domingo, 3 de noviembre de 2013

CAPITULO 5 (tercer libro Taylor).

DESCARRILADA Gail está despierta cuando regresamos. Ella ha estado manteniendo a Ryan, Sawyer, Prescott y a los policías provistos de café. Ryan tiene un amigo en la fuerza, así que se fue con el equipo forense al apartamento de Hyde. No ha llegado ningún informe. Todo el mundo está tenso esperando. Tengo un trabajo que hacer, pero todo lo que quiero es mantener a mi mujer en mis brazos. _ Estoy bien, dice suavemente, por millonésima vez, intentando tranquilizarme. Fui directo a la habitación del pánico. Estoy bien. Ana está a salvo. Pero estuvo cerca. El bastardo se metió en la casa de Grey. Es como la mujer Williams todo otra vez. Me siento mal. Todo el trabajo, todos los protocolos que he puesto en su lugar, la mejor seguridad que el dinero puede comprar, y un hijo de puta con una buena historia logra pasar a través de todo. Mi mente todavía es dando vueltas. Sí, sí, sí, todo mi entrenamiento, todo lo que sé y todavía no puede mantenerla a salvo. A Gail. Que es todo para mí. No puede mantenerla a salvo. No puedes mantenerla a salvo. Quiero sacarla de aquí, lejos de Grey. Ella no lo culpa, pero yo sí. ¿Qué hago? Le sigue el dolor y estoy cansado de estar alrededor de él. Envuelvo a Gail en mis brazos firmemente, hundiendo mi cara en su pelo. No me dejes, Gail. Nunca me dejes. Hyde estaba armado. Si Gail hubiese estado en su camino… se me sube la bilis a la garganta. _ Oye, dice, en silencio. Lo que estés pensando, eso no pasó. Estamos todos bien. Ryan lo detuvo… _ Él aún no lo ha detenido Gail. Toda esta seguridad… no fue suficiente. Nunca va a ser suficiente. Siento su mano en mi espalda, acariciándome para calmarme. Oímos los pasos del jefe al mismo tiempo y ella se aleja de mí. _ Tienes un trabajo que hacer, Jason, me recuerda, su voz es calmada incluso. Grey vacila en la puerta y la mirada que le he dado es más negra que incluso su corazón oscuro. _ Me alegra ver que está bien, señora Jones, dice, con voz tenue. _ Estoy bien, gracias, señor Grey. ¿Cómo está la señora Grey? _ Durmiendo, responde, con dolor detrás de sus palabras. Su voz está forzada y sus ojos arden, con miedo, con rabia, con una profunda rabia intensa. Muevo a Gail y una pequeña sonrisa se forma alrededor de los bordes de su boca. Ella lo intenta otra vez, entonces hace nudos con los dedos mientras camina lejos. Grey se despeja la garganta. _ Taylor, yo… Cuando lo miro, es evidente que ha perdido las palabras. Y no tengo nada que decirle a él tampoco. Mi culpa. También metí la pata. Tú culpa. Mi culpa. _ Me complace ver que la señora Jones está… bien. _ Sí lo está No sé por qué le hablo como un pendejo. Hace diez segundos, quería sacarle la mierda proverbial. Quiero sacársela a alguien. Pero sé que no es el momento correcto. Se ve como asustado y perdido igual como me siento, aunque estoy tratando de mantenerlo bajo control. Grey asiente, lentamente. Él se hunde en una silla y pone lentamente las manos en su cabeza. Sé lo que está pensando, porque estoy pensando lo mismo: ¿Cómo mantenerla a salvo? Algo tan precioso y preciado. ¿Cómo la protejo? ¿Puedo protegerla? Nunca lo sabré. Mi cerebro está tambaleándose por la cagada de remolinos de pensamientos. Es difícil coger alguno de ellos y concentrarse. Realmente quiero golpear algo, hacer algo para liberar la violencia que está latiendo dentro de mí. Me gustaría clavarme las uñas en la palma de las manos para ver si la pequeña mordida de dolor me trae un breve momento de claridad. Y me da una idea. El rey del dolor debe sentirse igual. _ Señor, Ryan reportará desde el equipo forense en casa de Hyde en 90 minutos. Le sugiero ir a reventar el equipo en el gimnasio. Deja su cabeza, y una mirada de determinación sombría reemplaza la furia desesperada. _ Sí. Me pongo mi sudadera y juntos nos montamos en el ascensor directo al sótano, para darle una agradable paliza al saco de arena, hasta que