domingo, 3 de noviembre de 2013

CAPITULO 4 (tercer libro Taylor).

Backdraft _ Hola, Taylor, murmura Ana, mientras me mira con cara de pocos amigos. Ella se ve tan feliz de estar en casa como un cerdo en una barbacoa. _ Señora Grey, le respondo haciendo mi mejor esfuerzo para mezclarme en el ambiente. A uno se lo enseñan en la Infantería de Marina, por supuesto la mezcla requiere de camuflaje no de un traje de $900. Grey sigue, completamente perplejo. Me da la impresión que no estudio a las 101 mujeres en su Colegio por supuesto, también conocido como ¿Qué hacer, cuando usted no sabe qué hacer? Gail está trabajando en su cocina, por lo que deben mantener la matanza al mínimo, aunque Ana tiene una mirada en sus ojos que me dice que Grey está a punto de conseguir una patada en el culo. Podría ser interesante. Tomo el camino más largo a mi oficina, evitando la zona de guerra que generalmente es la sala principal. Mi oficina está lo suficientemente lejos para que yo no pueda oírlos y lo suficientemente cerca para llegar rápidamente si hay armas involucradas. Tres segundos después, Gail viene. _ Pensé venir a esconderme contigo. _ No me estoy escondiendo. He hecho una retirada estratégica. Hay una gran diferencia. Ella levanta una ceja y niega con la cabeza. _ ¿Qué demonios es todo eso? ¡Se puede cortar el ambiente con un cuchillo! Me estremezco. Ningún arma, por favor. _ Creo que es por el hecho de que su dirección de correo electrónico sigue siendo señorita Steele, en el trabajo. _ Ah, dice Gail. Ese espinoso asunto. _ ¿Por qué es un tema espinoso, cambiar tu nombre? ¿Es esta su forma de decirme que ella no quiere ser la señora Taylor? _ Porque ella es joven, porque este es el siglo XXI. Y, probablemente, porque ella ha sido llamada Anastasia Steele durante 21 años, se sentirá extraña cambiarlo. _ Ella ya lo cambió cuando se casó con él, le digo. _ No es así de fácil, quiere hacer las cosas por su cuenta y no negociar en nombre del señor Grey, además, ella está tratando de encontrar una forma de mantener su propia identidad y el Sr. Grey puede ser… dominante, tal como la conocemos. _ Pero creo que ella ya estaba de acuerdo. _ ¿Qué quieres decir? _ Bueno, cuando acompañé al jefe a la oficina de Ana esta tarde, él… Gail pierde parte de su glorioso color rosa y mira hacia mí, horrorizada. _ ¿Qué hiciste? _ Lleve al jefe a la oficina de Ana. _ Oh no, Gail niega con la cabeza, con tristeza. _ ¿Qué? _ Él la aplastó. Oh. _ Sí, probablemente. Bueno, él estaba sonriendo cuando salió. Y no creo que era porque habían tenido tiempo para una fo… _ Jason… _ Um, tiempo de despotricar sobre las consecuencias del su cambio de su nombre. _ Hmm. _ Pero lo harás, ¿verdad? _ ¿Perdón? Ahora es mi turno para rodar mis ojos, y siento la atracción de mi mujer al abrazarla. _ Quiero decir, usted será la señora Taylor, ¿verdad? Ella duda y de repente, yo no estoy tan seguro y es un verdadero tiro de mierda en el intestino. Ella inclina la cabeza hacia un lado. _ ¿Quieres que lo haga? _ ¡Joder, sí! _ Entonces yo lo haré. _ ¿En serio? _ Yo te lo dije, Jason, y lo dije en serio. Soy un hijo de puta con suerte. Pero ahora tengo otra pregunta. _ ¿Cómo es que nunca volviste a ser Gail Lucas? Bueno no tienes que decirme… _ No importa. Cuando… cuando Gareth murió, su nombre era lo único que tenía para aferrarme. Si cambié mi nombre de nuevo, era como si nunca hubiera existido. Sé que no tiene mucho sentido… Soy un jodido idiota como para traer esto a conversación. Odio cuando está molesta. Pero el jefe que está abajo en la habitación principal nos deja fuera de onda y nos hace saber que está vivo. La