domingo, 1 de septiembre de 2013

CAPITULO 11 (TAYLOR)

Poco antes de la medianoche con cautela paso por las puertas del ascensor en el vestíbulo. No hay nadie alrededor. Yo realmente no quiero tropezar con el jefe de mierda tirando en el suelo, o en cualquier otro lugar de la casa. Hay algunas cosas que el personal no necesita ver. Si yo no hubiera estado tan cansado, me habría considerado seriamente subir 30 pisos de la escalera de incendios sólo para evitar ese escenario en  particular.
Pero el apartamento está tranquilo. Realmente me gustaría dirigirme a la cama, bueno,  a la cama de Gail, aunque sé que no está en ella, pero hay algo que tengo que hacer primero.
Afuera, en el techo, Charlie Tango está a la espera de cualquier cambio. En el cuarto pequeño el  piloto está dormitando sobre ‘Soldier of Fortune’. Sí, eso me mandaba a dormir, también.
_ Hey, Bull, ¿cómo estás, amigo?
Mi voz hace que salte y se le cae su revista.
_ ¡Oh, mierda, Taylor! ¿Qué me has despertado, hombre? Estaba soñando con Britney Spears.
_ Realmente necesitas buscar a alguien en tu vida, Bull.
_ ¿Eso crees?
Es un punto justo.
_ ¿Grey Ha estado en contacto?
_ No. Ni un sonido. Entonces, ¿cuál es el lío? ¿Por qué estoy en stand-by durante toda la noche?
_ No tienes porque saber, Bull.
_ No seas mierda Taylor.
Otro punto justo.
_ Estás siendo bien pagado, Bull.
En este negocio todos hemos tenido asignaciones abrumadoramente aburridas. Esperando la llamada que nunca sucede, la llamada fatídica.  Puedo simpatizar con Bull pero no puedo dejar que se quede a dormir en el trabajo. Probablemente si la señorita Steele quiere salir corriendo, entonces él anda medio dormido y el jefe le está pagando para que esté preparado.
_ ¿Necesitas un café o quieres comer algo, cualquier cosa Bull?
_ No, ya me atendió el ama de llaves, Gail antes de irse. ¿Oye nunca te dije que tenía un gran batidor? ¿O a lo mejor ya te diste cuenta eh Taylor? Siempre estás en contacto con ella.
_ ¡Cabrón! Te voy a reventar la boca si vuelves a referirte a Gail de esa manera.
_ ¡Guau! ¡Simplemente decía, no hay necesidad de molestarte, Taylor!
Sabiamente Bull levanta las manos en un gesto de paz, no me había dado cuenta de  que las  mías estaban apretadas para lanzarle un puño.
_ Lo siento, tío, no sabía que tenías algo con la señora, simplemente estaba diciendo, eso es todo.
_ Sí,  sería bueno que la próxima vez no hables de esa manera, o te quedarás sin dientes.
Mi voluntad natural machista, parece haberse salido durante esta breve conversación con Bull, bueno, ahora estoy un poco tranquilo, por ponerlo en su puesto.  Por lo menos me sacó del aburrimiento.  Atrás hijo de puta, ni se te ocurra con Gail.
Bueno, deber cumplido y servido con honor, me dirijo de nuevo a la casa.
Cuando entro al salón, ¡Oh mierda!, no está todo tan tranquilo como pensé. Los sonidos inconfundibles del orgasmo de la chica están emanando desde la habitación del jefe. Demasiada información para mí.
Lo que me asombra es que él nunca ha metido a una mujer en su habitación, ni para dormir ni para follar, la verdad es que ya me está entrando curiosidad con la señorita Steele, está llena de sorpresas.
Me dirijo a los cuartos del personal. Con la puerta cerrada con firmeza detrás de mí, me relajo un poco. Hay una nota en la barra del desayuno.
¡Hola guapo! Pollo sub con mayonesa en la nevera y un éclair de café. Y si no eres Jason Taylor, ¿qué estás haciendo en mi cocina?
Gxx
Me hace sonreír, pero realmente estoy demasiado cansado para comer.
Me desnudo rápidamente, lanzando mi ropa en el suelo de una manera que haría a  Gail fruncir el ceño, luego me derrumbo en la cama. La almohada en su lado de la cama huele a ella, así que a  ella me abrazo y espero tener sueños dulces. En algún momento de la madrugada, oigo el piano. Me sorprende, pensé que las cosas serían diferentes, por estar  la señorita Steele durmiendo en el dormitorio del jefe. Pero no, algunas cosas nunca cambian.
