sábado, 17 de agosto de 2013

2 capitulo (50S CONTINUA)

 Sé que estoy siendo jodidamente desagradable con todo el mundo pero no hay nada que pueda hacer para remediarlo, mis empleados tendrán que tragárselo

Qué pasa con esta chica? Me he follado a muchas mujeres, pero nunca he sentido nada parecido por ninguna de ellas. Estoy cabreado conmigo mismo por ser tan débil, por no ser capaz deshacerme de estos sentimientos. Soy un Dominante por el amor de Dios. Yo controlo a las mujeres. Ellas no me controlan a mi.

La única persona que tiene alguna idea de por qué estoy constantemente de tan mal humor es Taylor, y él sabe que no debe hacer ningún tipo de comentario

No puedo irme de Portland por mucho que lo quiera, ya que es donde está Anastasia y su canto de sirena es muy fuerte. Pero no pierdo el tiempo, he establecido mi oficina en “The Heathman” para poder trabajar desde aquí, ya que hay muchas cosas que pueden gestionarse así. De esa manera me siento que  no estoy completamente perdido por esta trama.

Taylor sin duda está deseando que me de prisa y consiga una nueva sumisa dispuesta y complaciente, de pelo castaño, para follarla y azotarla sin sentido en mi cuarto de juegos como siempre, y así desahogarme y sacarme estos sentimientos de encima, pero no puedo. Sé que hay muchas mujeres que saltarían si fuera necesario para convertirse en mis sumisas, pero yo no quiero a ninguna más, solo a la Srta Anastasia Steel..

Me siento como si me hubieran lanzado un hechizo para atraerme hacia ella, y la magia es fuerte. No puedo sacármela de la cabeza, no importa cuanto lo intente. Incluso el sonido de su nombre sigue sonando repetidamente en  mi cerebro. Anastasia. Un nombre precioso para una chica hermosa.

Me intento convencer que estoy haciendo lo mejor, y que debo seguir hacia adelante y dejarla sola, pero es algo mucho más fácil de decir que de hacer.

Hace tiempo que no tengo una sesión con Flynn, por lo que no he podido discutir el tema de Anastasia con él todavía, pero creo que debo hacerlo en breve. Es la persona a la que le cuento todo, sin tabúes. Él sabe de toda mi jodida enfermedad. Puede que él sea capaz de centrarme en todos estos sentimientos confusos.

Cada mañana salgo a correr y luego me castigo en el gimnasio del hotel, incluso he hecho venir hasta Portland a  Claude Bastille, para así poder sacarme toda esta mierda de encima haciendo Kick Boxing con él, pero aun eso no me ayuda.

Pensamientos sobre Anastasia irrumpen en mi cabeza en cualquier momento, Pensamientos calientes y eróticos sobre ella en mi cuarto de juegos en todas las posiciones. Estoy duro constantemente. Si pudiera darle unos buenos azotes y luego follarla muy duro me sentiría mucho mejor.

Duermo mucho menos de lo habitual. La música por lo general me proporciona una via de escape, un bálsamo para mi alma herida y dañada, echo de menos mi piano. En las primeras horas de la mañana pensamientos no deseados inundan mi cabeza.

La rabia y la ira se apoderan de mi al pensar que otro hombre pudiera tener a Ana. No puedo soportar ni siquiera la idea de que la toquen. Ya vi al gorila de la ferretería acosándola, y luego al fotógrafo babeando por ella. Parece no tener ni idea de lo atractiva que resulta, y eso forma parte de su atractivo creo yo.

Pero eso también significa que es vulnerable, que necesita cuidarse, y como su Dominante es lo que haría. Yo cuidaría de ella y la mantendría a salvo. Realmente deseo que ella firme el contrato para ser mi sumisa, obedeciendo las reglas, de esa manera tal vez no estaría tan preocupado por ella.

Mi primera impresión cuando cayó en mi oficina y me miró, era que ella era un sumisa por naturaleza pero después de haber pasado un poco de tiempo con ella ya no estoy tan seguro.

Pero es su audacia la que despierta mi interés. Cuando estoy con ella, el aburrimiento, el tedio que me invaden desaparece  y me siento más vivo de lo he estado en mucho tiempo. ¿Cómo puede haberme llegado a tanto en tan poco tiempo? Puedo entender cómo en otros tiempos se acusaba ​​de brujería a las mujeres, porque eso es lo que me siento – embrujado.

Otra cosa que me atormenta es la expresión de Anastasia  cuando la abrazaba y no la besé. Un sentimiento de rechazo se escribió en su cara tan dulce. El haberla perturbado, el ser el causante de su dolor me está atormentando.