bestia quiere comer. Beso su pelo suavemente, realmente con ganas de hacer mucho más y mis brazos la sueltan, siento la resistencia en todas mis terminaciones nerviosas. _ Será mejor que me vaya, Jason. No hay que olvidar que la mujer Matteo estará llegando como a las ocho. Y por cierto, si se le ocurre ponerte un dedo encima se lo cortaré. No puedo dejar de sonreír cuando Gail se enoja. Me encanta cuando se pone toda posesiva, es caliente. Pero ella tiene razón Gia Matteo, está en la categoría de la señora Lincoln, posiblemente sin los látigos y cadenas, aunque yo no apostaría. Pero debajo de la piel, es la misma criatura de hielo y piedra. Cuando estamos comiendo nuestra cena, una ensalada de gambas que podrían hacer que un hombre venda el alma, si yo ya no se la hubiera dado a Gail, me recuerdo de otra cuestión espinosa. _ Así que, estaba pensando… _ ¿Estás cansado, Jason? _ Cuidado, señora Jones, o voy a tener que mostrarle qué tan cansado estoy, solo para demostrarle el punto. _ ¿Y eso sería un problema porque…? Esta mujer será la muerte mía. No puedo dejar de reír. No, no hay problema. Mirándola directamente de hecho. Ella sonríe. _ Lo siento, si te he interrumpido… ¿estabas pensando… en alguna actividad peligrosa, que podrías sugerir? _ Yo estaba pensando en nuestra boda. _ ¿Ah, sí? _ Bueno, hemos dicho que hablaríamos sobre ello una vez que los Greys llegaran de su luna de miel. Gail se ve nerviosa. _ Sí, lo haremos. _ Está bien, me estás asustando un poco aquí, cariño. Ella suspira. Lo siento, es que… quiero estar casada contigo, Jason, lo haré. Es sólo que no quiero todo el alboroto de una boda. Mientras lo hagamos en silencio. ¿Está bien? _ Lo que tú quieras, cariño. Sólo quiero que sea… real. Y pronto. _ ¿Así que no te importaría si es pequeña? ¿Sólo Allison y la familia? ¿A quién quieres invitar? _ Um, bueno, Sophie podría ser realmente una dama de honor. Ya me dijo que sí quería. Gail sonríe. Por supuesto, sería maravilloso. ¿A quién tienes en mente para padrino? _ Ese sería yo, nena. Ella resopló de risa. Tú siempre tan modesto. _ ¡Tú lo sabes! _ ¿En serio? Algún amigo militar. _ ¿Te importaría? _ No, tonto. Con tal de que no hayan armas de fuego en la recepción. _ No lo puedo garantizar. _ ¡Lo digo en serio, Jason Taylor! Hago una mueca porque a los únicos dos hombres que yo invitaría aman sus armas, más que umm sus armas. _ Así que, ¿a quién tienes en mente? _ John Salone, un tipo con el que hice la formación básica. Y Cyclops, um, y Jim Henbrey, otro tipo de la unidad. _ ¿Eso es todo? _ Así es. Esa es mi lista de invitados. _ ¿Qué pasa con el señor y la señora Grey? _ ¡Joder, Gail! Son nuestros empleadores, no nuestros amigos. _ Sin embargo, sería un buen gesto invitarlos. _ No sé, Gail. Me sentiría como si todavía estuviera trabajando si Grey está ahí. _ Bueno, ¿y si invitamos a Lucas y Ryan, también? _ ¡Ah, diablos! Veo a esos cabrones 24/7, ¡suficiente! _ Bueno, sólo piensa en ello. Podríamos tener una buena cena en la ciudad en alguna parte. Una habitación privada con solo 14 personas. Yo hago los cálculos y me doy cuenta que ella ya ha decidido cómo va a ser. Sí, bueno, el único trabajo que el novio tiene, es buscar un traje de etiqueta. Yo puedo hacer eso. Voy a darle a mi mujer lo que ella quiera. _ ¿A dónde quieres ir para luna de miel, nena? Me importa un carajo dónde vayamos, siempre y cuando sea un lugar con una cama king size y servicio de habitaciones. Tengo estándares. _ ¿Qué quieres, Jason? _ A ti. Desnuda. Con helado. La ubicación no es importante. Quizás de chocolate. Con chocolate derretido en su cuerpo. ¡Uff eso es un Plus