Estoy algo sorprendido cuando me despierto. La luz es más brillante de lo esperado. ¡Mierda las ocho! Me  he dormido, he debido  olvidar  de poner la alarma. ¡Mierda! De inmediato  miro para comprobar mi Black Berry, tengo que mirar dos veces para asegurarme de que no hay textos o llamadas perdidas del  jefe. No. Nada. Nada de nada. Eso es simplemente extraño, sólo puedo concluir que el jefe tuvo una muy buena noche.
En cuanto a mí, dormí profundamente, pero echo de menos el despertar  y ver la cara dulce de Gail. Y francamente extraño  el  despertar sexual. La cama es un planeta solo sin ella.
A pesar de mi profundo sueño, me siento de mal humor porque Gail no está. Vaya, contrólate, Taylor, que tienes una vida con ella.  Yo odio los fines de semana  cuando ella no está. Y no he visto a Sophie durante casi seis semanas. Ella va a olvidar la cara de su padre.
Me voy a darme una ducha y salgo directo a comerme el sub de pollo que Gail dejó para mí. Esto es una broma que tenemos entre nosotros, poniendo primero la palabra “sub” a cada cosa que decimos. Aprovecho que Gail no está para comerme mi écleir de café y poner tres cucharadas de azúcar en mi café.
Me visto rápidamente y compruebo mi arma, lo sé es un día domingo, el día del jefe, y no ha habido ninguna amenaza de alto nivel contra él en estos meses, pero uno nunca sabe en qué momento se necesitará, así que mejor estar preparado.
Luego, sintiéndome bien vestido, llamo a Sandy  Bull y creo que lo desperté de nuevo porque esta de mal genio. Como un anfitrión generoso le digo que venga a comer algo en la cocina del personal antes de volar de vuelta en el Charlie Tango. Estoy realmente contento de haber comido primero  antes de que lo llamara.
Puedo oír a alguien que se mueve en la cocina principal y sabiendo que el jefe sólo conoce el camino a la nevera y al microondas, me imagino que debe de ser la señorita Steele.
¡Que! ¿Demonios que es esto?, cuando yo la veo, que lo único que lleva puesto es una de las camisas del jefe. Y cuando digo “lo único”, créanme, sé de lo que estoy hablando, gracias a mi  par de ojos con visión 20:20 y estoy tan sorprendido como el infierno. Vaya, esas trenzas son lindas. Me alegro de que no me haya visto, me siento como un pervertido.
Oficialmente todavía estoy de guardia, pero sin nada que hacer me siento en mi oficina, reviso el circuito cerrado de televisión mientras  navego por Internet para buscar un regalo para mi niña de siete años. ¿Correas para niños de siete años? ¿Tienen que estar bromeando? ¿Qué clase de hijos de puta enfermos, retorcidos hay ahí afuera? Bien, yo trabajo para un hijo de puta enfermo, retorcido, eso es realmente lo que yo quería decir. Uno debe mirar a un niño de siete años como a un niño de siete años de edad, y no como una prostituta de las Vegas. Tal vez  mejor le regalo libros a mi princesa Sofía.
Oigo voces en la cocina, el  jefe ya  está despierto. Me sorprendí de ver que la señorita Steele se despertó primero que él. La verdad es que ha estado actuando muy extrañamente desde que la conoció, tanto, que estoy empezando a darme cuenta que todas las apuestas están prendidas. Tengo la sensación de que mi mundo de rutina va a  estar un poco jodido y que lo del Jefe con sus amigas en la sala de juegos está a punto de cambiar. Y tal vez esto no es malo.
Sobre las 11:30 am estoy aburrido como un tonto. El jefe y la señorita Steele han desaparecido de vuelta a su habitación y he tenido que poner un poco de música bastante fuerte para bloquear el ruido. O bien él es realmente bueno, o ella es muy fácil de complacer, pero los ruidos que me llegan a través de su habitación me tienen al borde. Quisiera que fueran menos ruidosos para poder trabajar con tranquilidad.
Y después de un rato un  coche que reconozco entra a las instalaciones del garaje subterráneo privado. ¡Mierda, Joder! ¡La Dra. Trevelyan,  su madre!
Oh, esto va a ser interesante.