los brazos estén demasiado pesados como para moverlo, luego corremos en la cinta 30 minutos. Ambos preferiríamos correr afuera, pero hasta que no sepamos dónde está Hyde o si tiene un cómplice, el aire libre está fuera de nuestros límites. ¿Cómo demonios este enfermo psicópata termina gobernando nuestras vidas? Cuando mis pulmones se sienten como si estuvieran estallando y ya empiezo a ver manchas negras ante mis ojos, dejo de hacer ejercicios. Grey aún está ardiendo, pero su rabia ha perdido parte de su dolor y se ve centrado y con el control de nuevo en sus manos. Antes de conocer a Ana, habría llevado a una de sus sumisas y gastaba su aliento con ella. ¿Pero ahora? ¿Todavía cree que la bruja Lincoln le dio un método para hacerle frente? Risible, si no estuviera tan jodido. Por supuesto, es una ilusión, porque si hay algo que he aprendido en las últimas 24 horas, es que la vida es un juego de azar. Anoche los dados rodaron a favor de Hyde. Pero podría haber sido Grey el perdedor. O yo. _ Veinte minutos para que Ryan informe, señor. Grey me mira y asiente con la cabeza. Gail está en nuestra cocina cuando me dirijo hacia la ducha. Se ve pálida y cansada, pero se le ha aliviado algunas de la tirantez alrededor de sus ojos. La cocina es terapéutica para ella. Bastante irónico, considerando que se casará con un hombre que podría hacer una buena cena viendo TV y cuya mejor amiga era anteriormente el microondas. Pero los militares tienen un dicho, cualquier tonto puede ser incómodo. _ Te hice huevos revueltos y tocino, así que no tardes mucho en la ducha. En cambio, la llevo a mis brazos, sin importar que huelo como una cabra y la beso duro y exigente. Eventualmente, ella se retira y queda sin aliento. _ ¿Qué fue eso Jason? _ Porque tú estás aquí señora Jones. Y porque puedo. Ella sonríe y me espanta hasta la ducha. Me gustaría que viniera conmigo, pero no cuando estamos sobre la hora. Alimentado, duchado y sintiéndome más tranquilo, en quince minutos más tarde es cuando me dirijo hacia el estudio de Grey. Puedo escucharlo hablar por teléfono y recuerdo que tenía una llamada temprana programada con Ros. Ana va a su oficina con su cara triste y un poco herida. Oí a Grey despedirla y sé por qué. Diablos, Ana sabe por qué también, pero le duele. Grey trata de mantenerse tranquilo, teme que va a explotar y no quiere que Ana sea el blanco de su ira. _ Buenos días Taylor, ella dice, con su voz suavizada por la tristeza. _ Buenos días, señora Grey, le contesto, tratando de expresar a través de las pocas palabras que no la culpo por lo que pasó por poner a Gail en peligro. Intenta sonreír. _ ¿Cómo estuvo el vuelo? y escuché las palabras detrás de su pregunta: lo siento. ¿Está bien? _ Largo Sra. Grey. Está preocupado. Va a estar bien. Ella asintió. Yo causé esto, se dirá. _ ¿Puedo preguntar cómo está? lo siento, que tuviera miedo. Siento que le fallé. _ Estoy bien. Asentí. Lo sé. _ Si me disculpa, y me retiro a la oficina del jefe. Sus ojos me siguen hasta la oficina, y yo mismo me volteo para cerrar la puerta mientras ella me observa. Grey termina su llamada con Ros y puedo ver el estrés en su cara. _ La huella parcial que el forense del equipo de Donauwörth ha encontrado coincide con la de Hyde. Noventa y ocho por ciento de probabilidad. Y hay algo más: Hyde nació en Detroit. No puedo hacer una conexión. ¿Detroit? Grey no tienen oficinas allí. _ Yo nací en Detroit. Welch dice que probablemente no signifique nada, pero si hay una conexión, quiero averiguarla. Todavía estoy procesando esta información cuando la llamada de Ryan entra a mí celular. _ Estás en el altavoz, Ryan. _ Hyde no habla. El bastardo engreído se sienta ahí sonriendo. El sicólogo de guardia quiere evaluarlo, están retrasando todo. Su apartamento lo están revisando aún, pero hemos podido sacar archivos encriptados de su portátil que encontramos en la camioneta. No es bueno lo que hay, es material pornográfico de varias