excitante!! Ella se ríe. ¡Ya veo! Bueno, creo que podemos hacer eso. Pero tendrá que ser en algún lugar cálido… _ O algún lugar frío, con muy buena calefacción central. Gail me ignora. _ ¿Qué te parece Hawái? Yo siempre he querido ir allí. _ Sí, Hawái sería bueno. Te gustará. Gail se ve decepcionada. ¿Has estado ya ahí? _ Yo estuve asignado en Kaneohe Bay durante seis meses, pero te lo juro, te va a encantar. _ Bueno, era sólo una sugerencia. Voy a mirar el costo de los vuelos. _ No es necesario. Grey dice que podemos usar el jet. _ ¿Perdón? Oh, supongo que me olvidé de mencionar eso. _ Sí, el jefe dijo que podíamos ir en el Greyforce One. Gail obtiene esa melancólica mirada en su cara. _ Oh, es un buen hombre. Estoy tan contenta de que lo invitemos a nuestra boda. Sí, yo sé que no tengo opción para eso. Vete a la mierda. Gail está bateando 400. Y se acabó el juego. De vuelta en mi oficina, veo como Gia Matteo entra en su Porsche 911 en el garaje subterráneo. Es de color rojo cereza, llamativo. El coche de una prostituta. Le conviene. Programo el código del ascensor al pent-house y la observo mientras asciende. Ella se deshace de un par de botones de la camisa y vuelve a aplicar una capa gruesa de lápiz labial rojo en sus labios. Luego se toca la cabeza y sube y baja su cabello. Nunca he entendido realmente por qué una mujer termina haciéndose eso en el cabello si le queda igual. Luego se quita unas pelusas imaginarias ¿qué es eso? Lucy solía hacer eso. Me volvía loco y no en el buen sentido. Gracias a Dios Gail no. Y entonces Matteo empuja hacia arriba sus tetas y se ven bien en el circuito cerrado de televisión cuando lo hace. Ella sonríe, debe saber que la están mirando. A la perra le gusta montar un espectáculo. Las puertas se abren con un suave siseo y ella acecha hacia fuera, taconeando sobre el suelo de mármol. _ Buenas noches, Taylor. Christian me está esperando. ¿Ah sí? Si yo no lo supiera, su culo escuálido no habría llegado más allá de la planta 25. Sus ojos se desplazan hacia arriba y abajo de mi cuerpo, mirándome como siempre lo hace, midiendo y evaluando. No hay muchos momentos en la vida de un hombre cuando da gracias a Dios porque no es asquerosamente rico, este es uno de ellos. A Matteo le gustan los hombres cargados y no sólo en el departamento de pantalones. _ Señorita Matteo. Yo la acompaño hacia la sala principal. El jefe y Ana están bailando. Es un momento en el que no quiero molestar, pero la perra ya me está empujando para pasar a través de mí. _ La señorita Matteo está aquí, les anuncio, con cero de inflexión en la voz. Sé que el hermano del jefe se la ha follado. Puedo ver que ella es atractiva y pulida, pero no hay calor. Y a partir de la forma en que se comporte esta noche, ella tiene sus miras puestas a subir en la escala social de Seattle otro peldaño. No es de extrañar que ella y su hermana mayor, Donya, son conocidas como las hermanas Ivy. Parece que ella tiene la intención de subir por encima de Ana para conseguir lo que quiere. Eso me molesta. Pero este no es el tipo de protección por el que el jefe me paga, por lo que Ana está por su cuenta y la señorita Steele, perdón la señora Grey, no está en su mejor momento. El problema es que sé que está fuera de juego esta noche, después de haber luchado con el jefe ya, por lo que se está sintiendo en este momento vulnerable y… Sí, no es asunto mío. Me dirijo de nuevo a mi oficina y leo los archivos de los cinco posibles nuevos empleados de GEH para distraerme. Rechazo uno, una mujer con deudas de juego. Ella puede hacer el trabajo, sin duda, pero la historia muestra que ella es un punto débil que