Sintiéndome un poco nauseabundo con la confrontación que viene, la espero en el ascensor. Casi valdría la pena de ser despedido para no tener que hablar con la doctora en estos momentos. ¿Qué se supone que tengo que decir? Lo siento doctora,  pero el hijo que pensaba que era gay está   tirando de lo lindo en su dormitorio por primera vez, en lugar de su sala de juegos, ya sabes, la sala en donde tiene los látigos y las cadenas. Oh, y para que esté tranquila es con una chica. ¿Le importaría volver más tarde cuando termine su orgasmo?
Gail realmente  se está perdiendo de toda  esta diversión.
La puerta corredera se  abre y sale doctora Grace Trevelyan Grey del ascensor con una sonrisa.
_ Hola, Taylor. ¿Cómo estás? ¿Cómo está tu hija?
_ Está bien, gracias, señora Grey.
Ella sonríe y me pasa por un lado mientras estoy parado como un tonto como si tuviera  una escoba insertada por el culo.
_ ¿Y mi hijo?
_ Eh… está todavía en la cama, señora. ¿Quiere dejar algún mensaje?
_ ¿En la cama? ¿A esta hora?
Ella se encamina al dormitorio del jefe. ¡Oh mierda! Ella está a punto de entrar y será una visión que ninguna madre debería tener que ver. Estoy bastante seguro de que va a ser no apto para cardíacos.
Consigo adelantarla bloqueándole el paso a la habitación.
_ Pero si todavía está en la cama, entonces tiene que estar enfermo. Él nunca está en la cama a estas horas. Christian nunca se levanta tarde, me dice.
_ Señora Grey, por favor… Dios que embarazoso es esto.
Ella me mira con una mirada de mil yardas que aterrorizaría a un pelotón de infantes de marina. Realmente desearía que  Gail estuviera  aquí,  esto es sin duda un momento de mujer a mujer.
_ ¡Taylor! No me puedes impedirme que vea  a mi hijo.
¡Estoy  jodido! Así que revelo el secreto.
_ Señora Grey, no está solo. Y esta es mi última esperanza de mantener mi trabajo.
_ ¿Qué quieres decir con que no está solo? ¡Oh, por el amor de Dios! ¿Qué crees que significa mujer?
_ Está con alguien.
_ ¡Oh!
¡Gracias al cielo! Ella finalmente lo ha captado.
_ Ya veo. Gracias, Taylor. Creo… creo que voy al salón y sentarme  un momento, si no te importa.
Pero su voz  ha alertado al jefe de su llegada y en tiempo record  está en  camino a la sala principal. Me dirijo de nuevo a mi oficina para dejarlos solos.
Afortunadamente mi Black Berry zumba, me distrae del drama de este día en el apartamento de Grey.
_ Hola Taylor, soy Ros.
_ Hey, Ros.
_ ¡Dile a Christian que tiene el teléfono apagado! Tengo que hablar con él acerca de un problema con el envío de Darfur. ¿Por qué diablos no está respondiendo él de todos modos?
_ Él ha estado muy ocupado.
_ ¿Con qué? Oh, no importa, no necesito saber, lo entiendo. Dile que me llame de una  puta vez, ¿De acuerdo?
El teléfono se corta. Sí, adiós a ti también.
Puedo oír el murmullo y el tenor de sus voces en la habitación contigua, pero no las palabras. Estoy más que sorprendido cuando escucho la  suave voz de la  señorita Steele  que se une a ellos. Hasta donde yo sé, el jefe nunca jamás  ha presentado una mujer a su madre antes. Apuesto a que la doctora esta jodidamente feliz  de conocer a la señorita Steele. Sorprendida, pero encantada.
De repente me doy cuenta de que el Dra. Trevelyan por fin  se ha dado por aludida y se marcha. Corro a la sala principal para escoltarla hasta el vestíbulo.
_ Señora Grey.
_ Gracias, Taylor.
Caminamos hacia el ascensor en silencio, yo no soy un tipo hablador.  Y la doctora Grey, por otro lado está aturdida e inicia una conversación.
_ Bueno, la verdad,  es que ha sido una sorpresa, Taylor. ¿Cuánto tiempo hace  que Christian y Ana  se están viendo?
_ No mucho, creo, señora.
_ Lo siento, no debí hacerte este tipo de preguntas. Es que…  ha sido una sorpresa. Bueno, buen día, Taylor.
_ Señora.
Tan pronto como ella se ha ido  tomo mi oportunidad de dar el mensaje de  Ros  al jefe.
