viernes, 23 de agosto de 2013

9 CAPITULO (TAYLOR)

El jefe está de un humor asqueroso. Una vez más. Sospecho que tiene que ver con la estudiante de pelo castaño de la Universidad.
Andrea me dijo en voz baja que él canceló su reunión con Barney para pasar más tiempo a solas con la señorita Steele, luego la acompañó hasta el ascensor después de la entrevista. Ella realmente no tenía por qué contármelo, yo lo vi todo en CCTV. Y me di cuenta de la expresión del  rostro de  Grey. Él está interesado de una manera que nunca he visto antes. Quiero decir, conozco esa mirada, él la pone cuando está entusiasmado si alguien le está hablando acerca de un nuevo proyecto de trabajo, o si le hablan del desarrollo agrícola de la Universidad. Es muy raro, pero también le he visto esa expresión cuando él está volando o navegando. Él está emocionado, no hay duda.
Y tengo un mal presentimiento sobre esto. Si el jefe está muy entusiasmado con una mujer, sólo puede terminar de una manera que ya conozco, sacándole la mierda hasta dejarlas sin sentido. Y la señorita Anastasia Steele se ve tan joven, tímida e inocente.
Él ha ordenado una revisión de la vida de la señorita Steele a Welch y sabes qué, no hay nada que encontrar. Ella no está sobregirada en el banco, ella no se droga, no parece que bebe mucho, ella casi nunca sale, ella tiene un trabajo de medio tiempo en una tienda de ferretería, por el amor Dios, y Welch no puede encontrar ninguna evidencia de un novio, lo que es extraño. La chica es muy linda, incluso metida en esas ropas mal ajustadas de tienda de segunda mano.
Mientras tanto, el jefe está trabajando como si fuera la única cosa que el cerebro lo obliga. Corre conmigo, entrena con Claude, y trabaja en el gimnasio del sótano. ¡Carajo! a falta de un buen polvo, deja toda la energía acumulada ahí.
Todas las noches de esta semana, se ha despertado gritando, y estoy tan jodidamente cansado de esa mierda sensiblera que interpreta en su piano a las 4:00 am todos los días. Estoy pensando en comprar tapones para los oídos, pero la seguridad no me lo permite, estoy pagado para tener ojos y oídos 24/7 en alerta. Estoy seriamente pensando en buscar un nuevo trabajo, y me gustaría si no fuera por Gail.
Ella ve que hay algo con Grey, pero a pesar de lo que sabe acerca de él, ella cree que es decente. ¿Es esa la palabra? En parte es cierto, he visto la profundidad de sus proyectos filantrópicos, su falta de interés en la publicidad, lo duro que trabaja pero… y es un gran pero, hay algo detrás de sus ojos, una violencia apenas contenida. Gail nunca lo ha visto venir de cerca y perder la cordura, pero yo lo he visto como el gran Krakatoa cuando algo no sale como a él le gusta. Y luego, por supuesto, están las sumisas, una tras otra, golpeadas hasta la sumisión. Sólo Leila se alejó de él.
Extrañamente, ella era la que yo hubiera dicho que iba a quedarse. A pesar de su frialdad y el distanciamiento con ella, pude ver que se preocupaba por ella, a su manera atrofiada, pero lo hacía. A veces incluso le hizo sonreír, su vivacidad, su naturaleza traviesa. O tal vez fue la pintura de mierda horrible que ella le hizo y que él accedió a colgar en sus paredes, en el cuarto blanco que ella llamaba su hogar. ¡Nunca pude entender eso! Leila lo empujó más allá que cualquiera de las otras chicas, ella puso Beyoncé y Britney en su iPod,  no me gusta esa mierda. La tomó un día y la llevó de compras de ropa, que él nunca había hecho con ninguna de las otras sumisas. Gail estaba convencida de que iban a terminar como el novio-novia. Pero terminó después de seis meses, al igual que todas lo hacen. Al menos fue lo suficientemente inteligente como para alejarse antes de que ella se quebrara.
