pasando en tu vida últimamente, a ver si no podemos encontrar una manera de arreglar algunas cosas para ti, para que te sientas un poco más feliz. Así que ¿por qué no vienes a sentarte aquí?" dice Flynn con su acento británico tranquilo y calmado, sonriéndole desde donde se encontraba. En realidad es muy autoritario y dominante, pero de una forma totalmente discreta, y tengo que admitir que estoy impresionado al verlo en acción con alguien que no sea yo mismo. Le indica que ella debe sentarse en el sofá, y Leila parece desconcertada mientras lo mira. Tal vez sea porque Flynn es un tipo alto y bien parecido. Tal vez sea porque Flynn exuda un aura muy tranquila a su alrededor. Tal vez sea porque de alguna manera siente que puede confiar en este hombre. Sea lo que sea, Flynn hace su magia, y Leila se calma y se sienta en el sofá, mientras él se sienta frente a ella. La enfermera Phillips va en silencio hasta perderse de vista, en la esquina detrás de Leila. Con justa razón el doctor John Flynn es considerado como el mejor en su campo. No es más que un puto genio en lo que hace. No es un encantador de caballos - es un encantador de locos. No me extraña que me lleve con el tan bien. Taylor y yo entramos en la cocina, y los dejamos ahí. ~ ~ ~ "Por supuesto esto es sólo una evaluación inicial, pero la enfermera Phillips y yo estamos de acuerdo en que, tras su duelo reciente, la Srta. Williams parece estar presentando algunos síntomas psicóticos clásicos. Estos fueron posiblemente parte de una condición pre-existente, pero probablemente han sido exacerbados por el dolor severo." Flynn se reúne conmigo en la cocina para darme su informe, mientras que Taylor se ha ido a limpiar el cuarto de baño - Le he ordenado que destruya las viejas ropas que Leila llevaba antes. "¿Condición pre-existente? ¿Quieres decir que podría haber estado enferma, incluso cuando ella estaba conmigo?" "Posiblemente, es difícil de decir. Mira, yo estoy preocupado por la profunda manipulación, por la cantidad de información que se ha preocupado de recabar sobre tu relación con Anastasia. Christian, irrumpió en tu apartamento y se escondió para que poder continuar espiándolos. Eso es un comportamiento muy extremo, y no es tarea fácil teniendo en cuenta la cantidad de seguridad que tienes en tu casa, con lo que estoy seguro que Taylor estaría de acuerdo. Y ella debe haber conseguido saber cómo hacerlo hace tres años, cuando ella estaba en una relación contigo. Así que a pesar de que su dolor sin ninguna duda ha provocado esta reacción, el plan, la intención debe de haber estado allí, en el fondo, todo el tiempo." "Jesús, cuando lo pones así ..." Estoy conmocionado y horrorizado. "Pero, ¿Puedes tratarla? ¿Puedes hacer que mejore?" "Nadie puede decirlo con seguridad, por supuesto. Pero estoy seguro de que con el tiempo, con la terapia adecuada y el asesoramiento, se pueden corregir muchos de sus problemas. Sugiero que sea internada inicialmente en Fremont, pero a largo plazo, creo que ella debe asistir a una clínica que se especialice en casos complicados como el suyo. Debido a la naturaleza de sus síntomas, que son de largo plazo, creo que esto es posiblemente mucho más que un simple caso de ‘avería’ provocada por el dolor extremo." "Cualquier cosa que creas que es mejor, John. Quiero que obtener el mejor tratamiento posible, el dinero no importa." "¿Así que todavía estás dispuesto a apoyarla financieramente? Porque dudo mucho que ella tenga seguro médico suficiente, o alguno en absoluto, que cubra este tipo de tratamiento, y podría ser muy costoso." "Sin duda, por supuesto que lo estoy," le respondo con indignación. "Solo tenía que asegurarme, Christian. No tiene sentido comenzar por este camino a menos que ella lo siga hasta el final." "Lo que sea necesario. Creo que sabes que cuento con un poco de dinero," le digo con ironía. "Eso creo, Christian. Cualquiera que esté dispuesto a pujar $100.000 dólares solo para dejar que yo no tenga el primer baile con su novia tiene que tener más dinero que sentido común." "Si no recuerdo mal, corrías el riesgo de hacer una oferta bastante alta contra mí, John," señalo. "Si, pero la diferencia es que yo siempre supe que mi dinero estaba seguro. No había ningún riesgo. ¿Nunca me ibas a dejar que superar la oferta, verdad?" "Diablos, no. Así que aposté desde el principio a que no ibas a perder tu dinero. Supongo que simplemente me conoces muy bien, John." Nuestro intercambio poco ha ayudado a aligerar la atmosfera, pero el hecho es que todavía tenemos que llevar a Leila a la clínica. "¿Entonces, Leila está de acuerdo en ser ingresada?" Le pregunto tímidamente. "Ella parece aceptar que es lo mejor para ella ahora. Tal vez si tú nos acompañas a Fremont durante su ingreso, eso podría suavizar las cosas, ayudar a asegurar que no se sienta abandonada. Si tienes tiempo, por supuesto, yo sé que eres un hombre ocupado. ¿Ah, y como está tomando todo esto Anastasia?" Pongo mala cara. "No estoy seguro, para ser honesto contigo, John. Al parecer, después