la empresa no necesita, podría ser sobornada. A pesar de que yo la rechazo, sé que estoy aplastando la esperanza del futuro de alguien. Suena mi celular y la identificación de Welch está en la pantalla. _ Taylor, tengo una actualización de Hyde. Mi viejo CO va directamente al grano. _ Nada bueno, él no ha estado en su apartamento por semanas. Esto sugiere dos cosas: que él ha estado planeando algo y que cuenta con ayuda. Joder, justo lo que no necesitamos. _ Voy a llamar a Grey que querrá saber esto. Puse a Welch en espera y voy al encuentro del jefe. Ana está de pie entre él y la mujer Matteo, y la vista me hace sonreír. Ana es el parachoques de Grey, su diminuta escolta, su escudo humano. Mientras él no tiene ningún problema para manejar a la Matteo, Ana ya está en el trabajo y parece enojada. Siento un cálido resplandor de orgullo paternal cuando ella clava sus pequeñas garras feroces. ¡Vamos Ana! Sí, yo no he dicho eso en voz alta, porque no soy un tipo de pompones. A menos que Gail… ¡Mente en el trabajo, Taylor! _ Necesito hablar con usted por un asunto urgente, Sr. Grey. Levanta la vista y asiente minuciosamente. Luego sonríe a Ana. _ La señora Grey es la encargada de este proyecto, dice con claridad, para el beneficio de Matteo y tal vez de Ana, también. Ella tiene carta blanca. Lo que ella quiera, es de ella. Confío completamente en sus instintos. Ella es muy astuta. Él le está dejando un punto claro a Matteo. Bueno, ella es una mujer inteligente tal vez ella tome el carril. De vuelta en la oficina, puse el teléfono en altavoz y Welch explica la situación. _ Hasta este momento, habíamos asumido que Hyde estaba trabajando solo, por un simple rencor porque fue despedido. Eso ya no parece ser el caso. Vamos a tener que volver a ver su archivo y ver si tiene algún asociado conocido, cualquier persona con la que tenga confianza. Eso podría ser un gran trabajo. Nadie ha surgido previamente en nuestro radar. Tenemos que cavar más profundo. Él tiene los recursos y es inteligente. _ Mierda. Grey maldice suavemente. ¿Qué crees que esté planificando ese bastardo? Se hace un silencio, porque ninguno de nosotros tiene una respuesta. _ ¿La vigilancia de mi familia cómo va? _ Según lo acordado anteriormente, Sr. Grey. Pero sería más fácil si ellos limitan más sus movimientos. Sus padres nos han dado su itinerario diario, al igual que su hermano. Sus abuelos han extendido sus vacaciones en Boston y tengo un equipo observándolos 24/7. Se aclara la garganta. _ Pero la señorita Grey es… menos cooperativa. _ ¡Mierda con, Mía! ¿Qué está haciendo? _ Ella se niega a valorar el riesgo, Sr. Grey. Tal vez si le explicamos el nivel de amenaza… _ ¡No! Yo no quiero que mi familia tenga que preocuparse. Esta es mi mierda. _ Señor Grey, hace que sea mucho más difícil garantizar la seguridad de su hermana cuando ella anda eludiendo a su personal de seguridad, se ha convertido en un juego tan fascinante para ella. Grey niega con la cabeza. Voy a decirle a mi padre que hable con ella. Una vez más. Gracias, Welch. Él acecha fuera de la habitación. Y lo oigo decir ¡Qué fastidio con Mía! _ ¿El podrá hacerla entrar en razón? Welch me pregunta. _ Lo dudo, sólo asegúrate de ponérselo más difícil. Nuevas caras, sigan intercambiando los equipos. Cambia los patrones de seguimiento, no hagan nada habitual. _ Está bien, Taylor. El informe actualizado será enviado por correo electrónico dentro de una hora. Hago clic en el teléfono y me sorprendo al encontrar que Grey ha vuelto a mi oficina. _ Hay otra cosa que quería preguntarte, Taylor. _ ¿Señor? _ Cuando la señora Grey y yo nos mudemos a la nueva