mujeres. Bastante desagradable por cierto. Todavía estamos tratando de identificarlas, pero ya sabemos que dos de ellas fueron asistente personal de él en SIP. La policía cree que los archivos iban a ser usados para fines de chantaje. Todo fue consensual, pero los asaltos eran salvajes. Grey parece que se va a enfermar y camina hacia la ventana, mirando a la gente caminando 30 pisos más abajo. _ ¿No lo han imputado todavía? _ Sí. Intento de secuestro en primer grado con arma de fuego. Lleva una pena de un año pero… _ ¿Pero qué? gruñe Grey. _ Pero hay una posibilidad que él consiga libertad bajo fianza. _ ¿Qué coño? _ Porque dice que él y la señora Grey tenían una historia. _ Quiero esa posibilidad cerrada, enuncia Grey cuidadosamente. Luego ajusta su temperamento. No importa cómo diablos lo harás. Sólo hazlo. _ Sí, señor. La voz de Ryan no es tan reconfortante como quisiéramos. _ Informe en una hora, Ryan. Sé que lo hará, pero debo decirlo de todos modos. Me hace sentir como si tuviera un maldito propósito. _ Sí, señor. Cambio y fuera. La llamada termina abruptamente y la sala desciende en un tenso silencio. Entonces Grey me echa una mirada ilegible y da unas zancadas hacia fuera. Me dirijo de vuelta a mi oficina. Los protocolos de seguridad necesitan algunas revisiones más profundas. No estoy ni siquiera seguro por dónde empezar ya. Prescott y Sawyer están esperando por mí, mientras Reynolds se encarga de mantener a los medios de comunicación fuera del área. Por supuesto los buitres periodistas han descendido: La policía citada en el ático de un millonario joven y solitario; esposa joven y hermosa sola con un loco. ¿Qué es lo que no les gusta? Oh, por Dios necesito una puta claridad que me ayude. _ Anoche fue un completo desastre, anuncio innecesariamente. ¿Quién quiere decirme por qué? _ La señora Grey… Prescott comienza. _ ¿Me dices que el cliente tiene la culpa? Pido con mi voz peligrosamente tranquila. _ Si ella no hubiera insistido… _ Yo quiero hablar con débiles, ¿no había una posibilidad de disuadirla? Piensa cuidadosamente en tu respuesta, Prescott, porque no me gusta maldecir y menos a las mujeres. _ Si ella hubiera conocido el nivel de amenaza, habría comprendido las consecuencias, la señora Grey pudo haberse comportado diferente, dice Sawyer, con calma en su tono. Tiene razón, por supuesto. Pero eso no lo justifica. Me muevo al punto número 2 en el manual de seguridad: “Cómo haces para no redundar si dejaste que maten al maldito cliente” _ Y Hyde cómo logró entrar en el ático ¿Exactamente cómo? _ Logró entrar por el inquilino del apto. 16. Voy a tener unas serias palabras con el cabrón de medios, imbécil que deja entrar a un secuestrador al edificio. Maricón con pelo de hippy… _ Entonces Hyde utilizó el ascensor para acceder al ático. Corrió un algoritmo utilizado por el FBI para saltarse el código. Los contactos de Ryan están investigando cómo llegó a eso. Hyde es… fue… inteligente. _ Hay que visitar al nuevo inquilino, digo entre dientes. Y señalarle el pacto que firmó cuando alquiló el apartamento y que si se le ocurre hacer algo demente otra vez, le vamos a patear el culo hasta que llegue a la luna. Los códigos del ascensor tienen que ser cambiados y protegerlos con una nueva contraseña. Vamos a hablar con Welch para… Soy interrumpido cuando oigo a Grey llamarme. Joder, ¿cómo puedo concentrarme cuando el chico del dolor sigue interfiriendo? Pero como una buena mascota, respondo a la llamada de mi maestro. ¿Señor? Dile a Prescott que la señora Grey va a trabajar. ¿Puedes conducir, por favor? Vaya, apuesto a que fue una conversación breve e interesante entre dos de las personas más tercas y testarudas que he conocido. ¿Quién hubiera pensado que la señorita Steele tendría a Grey agarrado con una pinza por las bolas tan pronto en su matrimonio? _ Sin duda. Tampoco es que le voy a decir ¡Grey diablos no! aunque a veces es realmente tentador. Ya sabes, como