Y ahora esta chica, Anastasia. Ella es demasiado joven, demasiado inocente, no ciertamente a alguien parecido en su estilo de vida torcida. No me gusta eso.
_ Jason, ¿de verdad crees que el señor Grey le haría daño a esta chica?
Gail está frunciendo el ceño. Yo conozco una manera de traer una sonrisa a su cara. Así que trato de envolver mis brazos alrededor de su cintura y tiro de ella en mi regazo, pero ella se ríe y se para.
_ Oh no, vamos a tratar de tener una conversación que no termine conmigo preguntándote dónde he dejado mi sostén.
_ Esas son mi tipo favorito de conversaciones, señora Jones.
_ Me he dado cuenta, señor Taylor. Pero vas a tener que tomarte un tiempo para esa conversación, estoy preparando la cena y el Señor Grey estará de regreso  del gimnasio pronto.
Ella frunce el ceño mientras dice esto. Vaya, ella realmente se preocupa por él.
_ No hay problema. Me gusta ver como cocinas, mujer.
Ella me lanza una de las toallas de la cocina, y me las arreglo para agarrarla junto a tiempo antes de que caiga al piso.
_ Buenos reflejos, Señor Taylor.
_ Le puedo mostrar algunos mejores.
_ ¡Jason! ¿Alguna vez te vas a detener?
_ No, nena. Veinticuatro por siete, por eso es lo que estoy pagado. Pero si tu accedes a casarte conmigo, me gustaría ser todo tuyo, 24/7.
Ella suspira. _ Ya hemos pasado por esto. La respuesta sigue siendo “no”
_ Un día me vas a decir que sí Gail.
_ Si lo hiciera, tendrías un ataque al corazón
_ Sí, pero qué manera de morir.
Ella niega con la cabeza y suspira, un sonido de exasperación, pero a pesar de que ella está de espaldas a mí, yo sé que ella está sonriendo.
La pregunta de Gail me carcome, ¿Crees que Grey le haría daño a la chica? Sólo si está de acuerdo con las normas de sus Cuarto de Juegos. Así que, sí, creo que le haría daño, si le da la oportunidad. Después de todo, esa es su única forma de tener una relación con una mujer. Maldito enfermo. Así  sea que esta chica esté de acuerdo con él, esto es algo completamente distinto, porque sus sumisas las busca de otra manera.  Sé que Grey es carismático, le he visto en acción con suficiente frecuencia, he visto la forma cómo las mujeres responden a su aspecto y he visto como las rechaza. No en vano le gusta vertirse bien, no deja de ponerse su uniforme marca Grey, su imagen de hombre en la lista de los solteros más codiciados de Seattle. Así que sería ingenuo de mi parte pensar que una joven chica de la Universidad, de un pueblo pequeño no caiga en las garras de un millonario como él. Haga los cálculos.
Si no me gusta la manera como van las cosas, voy a tener que renunciar con o sin Gail. El pensamiento me hace tan enfermo como mierda.
Así que cuando él me dice que está volando a Portland el sábado no estoy totalmente sorprendido. El jefe no se  aguanta,  han pasado cinco días sin tomar acción directa desde que vio a la señorita Steele, esa es la única sorpresa.
Ah, y entonces él me dice que reserve dos coches de alquiler. Sé cuando no me quieren… y sé a dónde va. Para ver a la chica. Solo. Bueno, la señorita Steele, tiene más de 21, por lo que la elección es suya.
Hacemos reservas en la suite del Heathman que Andrea ha arreglado, a continuación, compruebo los detalles sobre la reunión en  la División Agropecuaria de la Universidad. Reunión que ha reservado para esta tarde, la razón aparente para esta visita. O tal vez eso sólo lo hace como un gasto deducible de impuesto sobre actividades económicas.
Cuando regresa de un humor de mierda extraño,  sonrío para mí un minuto, se pasea por la habitación gritando órdenes a su celular. Va a ser un fin de semana largo, de mierda.