casa, tenemos la esperanza de que tú y la futura señora Taylor se muden con nosotros. Tendrán sus propias habitaciones separadas, así como las de aquí. Hace una pausa. Por supuesto, yo había considerado que su matrimonio con Ana significaría un cambio para nuestro acuerdo de trabajo, y me preguntaba cómo iba a ser. _ Tendrías… espacio… para traer a tu hija, si quieres. Soy consciente… se detiene otra vez, y sale una leve sonrisa en su rostro. Soy consciente de que has tenido reservas cuando se trata de traer a Sophie aquí. Pero, eso no sería aplicable a la nueva casa. Los dos sabemos que se está refiriendo a sus muestras frecuentes y abiertas de sexo explícito, que lo he visto tantas veces que ya ni quiero recordar. Incluso he considerado tomar Rophynol. _ Espero que pienses en ello. _ Gracias, señor. Lo discutiré con Ga… con la señora Jones. Él asiente y sale de la habitación. ¡Damas y caballeros, conozcan al nuevo y mejorado, recientemente actualizado Amo del Universo (Subdivisión del Sistema Solar), Mark II.! Unos minutos más tarde, escucho a Ana hablando en voz alta. Taylor te acompañará, dice ella, secamente. La Matteo tiene su cola con firmeza entre las piernas y Grey está como celebrando con una sonrisa sostenida. No sé lo que Ana le ha dicho a ella, pero Gia parece que está a punto de orinarse encima. Estoy muy orgulloso. Mi niña ha crecido. Ahora bien, si tan sólo pudiera encontrar a Hyde, le cortaría los cojones y se los metiera en la boca, todos podríamos ir a casa feliz. Gia sale con la cara enrojecida, los labios apretados, y ella no me folla con sus ojos en el camino. Resultado: los Greys desaparecen a su dormitorio y yo termino en mi oficina. Abro el cajón de mi escritorio y miro por enésima vez lo que contiene. Levanto la vista para ver a Gail sonriéndome. _ Es hora de que apagues ese maldito ordenador y vengas a la cama y ​​hazme una mujer feliz Jason. Me pongo de pie lentamente, con la cara seria, y tomo sus manos entre las mías. _ Gail, te amo por muchas razones. Por tu sonrisa, tu amabilidad, la bondad que brilla a través de ti. Tú me das esperanzas en este jodido mundo y quiero pasar el resto de mi vida implantando micrófonos justo para ver el desafío que destella en tus ojos. Quiero que seas mi esposa, y que lleves mi anillo, porque es una gran señal que le dice a cada hijo de puta que se te acerca que se vaya a la mierda. Y abro la caja pequeña y se la pongo en la palma de la mano. _ Cásate conmigo. Ella toma un suspiro largo y tembloroso, y abre la caja del anillo. _ Oh, Jason. Es precioso. Y ese fue posiblemente el peor discurso de propuesta que he escuchado y he leído un montón de novelas románticas. Pero fue perfecto, también, porque fue único, al igual que tú. Y te quiero. Sí, voy a usar tu anillo. Sí, me casaré contigo. El anillo es de platino, con nueve diamantes en un ajuste de canal, y se ve jodidamente perfecto cuando lo me meto en el cuarto dedo de la mano izquierda. Ella se acerca y me atrae y se sonríe. Su piel está caliente bajo mis dedos y sólo quiero darle un beso. _ ¿Practicaste este discurso? _ Practiqué un discurso, pero este no. Yo soy más un-tipo-del-momento. _ Me di cuenta. Y ella me besa con dulzura, cálidamente, sensualmente. Es mucho, aunque no suficiente. La presiono a mi cuerpo y siento su calor en mi contra. _ Al dormitorio, me respira en mi piel. En un minuto, me dice. Treinta segundos más tarde, estoy cerrando la computadora y corre la mismísima Ana. _ Señora Grey, perdón. ¡Mierda! ¿Esta mujer está tratando de matarme? Todo lo que lleva puesto es medias, un liguero y la camisa del jefe. No, ella no está tratando de