cuando vas a la misma cafetería todas las mañanas y ordenas la misma bebida de la misma manera. Algunos días sólo quieres decir, un “Doble vodka con red bull” sólo para ver la mirada en sus rostros. Y aunque no estoy completamente feliz conque Ana esté dejando el ático antes de que sepamos si Hyde tiene por lo menos un cómplice, por lo menos estará fuera del edificio mientras se aprieta la seguridad, una vez más. Quiero que este apartamento, todo el maldito edificio, sea más impermeable que el culo de un pato. _ ¡Prescott! Te toca. Estarás acompañando a la señora Grey. Trata de no perderla. _ Señor, ella dice, sin decir nada a mi gracioso chiste. Después de esquivar a los medios que están esperándola en SIP, me dirijo a Escala. Me alegra ver que Sawyer ya está trabajando sobre el reemplazo de los códigos del ascensor, pero la oscuridad no parece detener al Detective Clark, el investigador principal, que llega poco después. Quiere entrevistar al jefe. Esto va a ser interesante. A pesar de la irritación de Clark, me quedo a esperar en la parte trasera de la sala, escuchando toda la entrevista. No voy a dejar a una bomba de relojería de tictac de locura, solo con un oficial de la ley, incluso si está armado. Clark: Puede usted decirme sobre su relación con Jack Hyde. Grey: No tengo una relación con él. Clark: ¿Alguna vez lo había visto? Grey: Dos veces. Clark: ¿Cuál fue la ocasión? Grey: La primera vez, la señora Grey, cuando era señorita Steele, tomó unas bebidas con sus colegas después del trabajo. Lo vi durante menos de cinco minutos. Ahí conocí a Hyde. Clark: ¿Qué le dijo? Grey: Es lo que no dijo. Clark: ¿Significa algo? Grey: Él quería estar con ella. Eso era obvio. Le hice saber que era mi novia. Fin de la historia. Clark: ¿Lo amenazó? Grey: No, no entonces. Clark: ¿Cuándo? Grey: La señora Grey me dijo que había intentado un asalto en su lugar de trabajo, diez días después. Yo lo despedí en el acto y le advertí que no se acercara a ella otra vez. Clark: ¿Qué palabras usó? Grey: No lo recuerdo. Clark: ¿Su esposa o su novia fue agredida y no recuerda lo que dijo a su agresor? Grey: No. Clark: El Sr. Taylor estaba allí, creo. Grey: Sí. Clark: Tal vez recuerda lo que dijo. Grey: Tendría que preguntárselo a él. Clark: Sr. Taylor, por favor… Yo: El señor Grey le dijo a Hyde que se mantuviera alejado de Ana y lo despidieron. Clark: suspira ¿Y no vio a Hyde otra vez después de eso? ¿Señor Grey? Grey: Tenemos motivos para creer, que Hyde nos había seguido a mi mujer y a mí desde la casa de mis padres el día después de nuestro regreso de la luna de miel. Pero no podemos probarlo. Podemos, sin embargo, probar que fue a GEH un día antes de un intento de incendio. Clark: ¿Incendio? Nada de esto se ha divulgado. Grey: Mi equipo de seguridad lo ha estado manejando. Clark: Aparentemente no. Yo: No me gusta este tipo con ese feo traje. Grey: ¡Jódete! Mi esposa es lo más importante en el mundo para mí. ¿Crees que me importe alguna mierda aparte de eso? Clark: Me gustaría ver el expediente que su equipo ha preparado. Grey: Taylor se encargará de eso. Clark: ¿Hay algo que quiera agregar? Grey: La huella parcial de pulgar… Clark: ¿Qué? Grey: Mi helicóptero fue saboteado. Una huella parcial de impresión del pulgar fue encontrada en la zona cíclica. Desde hace una hora hemos confirmado que coincide con Hyde con una probabilidad de 98%. Clark: ¿Y la única conexión que tiene con este hombre es que él era jefe de la señora Grey hace menos de un mes? Grey: Sí. Clark: ¿Y la nota en la camioneta? Eso implica lo contrario. Grey: No sé lo que eso significa. Clark: ¿Algo más? Alguna otra cosa que quiera decirme, señor Grey, porque no necesito decirle que esto pudo haber sido peor. Gris: Suspira profundo. No, no tiene que decirme. Y no hay nada que pueda añadir. Clark: Necesitaré entrevistar a la señora Grey. Grey: ¿Por qué? Clark: Porque, señor Grey, ella estaba en la escena. Y ella era el objetivo. ¿Puedo