de que Taylor la sacara de aquí, ella insistió en salir por ahí con un viejo amigo, y por eso ahora no tengo ni puta idea de donde está en este momento, cosa que odio. Creo que entró en shock después de que Leila le apuntara con un arma, y lo único que podía pensar era en sacarla de aquí, ponerla en un lugar seguro, así que probablemente no manejé las cosas con la sensibilidad que debería haberlo hecho." "Ya veo. Bueno, estoy seguro de que cuando todo el polvo se haya asentado, Anastasia va a entender que trataste de actuar con la mejor intención con ella, así como con Leila. No es una situación fácil para nadie, pero Ana me parece una mujer razonable, así que estoy seguro de que estará bien al final." "Esperemos que sea así," afirmo. Antes de irnos, le digo a Taylor que se asegure de que el apartamento ha quedado limpio de toda evidencia de los acontecimientos de hoy. "Por cierto, he encontrado esto en el bolsillo del abrigo de la señorita Williams, señor." Sostiene una llave de la puerta. "¿Es de aquí?" El asiente con la cabeza lentamente, con expresión sombría. "Mierda, entonces de alguna manera consiguió una copia. Pero al menos la tenemos ahora." "Todavía me gustaría recomendar que se cambien las cerraduras, señor. Si ella tiene una copia, quien sabe, todavía podría haber otras." "Buen punto. ¿Podrías organizarlo? Por lo menos sabemos que la señorita Williams estará en un entorno seguro por el momento." Taylor me lanza una mirada escéptica. "Me gustaría suponer que hemos visto lo último de su taimadas y solapadas actividades, Sr. Grey. He cometido el error de subestimarla, y no tengo la intención de cometer el mismo error otra vez. Prefiero estar al menos un paso por delante de cualquier problema potencial." Está claro que no es un gran fan de Leila - ella lo metió en muchos problemas, así que supongo que no puedo culparlo. "Una vez que el apartamento sea seguro, dirígete directamente al Escala para confirmar que la señorita Steele ha regresado sana y salva allí." No estoy particularmente preocupado acerca de donde el chico Kavanagh pasará la noche, es lo suficientemente grande como para cuidar de sí mismo en lo que a mí respecta, especialmente porque parece que animó a Ana para ir a beber con él en lugar de seguir mis instrucciones . "Por supuesto, señor. Estoy seguro de que así va a ser." Creo que lo veo cruzando los dedos detrás de su espalda. Leila de buena gana me permite envolverla en una manta y llevarla hacia el coche en el que Flynn llego, por dentro está equipado como transporte de ambulancia aunque no es de emergencia, con los vidrios polarizados que garantizan la privacidad de los pacientes que son discretamente transportados para la admisión a la unidad de psiquiatría. Con mucho cuidado coloco Leila en el sofá y le pongo el cinturón de seguridad. "¿Entiendes que vas a estar bien cuidada, verdad Leila?" La tranquilizo. "Sí, Maestro," susurra, mientras mira a Flynn. La enfermera Phillips está conduciendo el vehículo, por lo que Leila nos tiene a Flynn y a mi monitoreándola mientras viajamos la corta distancia hasta Fremont. "Y tienes que cumplir todas las instrucciones que el Dr. Flynn te dé, del mismo modo que haces conmigo," le ordeno. "Sí, Maestro", me susurra suavemente, mientras ella sigue mirando con nostalgia a Flynn. Estas perdiendo el tiempo ahí, Leila. Él no es un dominante, y está felizmente casado. Una vez que veo que Leila está segura e ingresada en la clínica, y Flynn me da el visto bueno para salir, por fin estoy libre para volver al Escala, feliz de saber que, por fin, por fin, podemos descansar sobre la ubicación de mi ex sumisa errante. Pensándolo bien, pienso que tal vez fui duro con Anastasia antes, cuando yo le pedí que se fuera. Ella acababa de tener un arma de fuego apuntándole, así que no me extraña que se encontrara en estado de shock. Voy a arreglar las cosas con ella cuando regrese. Esperemos que Flynn esté en lo correcto, y que ella entienda por que actué como lo hice. Solo tengo que volver ahora a suavizar las cosas entre nosotros. Esperemos que no esté molesta por tener que esperar a que yo vuelva. Llamo a Taylor para que venga a recogerme, sorprendido de no haber recibido una llamada de él confirmando que Ana me está esperando allí. Son más de las nueve y media ahora, ella debería haber vuelto hace mucho tiempo si solo iba a ir a tomar algo rápido como le dijo a Taylor, porque llegamos al apartamento después de las seis, poco después de terminado el trabajo. "La señorita Steele no ha regresado al apartamento, señor, así que estoy buscándola," confiesa. Mierda. ¿Dónde diablos ha ido Anastasia? No puedo ni siquiera rastrearla porque no se ha llevado su teléfono móvil. Odio, odio, el hecho de que no tengo ni la menor idea de donde está. Ella podría estar de camino al aeropuerto, incluso en un avión ya, porque ha decidido que no puede enfrentarse a todo mi maldito equipaje. ¿La he perdido para siempre esta vez?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

déjanos un comentario ...