matarme, está tratando de que el jefe me mate. Él definitivamente no querrá que yo la vea de esa manera. _ Um, Taylor, hola… um. Le voy a cortar el pelo a Christian. Sí, y yo soy Vidal Sassoon. _ Después de usted, señora, le digo, dando un paso a un lado rápidamente, con la esperanza de que va a tomar la pista y salir. _ Gracias, ella jadea por encima de su hombro mientras corretea a distancia. Quiero decir, si ella anda correteando con un par de tijeras por ahí, voy a necesitar otro trabajo de mierda y termino por no decir nada. ≈≈≈≈≈ El jefe no estaba feliz de ir a Nueva York sin Ana. No estoy diciendo que se va a ganar el premio al Sr. Sunshine a corto plazo, pero esta mañana estaba al borde de ser un emo llorón. Que si el avión estaba demasiado caliente, que si el avión está demasiado frío, el problema fue la forma equivocada en que apoyaba su maldito culo. Julianne, la rubia auxiliar de vuelo, estuvo siempre serena, lo que significó que soportó su mal carácter y no la hizo rodar sus ojos ni una vez, no que yo sepa. Para ser justos, con toda la mierda que había estado bajando, entendí la forma en que se estaba sintiendo. Lo más preciado que poseía no era su jet de $2.3 millones, ni el ático de Seattle, ni mil millones de dólares que genera GHE, pero sí Ana, un metro sesenta, morena, que se estaba quedando cada vez más lejos de él con cada segundo que estábamos en el aire. Y Hyde está por ahí en algún lugar, con quién sabe qué locura pasa a través de su cabeza con cola de caballo. Así que no podía culpar a Grey por actuar como si tuviera una escoba metida por el culo. No quiero decir que me guste. Respecto a Grey, quiero decir. Nunca he tenido una escoba por el culo, aunque el jefe… nunca se sabe… Sawyer y Ryan estaban de servicio en Seattle junto con Prescott, una nueva escolta femenina que Welch contrató. Grey no estaba feliz con eso, pero Welch lo había convencido de que la señora Grey podría sentirse menos vista si su escolta es una mujer. Ana parece un poco fría hacia ella, pero eso no me preocupa. Ellas no tienen que intercambiar recetas de cocina. Al menos Ana entiende que tenemos un trabajo que hacer. A diferencia de Mía, quisiera-yo-que-su-cerebro-fuera-tan-rápido-como-su-boca, Grey. Ella todavía está tratando de darle a su equipo la vuelta, su jueguito le está sacando a Welch más canas que un tejón en una convención de pieles. El padre de Ana es ex militar, por lo que sabe comprender que hay que seguir las reglas. Me intrigó saber su punto de vista sobre las armas, que son todo lo contrario a lo que Grey piensa. El derecho a portar armas está en la Constitución y creo que no habrá un cambio a corto plazo. Si los poderes pudieran asegurarse de que sólo los buenos porten armas de fuego, sería todo por el entrenamiento de armas. No hay nada más aterrador de mierda que una persona sin entrenamiento con un arma. Nos vamos a quedar la noche en el apartamento de Nueva York de Grey. Puede parecer excesivo por tener otro pent-house en Manhattan que se usa tal vez seis o siete veces al año por Grey o por su familia, pero me he alojado en un montón de hoteles de primera clase con clientes a través de los años. Se pasa de moda rápidamente. No hay nada glamoroso en permanecer en un hotel de cinco estrellas uno tras otro, no importa lo bueno del servicio, son como las prostitutas de clase alta, fastidian con el tiempo. Recuerdo una vez en Nigeria cuando estaba con un colega, Ronny Farcelli, que era un poco idiota y me tenía arto con sus estupideces. Yo estaba fuera de servicio, leyendo en mi habitación cuando oí un golpe en la puerta. Revisé la mirilla y vi a una