Gail se ha ido con su hermana así que ella está a sólo nueve kilómetros de distancia. No sé si voy a tener la oportunidad de irla a visitar, yo sólo he visto a su hermana Allison dos veces en los últimos cuatro años. Ella es muy bonita, más vieja que Gail, con cuatro hijos ya mayores. No estoy seguro de si ella me aprueba, pero ¿por qué iba a hacerlo? Divorciado, con una hija, sin casa propia, ex-marine. Yo todavía no sé lo que Gail ve en mí, pero cuando miro a los ojos de su hermana, sé exactamente lo que Allison ve  y no es tan bueno.
Es temprano en la noche y el señor Grey ha estado en su ordenador portátil durante toda la tarde. Caminé hacia fuera y me compré un par de libros de bolsillo para leer para pasar el tiempo. Él quiere ir a correr antes de la cena.
Estamos a punto de salir cuando suena su teléfono maldito.
_ Grey. Señorita Steele. Qué bueno saber de usted.
_ Oh, conozco ese tono suave.
_ Me quedo en el Heathman en Portland. ¿Diremos nueve y media mañana por la mañana? La espero señorita Steele.
Él me mira y tiene esa mirada, la misma que ves en los programas de Animal Planet, cuando el león está a punto de abalanzarse sobre el pequeño bebé cebra que se separó de su madre.
_ Sesión de fotos para el periódico estudiantil de la Universidad, dice.
Sí, claro. Sin segundas intenciones en absoluto.
El gimnasio del Heathman generalmente abre a las 6 am. Pero para el señor Christian Grey, el acceso no tiene horario y está ahí trabajando desde las cinco. A continuación, vamos a por la carrera de unas seis milla habituales, excepto hoy que quiere ir más allá. Sí, el hombre siempre quiere más. A veces creo que nació con ganas de más. Tiene mucha  energía para quemar. Estar cerca de él, es como ver a un niño tomar el polvo negro de los fuegos artificiales, sólo para ver lo que sucede cuando se enciende todo de una vez.
A las 8.45 am, estoy en la sala de CCTV con el personal del hotel para ver a los estudiantes de periodismo y ver llegar a la señorita Steele. Por fin llego a ver a Katherine Kavanagh, la que se suponía que debía entrevistarse con el jefe el lunes pasado. Ella es bien bonita. Y puedo ver que ella no tomaría ninguna mierda de Grey, lo que significa que no es su tipo en lo absoluto. No como la pobre y dulce señorita Steele. Pero creo que el jefe tiene competencia, el  fotógrafo la mira y le lanza una mirada romántica. Sí, señorita Steele, mejor pega con el fotógrafo, apuesto a que no tiene floggers que cuelgan en la pared de su dormitorio, aunque nunca se sabe…
A las 9:30 es hora del show. Sigo a Grey hasta la suite que los niños han reservado en el hotel. Me paro en la esquina, para  no mezclarme con el fondo de pantalla, pero igual de quieto.
_ Señorita Steele, nos encontramos de nuevo.
Sí, el jefe está haciendo su número a la pobre muchacha, utilizando todos los trucos del libro. Sólo un extra de micro segundos para el apretón de manos, un pequeño apretón de sus dedos, mirando directamente a ella, sosteniendo su mirada un poco más de lo normal.
Ella se sonroja y por dentro me siento tan mal por ella. Ella no tiene ni puta idea.
La señorita Kavanagh, sin embargo, parece un poco repelida por el jefe. Su sonrisa es cortés, profesional y fría. Pero ella es rubia, así que no tiene nada de qué preocuparse.
Cuando la señorita Steele presenta el fotógrafo a Grey, se nota que podría congelar un helio con su expresión. Si él me miraba de esa manera, estaría viendo tras mi espalda durante una década.
_ ¿Dónde le parece bien?, dice Grey. Suena más como, no jodas con mi nuevo juguete.