En la habitación principal está él con el ceño fruncido  mirando a la señorita Steele.  Me pregunto qué ha hecho mal. Estoy seguro por su  expresión  que  se ve como si estuviera a punto de salir   corriendo.  ¡Chica inteligente! ¡Corre antes de que tu culo grite de dolor!
_ Sr. Grey, hay un problema con el envío de Darfur.
Él asiente con la cabeza. _ ¿Han llevado al Charlie Tango de nuevo en Boeing Field?
_ Sí, señor.
Siento los ojos de la niña sobre mí. Me vuelvo a mirarla.
_ Señorita Steele, saludo con un gesto de la cabeza.
Ella me da una sonrisa dulce y tímida, mientras me dispongo a salir. Realmente es una buena chica. Espero que el jefe se ocupe de ella, de buena manera.
Grey se encarga de los negocios, mientras yo vuelvo a mi oficina, dejando a la señorita Steele con cierta incertidumbre en la habitación principal. Ella parece abrumada por su entorno y un poco de miedo al jefe. Pobre chica. Espero que esté bien.
Me doy cuenta de que el jefe está listo para salir.
_ Mañana, entonces.
_ Sí, señor. ¿Qué coche  va a llevar, señor?
_ El R8.
Hijo de puta con suerte.
_ Buen viaje, señor Grey, señorita Steele.
Ella realmente es una chica dulce, y yo realmente espero que no planee  presentarla a los placeres dudosos de su sala de juegos, pero supongo que eso es demasiado pedir. Como mi mamá solía decir: un leopardo no cambia sus manchas.
Historia de Gail
Jason está en Portland con el señor Grey toda la semana. El apartamento es muy tranquilo y vacío sin ellos. Se hace fácil para mí hacer mi trabajo, pero echo de menos a los dos.
Sé que Jason finge no ser muy aficionado del Sr. Grey, pero yo sé que sí. Y realmente, el Sr. Grey es un hombre dulce, fácil de tratar y un buen jefe. Él es atento y amable, un hijo amante, un hermano atento, y un gran trabajador. No entiendo por qué tiene que tener una sala de juegos y por qué él tiene que hacer… lo que sea que él hace. Quiero decir, es bastante obvio, he estado limpiando el cuarto de juegos por  más de cuatro años y veo todos los látigos y bastones y otros accesorios. Yo no entiendo el  por qué. Y algunas de esas mujeres, sus “sumisas”, que eran niñas bonitas. Bueno, eso  no me gusta mucho,  Melisa, Susana y alguna más, ellas no duraron mucho tiempo tampoco. Hubo un tiempo en que pensé que Leila podría significar algo más para él, pero se fue, simplemente dejó de venir un día, como todas lo hacen.
Sé que el Sr. Grey tiene su temperamento, Jason lo  ha mencionado muchas veces, pero nunca, ni una vez, perdió la paciencia conmigo. Él siempre está agradecido por todo lo que hago y se come todo lo que le pongo delante de él. Si todos los jefes fueran así, sería muy fácil de hacer los trabajos.
Mi hermana, Allison, es muy curiosa acerca de él, ¿quien no lo estaría? Pero he firmado mi acuerdo de confidencialidad y entiende que no puedo hablar de mi trabajo. Ella es mucho más elocuente acerca de Jason, por desgracia. Ella no me lo ha dicho directamente, pero yo sé que ella sólo piensa que soy conveniente para él. Ha sido muy incómodo las pocas veces que hemos estado los tres  juntos. Jason es lo suficientemente astuto como para ver lo que piensa de él, así que calla por completo a su alrededor, no es que él es la persona más locuaz, pero me gustaría que ella  lo pudiera ver como lo hago yo, cálido, divertido y cariñoso. Allison piensa que Jason es peligroso.
Los cacharros de  la cocina  parecen mi peor enemigo no paro de  golpearlos. Suspiro. Jason realmente no es el más limpio y ordenado. Me da  trabajo a tiempo completo cuidando de él, gracias a Dios el Sr. Grey es metódico y ordenado. Es un placer trabajar para alguien que está tan organizado,  realmente hace la vida mucho más fácil como empleada.
No puedo evitar sonreír cuando veo que Jason ha acabado con la  mitad del contenido de la nevera. Esto es   señal de que le gusta mi comida pero no quiero ser responsable de que pierda  su cintura.