mujer hermosa de pie en la puerta. _ El director del hotel, pensó que le gustaría un masaje, señor, dijo, y yo tengo que decir que me sentí tentado. Pero sin juzgar, tener relaciones sexuales con una mujer extraña en un país que tiene la tercera tasa más alta del mundo en números de afectados por el VIH, no es inteligente en la mente de nadie. Ahora Ronny había cometido el error de irritarme con su actitud de mierda. Decidí que era tiempo de pagarle con la misma moneda. _ No, estoy bien, gracias. Pero mi colega en la habitación 302 le gustaría un poco de compañía. Ronny es un poco tímido, así que puede que tenga que hablar con él por un largo rato. Le puse en sus manos 3000 Naira, unos veinte dólares, y ella asintió, sonrió profesionalmente y se fue. A decir verdad, Ronny no era tímido, pero me importa una mierda. Me dijo en el desayuno al día siguiente que había tardado 20 minutos para deshacerse de ella. Me sentí un poco culpable por hacerla perder el tiempo, pero creo que le di el dinero suficiente para compensarla por ello. Al ver la cara de Ronny, que no tenía precio. Grey ha tenido ese tipo de ofertas, por supuesto. Usted se sorprendería de que incluso en los lugares realmente de primera clase, tengan un floreciente mercado negro de hombres, mujeres, mala hierba, éxtasis, y todo lo que tu corazón o lívido puedan desear. Y con su aspecto y dinero, Grey era a menudo un objetivo. Y tengo que reconocer que jamás se tentó. Mi trabajo es la protección personal en todas las variadas formas que se adopta, así que se me hizo más fácil que toda la torcedura de Grey era legal y que tuviera lugar en Seattle. Esta noche, estamos en otra de sus malditas cenas aburridas. No sé cómo el hombre puede soportarlas. Él las mira como trabajo, y ciertamente funciona bien en la habitación. Él sabe qué decir, a quién decírselo, cómo y cuándo. Es como ver a un actor en la cima de su profesión en el escenario, apasionante para la audiencia. O tal vez un director, moviendo la orquesta a su antojo. Soy el único que sabe lo suficientemente bien, como para decir que él está más nervioso que de costumbre, la razón es obvia. Aparte del factor miedo de tener a Ana en una ciudad cerca de Hyde, es la primera noche, que el jefe y Ana han estado separados desde hace meses. La primera señal de problemas es cuando tengo un texto de Sawyer que está cuidando a Ana esta noche, junto a Prescott. * La Señora Grey está en camino al Zig Zag Club * Mi respuesta es profesional y al grano. * ¡WTF?! * La respuesta de Sawyer es totalmente abatida. * Insistió * Yo me debato sobre la conveniencia de contarle a Grey. Suspirando, me pregunto si esto va a ser un momento Vesubio. No puedo culpar al chico. Quiero decir, que está a 3.000 millas lejos de su casa, hay un tipo con problemas contra él y su familia y su esposa se ha ido fuera de la casa y ha desmantelado por completo el protocolo de seguridad que estaba en el lugar para mantenerla a salvo. Sí, tengo que decirle a Grey. Deseo llevar chaleco antibalas. Le interrumpo mientras está hablando con Thomas Crowley, el CEO de Crowley Maritime de Jacksonville, Florida: 300 buques, 5.300 empleados y en el mismo nivel de mi jefe. _ Señor… Sus ojos se ajustan a los míos. _ ¿Sí? _ Ha surgido una situación. Se disculpa bruscamente y se levanta de su asiento rápidamente. _ ¿Es Ana? _ Ella está a salvo, señor, pero Sawyer me acaba de informar que se ha ido de copas con la señorita Kavanagh. Sus ojos se estrechan y se obliga a tomar una respiración profunda. _ ¿Qué diablos está jugando? ¿Por qué Sawyer no la detuvo? _ Él no tiene esa autoridad, señor. Él tira de su cabello en