programar una cita en su oficina y…? Grey: No. Aquí Clark: No es necesario. Grey: Es muy necesario. Clark: Gracias por su tiempo, señor Grey. No necesita acompañarme. Grey: Dígale que si alguna vez se acerca a mi esposa otra vez, lo voy a joder y voy a matarlo. Yo: Mierda. Clark se va. Grey instruye a Prescott para traer a Ana y luego dice que tengo la tarde libre y Gail, también. Estoy agradecido por el tiempo a solas, pero me pone nervioso por Ana. La mecha de Grey es muy corta y Ana tiene la mala costumbre de lanzar fósforos encendidos alrededor de él. Pero bueno, es su matrimonio. Prescott está fuera de servicio ahora, y le digo a Ryan y a Reynolds que se queden custodiando fuera de los cuartos de personal bajo pena de excomunión. No me importa si tienen hambre o sed. Se quedan. La jodieron suficiente ya. Mis pensamientos vuelven de nuevo a Ana. Si tuviera que hacer una suposición, diría que Grey está planeando darle una lección de seguridad personal a Ana. Dudo que haya aprobado el XXX del manual. No es de mi incumbencia, pero sin embargo estoy preocupado. _ Ella va a estar bien, dice Gail, por décima vez. El señor Grey ha aprendido su lección. No volverá a hacer ninguna tontería. _ ¿Tú Crees? Porque pasé un tiempo muy largo con él en el avión ayer y estaba saltando como rana en agua caliente. Cuando se trata de Ana, el hombre no es racional. _ El amor no es racional, Jason. Pero él la ama mucho y ahora está asustado. Ellos le buscarán la salida. Ojala yo tuviera fe en Gail del milagro de la naturaleza humana, porque en mi experiencia mientras esperas por sonrisas, la mierda puede aparecer. La primera vez cuando no estás viendo y la segunda vez cuando te das vuelta para ver de dónde viene el olor. _ ¿Qué puedo hacer para distraerte?, dice Gail. _ Oh, señora Jones, esa es una pregunta muy capciosa. Ryan y Reynolds están todavía en la sala de estar del personal y realmente me enoja la manera como suenan las pisadas, que se vayan a joder a otra parte antes de que yo le orine los zapatos. No dijeron nada cuando me marché dentro, que recojan sus tazas de café, su sándwiches y se metan de cabeza para la habitación de CCTV. Sí y que no salgan hasta el amanecer. Luego voy a tomar a Gail y no dejarla ir. Ella está emocionalmente fatigada, incluso durmiendo porque se aferra a mí. Y quiero dormir, de verdad. Me muero por la oscuridad. Necesito apagar mi cerebro, pero no puedo. Mis pensamientos son distintos y confusos y es imposible elegir uno para perseguirlo, analizarlo y deshacerme de él. Mi corazón comienza a acelerarse pensando en lo que pudo haber sucedido. No quiero vivir sin Gail. Y entonces oigo los suaves sonidos del piano haciendo eco a través de la sala principal y sé exactamente como se siente Grey. Es un maldito pensamiento aterrador. ¿Por qué tiene que doler tanto el amor? Suelto despacio a Gail porque no quiero que mi miedo y mi inquietud la despierten. Tomé un par de pantalones de chándal y voy a hacer de jefe de oficina. Extraño mi lugar de trabajo, puede ser tan relajante. Mierda, tengo que conseguir otro empleo o el Dr. Flynn tendrá que hacer tiempo para un nuevo paciente. Aunque ya sea demasiado tarde. Entonces trato de ignorar la música que suena como para cortar tus muñecas y reviso mi correo electrónico, leo el informe de Ryan. Cuando la música se detiene tomo nota regresivamente en mi cabeza… Cinco… Cuatro… Tres… Dos… _ ¿Taylor? Uno. Hemos despegado. _ ¿Sí, señor? _ Quiero llevar a la señora Grey a Aspen mañana por la mañana. Llevando el jet. Voy a contactar con mi hermano y mi hermana para que nos acompañen. Y a los Kavanaghs. Su cara se retuerce con un desprecio cuando él escupe las tres últimas sílabas. Grey y la Kamikaze Kate Kavanagh cabeza a cabeza en un espacio cerrado, debe ser interesante. Sí, lo que necesito: más interesante mi vida. Dame un respiro por favorrrr.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

déjanos un comentario ...