Realmente es algo maravilloso para una mujer de unos cuarenta años  hacer el amor con un hombre como Jason. Él tiene un cuerpo realmente fabuloso, la mayoría de mis amigas están lamentándose  de las barrigas cerveceras de sus maridos, papada y, también, la falta de apetito sexual, debo decir. No hay ni una pulgada de grasa en Jason, eso es seguro. Y él es un amante maravilloso, pensativo. ¡Y si hablamos de resistencia! Desde luego, no tengo ninguna queja en ese tema. Realmente me siento muy afortunada.
Me ha pedido que me case con él de nuevo. No lo haré, por supuesto. Yo no creo que sea realmente serio. Después de todo, él es siete años más joven que yo y todavía podría conocer a una mujer con la que quiera tener una familia, hermanos y hermanas para  Sophie. No voy a ser la que le impida seguir adelante cuando eso suceda.
Pero hay otra razón: el trabajo que hace. He perdido a un esposo y yo no podría soportar perder un segundo. Sé que hay muchos puestos de trabajo peligrosos por ahí, pero yo odio, que Jason lleve una pistola cada día y trabaje en estrecha protección. No podría casarme con un hombre que lleva un arma a trabajar, no podría verdaderamente. La idea me hace estremecer.
Después de haber limpiado la cocina del personal decido que hoy sería un buen día para hacer la lavandería y cambiar las sábanas. De esta manera el señor Grey tendrá su cama limpia y fresca al volver y  ¿a quien  no le gusta el olor a fresco en las fundas de su almohada?
Pero cuando retiro  la colcha me siento aturdida. ¡Hay sangre en las sábanas!
Por un momento me siento confusa, luego recuerdo que Jason dijo que el Sr. Grey traería una nueva chica al apartamento, ¡pero no tenía ni idea de que ella estaría durmiendo en su cama! Quiero decir, estoy contenta, un poco sorprendida. ¡Bueno muy  sorprendida! Nunca he entendido por qué el señor Grey no se acuesta con sus amigas. Sospecho que tiene problemas acerca de ser tocado y por las pesadillas que tiene, pero aún así. Bueno, parece que esta señorita Steele es diferente. Supongo que debe haber tenido su período.
Si el señor Grey ha conocido a alguien con la que pueda tener una relación adecuada ¡eso sería maravilloso! Yo estaría muy contenta por él. Jason dijo que era muy dulce, tímida, inocente. Tan sólo 21 años de edad y… ¿Inocente? ¡Oh no! ¿Tan inocente? Y en ese momento me siento con la certeza de que estoy mirando  la evidencia de su virginidad perdida. Aparto las sábanas de la cama y pongo las limpias rápidamente. No sé qué pensar de esto, yo realmente no quiero ni pensar. No es asunto tuyo, Gail. ¡Cálmate! Oh, señor Grey. ¿Qué has hecho?
Para el resto del día estoy en un dilema, no sé qué pensar y es difícil explicar por qué esto me preocupa mucho. Obviamente, yo no sé a ciencia cierta lo que ha ocurrido, es sólo un instinto. Esta chica, tan joven, tan tímida, tan inocente, estas fueron las palabras que Jason ha utilizado sobre ella dos veces. ¿Está el señor Grey realmente dispuesto a presentarle sus vicios? He sido capaz de aceptar que sus amigas han elegido ese estilo de vida por las razones que sean y yo realmente no quiero ni pensar el por qué, pero para iniciar una chica joven e inocente en esto no me parece, para mí es reprobable e imposible de aceptar.
La señorita Steele puede ser joven y sin experiencia, pero ella no es una niña y ella no es estúpida, ella es un adulto que debe asumir la responsabilidad por sí misma en la vida. Pero ¿y si fuera mi hija? ¿Cómo me sentiría entonces? Y eso es lo que me hace pensar, si yo hubiera sido bendecido con una hija, ella podría haber sido  de la misma edad que la señorita Steele, y  aunque yo sé del  corazón del Sr. Grey,  no querría una hija mía iniciada en su estilo de vida. Es demasiado, demasiado oscuro.
Deseo que  Jason esté aquí. Desesperadamente quiero hablar con él sobre eso, pero no creo que sea una conversación que pueda tener por teléfono. ¿Qué hago ahora? ¿Qué se puede hacer? ¿Qué debería hacer?
Las preguntas me persiguen implacablemente a través de cada tarea trivial de mi día. Finalmente, agotada por mi propia compañía y contemplando una migraña de plena madurez, concluyo una cosa: tengo que ver a la señorita Steele y comprobar por mí misma que ella estará bien, mi conciencia me lo exige.
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