frustración. _ Ella está a salvo, señor. _ Llama al personal del hangar. Quiero estar en el aire en una hora. _ Sí, señor. El avión está preparado y listo para irnos en 54 minutos. No está mal… pero al mismo tiempo… Cincuenta y cuatro largos minutos con el niño del cartel: necesito un Valium antes de que mande al personal a la mierda. Otro texto de Sawyer. * La rubia le ha dicho a la Sra. G sobre la mayor seguridad para los Greys. La sra. G no está feliz * Cojonudo. Esa mujer Kavanagh sabe cómo agitar la mierda. _ ¿Noticias?, pregunta Grey. Él está tratando de parecer tranquilo, pero su pánico se le nota. _ Al parecer, la señorita Kavanagh le ha informado a la señora Grey sobre el aumento de la seguridad proporcionada a su familia. Él maldice una floritura. Yo soy más un hombre en negro y blanco. Ya sabes, se adhieren a los clásicos. Trata de llamarla de nuevo. O su teléfono está apagado o deliberadamente ella no quiere responder. _ Dame el número de Prescott, gruñe. Llamo al número y le paso mi teléfono. _ Grey, aquí. ¿Dónde coño está usted? ¿Cuánto ha tomado? No, no le digas que he llamado. Termina la llamada y me suelta el teléfono, uff lo atrapé, demasiado preocupado y molesto como para mirarme a los ojos. Grey sabe que está jodido. Mi recomendación fue que le avisara a Ana la verdad sobre el nivel de amenaza. Él se negó. Estaba equivocado. Y ahora está pagando el precio. Él va a tener un ataque al corazón antes de que él llegue a 30, si no aprende a relajarse. No lo culpo. Si se tratara de Gail, y un psicópata está suelto… bueno, yo no sé cómo me sentiría. Recuerdo cuando Gail enfrentó a Leila, el pánico, la impotencia furiosa de no estar allí. Sí, ya sé lo que es eso, y a pesar de todo, estoy jodidamente cabreado con Ana. Ella sabe como es Grey con su seguridad. Los motores del avión rugen y en pocos minutos estamos rodando en pista. Va a ser un largo vuelo. Después de media hora, estoy deseando tener una de esas pistolas de dardos que los veterinarios utilizan con los animales salvajes. Grey se crispa y se revuelve en su asiento, se pasa las manos por la cara como si quisiera arrancarla, tirando de su cabello. No puedo mirarlo más, así que enciendo el iPod y cierro los ojos. Pero yo lo puedo sentir ahí, como una presencia oscura en la cabina. Es suficiente para darme claustrofobia. Otros 150 minutos más de esto y voy a estar haciendo un salto con paracaídas. Tres horas de vuelo, Sawyer me llama al teléfono del avión. Julianne me lo da a mí y Grey ve el reloj atentamente. _ T, hemos tenido un problema aquí. Mierda, eso suena mal. _ Informa. _ Hyde entró en el apartamento. Ryan logró detenerlo y está en custodia policial. La señora Grey está ilesa y Gail también. Ella entró directamente a la habitación del pánico tan pronto como Ryan le indicó del intruso. _ ¿Cómo diablos logro Hyde entrar? _ Se hizo pasar por un repartidor. _ ¿Estaba armado? _ Sí, pero… Tengo un mal presentimiento en mi estómago mientras espero a que termine. _ Su intención era secuestrar a la señora Grey. Tenía cinta, cloroformo, y un colchón en la parte trasera de su camioneta. Santa mierda. Yo no necesito ser ningún Dr. Flynn para saber que Hyde es un psicótico de mierda bastardo. Y ahora tengo que darle voluntariamente esa información a Grey. Siempre he pensado que un voluntario es un hombre que no entiende la pregunta. Esto no va a ir bien. La tez de Grey coincide con su nombre, ya que todo el color drena por su rostro. Es su segundo peor miedo hecho realidad, de que alguien trate de alejar a Ana de él. El primero es que tengan éxito.

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