En la siguiente media hora, la señorita Kavanagh organiza todo diciendo lo que hay que hacer. Es jodidamente divertido ver al jefe como se ordena alrededor de una niña, especialmente cuando el fotógrafo lo deja ciego por las luces portátiles. Sí, estoy realmente disfrutando de mí mismo. Y no se me ocurre  ver realmente que la señorita Steele pueda aguantar esto. Me da curiosidad. ¿Qué pasa con ella? Las sumisas de Grey han sido atractivas, ¿y qué tiene de especial esta chica? Tal vez sea el hecho de que ella es tan joven e inocente, yo no lo sé. Pero el jefe seguro como que la mierda es marrón, no  puede dejar de mirarla. Ella es tan tímida, la pobre chica sólo le llama la atención dos veces, y se sonroja cada vez. Me da esperanza. La esperanza de que él no tenga una oportunidad con ella después de todo. Sin duda, una chica linda correría más de una milla a lo que Grey le va a ofrecer. ¿O no lo haría?
Por último, el fotógrafo dice que tiene suficientes fotos. ¡Casi no me lo creo! Nunca he visto el jefe quedarse quieto por mucho tiempo o ser tan paciente con un puñado de aficionados de mierda.
Él les da las gracias educadamente y luego dice: ¿Quiere caminar conmigo, señorita Steele?
La pobre chica se ve sorprendida absolutamente tomada fuera de onda. Ella realmente no lo entiende. No ha calculado que estamos aquí por ella.
_ Te llamo, Taylor, dice Grey. Él me quiere fuera de aquí.
Cuando estoy a mitad de camino por el pasillo, feliz de ocuparme de mis asuntos él me llama de nuevo. Él quiere que yo maneje hasta la casa de los tres estudiantes para que pueda tomar un café con la señorita Steele. ¿Café? ¿Está tratando de concertar una entrevista con  ella? Pero la señorita Steele tiene sus propias ideas, me alegro de darme cuenta. No me necesitan así que les dejo, preguntándome qué va a pasar, esperando a ver si la señorita Steele quedará deslumbrada o si lo mandará a la mierda antes de que él se la saque a ella.
Una hora más tarde vuelve Grey. Con una cara, que nunca se la había visto, se veía tan seguro de sí mismo cuando salió. ¿Será que la señorita Steele lo rechazó? Parece que sí. Vaya eso fue rápido, más rápido que una de las entrevistas que le hace a sus sumisas. Chica inteligente.
Pero yo realmente siento un poco de pena por el jefe. No me esperaba eso. Él tiene una mirada desconcertada. Él hace una cita con Flynn para el lunes a primera hora. Y luego, extrañamente, la anula casi de inmediato.
Lo siguiente que me dice es que hagamos las maletas y regresemos a Seattle.
Estoy jodidamente curioso por escuchar lo que Gail piensa de todo esto.
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_  Así que el señor Grey se la llevó para tomar un café.
_ Como te lo he dicho.
_ ¿Y cuando él regresó, él estaba molesto?
¿Era él? ¿Cuál será la mejor manera de describirlo?
_ Él fue sacudido definitivamente. La cara no era de molesto, estaba como desconcertado.
Gail sonríe. _ A él le gusta.
_ ¿Eso crees?
Ella me pone los ojos en blanco. _ ¡Jason! Es obvio. Él se ha enamorado de esta chica, de una manera agradable, normal.
Yo no estoy tan seguro. Pero yo no quiero discutir. Sólo quiero tomarla entre mis brazos y olvidarme de Grey y de todo su jodido, retorcido mundo. Estamos en su vida, pero Gail es mi santuario, y en este momento, sólo quiero sentir su cuerpo suave y cálido, quiero volver a casa.
_ Te ves muy estresado,  Señor Taylor. Creo que tengo algo que podría aliviar la tensión.
_ Creo que podría estar en lo cierto,  señora Jones.
_ ¿Alguna vez te mencioné que eres una mala influencia,  señor Taylor?
_ Yo espero que sí, señora Jones.
Y de buen grado nos adentramos a su habitación.
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