Cómo puedo explicárselo, cómo puedo hacer que se sienta mejor, cómo hacerle entender lo duro que fue luchar para no ceder a mi deseo de besarla allí mismo en la calle?

Cómo hacerle entender que si la hubiera besado las cosas se habrían vuelto imparables entre nosotros y entonces sería el culpable de haberla arrastrado hacia mi mundo oscuro, porque sé lo enfermo y lo jodido que estoy?

Pero una parte de mi sostiene que quizás a ella le guste lo que le puedo ofrecer, y que por lo menos debería averiguarlo. Ella estaría cuidada y a salvo siendo mi sumisa.  Podría abrirle un nuevo mundo, uno donde ella experimentará un placer inimaginable, si solo se entregara libremente a mi para poner a prueba sus limites. Y el pensar en ella  aceptándolo me hace sentir realmente emocionado.

Y es por eso por lo que no puedo alejarme de Portland y regresar a Seattle de momento. No soy capaz de convencerme de darle la espalda a la Srta Steel y seguir adelante con mi vida.

Naturalmente he ordenado investigaciones más exhaustivas para asegurarme que sé de ella tanto como me sea posible. No hay nada que indique ningún novio anterior, algo que encuentro realmente sorprendente – tiene casi veintidós años después de todo. Pero me hace feliz esa falta de novios. Tampoco nada parece indicar que sea gay, lo que coincide con mi primera impresión, por lo que descarto totalmente esa posibilidad.

También he ordenado controles a fondo de todos aquellos que regularmente tienen contacto con ella para asegurarme de que no está en modo alguno en peligro de algún hijo de puta desconocido. Sí, soy un fanático del control. Soy tan minucioso y despiadado en ello como si estuviera a punto de emprender inminentemente una nueva adquisición. Tal vez lo estoy, o me estoy engañando a mi mismo?


Los informes sobre el chico fotógrafo y el gorila de la ferretería están limpios, no tienen antecedentes penales o cualquier indicio de violación o  delitos sexuales dentro o fuera del expediente. Uno de los profesores de la universidad al parecer se inclinaba hacia el travestismo, lo que en realidad no me preocupa en absoluto y en cualquier caso está a punto de salir de la universidad.

Al menos me he enterado que este viernes finalizan sus exámenes con una prueba de 3 horas sobre las novelas de Thomas Hardy. Ummm, la obra que me viene a la mente es por supuesto Tess de D’Urbervilles, debido a las similitudes obvias.

No me gusta esperar, pero ejerzo un cierto grado de auto-control. No quiero distraerla de ninguna manera en el estudio para sus exámenes finales. Así que espero hasta el viernes para enviarle un regalo que espero pueda explicarle el por qué me resistí a besarla. Disfruto enormemente buscando la mejor cita para ir a entregarle las tres primeras ediciones de las novelas de Hardy  que he comprado para ella. Así que decido enviar a Taylor a entregarlas justo antes que ella vuelva a casa después del examen final, y así la estén esperando cuando llegue.




Mis investigaciones han establecido que ella es una estudiante de Literatura Inglesa con mucho talento, por lo que creo que fácilmente será capaz de ver lo que estoy intentando decirle a ella cuando escribo la tarjeta que adjunto a los libros:

Por qué no me dijiste que había peligro? Por qué no me lo advertiste? las  damas saben lo que deben evitar, porque leen novelas que les desvelan estos trucos…

Traducción moderna de “Las mujeres jóvenes, en su deseo de amor y afecto se inclinan hacia las relaciones malsanas disfrazadas de amor”

Le estoy explicando que yo no hago la cosa de las novias, ni las cosas de corazones y flores. Es por eso por lo que no la besé, porque hubiera pensado que era eso lo que le estaba ofreciendo. Yo no quería mentirle ni engañarla.

~~~


Agradezco la distracción de tener a Elliot por aquí el viernes por la noche. Me irrita a veces con sus inmaduras bromas constantes por mi falta de vida amorosa, mientras que hace alarde de su nueva conquista. Y lo tolero porque es mejor que siga sin saber la verdad. Puedo y quiero mantener mi estilo de vida al margen de mi familia para protegerlos, especialmente a mamá. No quiero hacer nada que pueda disgustarla.

Pero Elliot es mi hermano, y puedo relajarme con él como con pocas personas más. Estoy contento de que esté en Portland y cenamos en el “Heathman” y luego nos vamos hacia el bar para tomar una o dos cervezas. No me permito beber demasiado ya que sé que no sería una buena idea dado mi actual estado de ánimo.

Suspiro cuando mi Blackberry vibra de nuevo sobre las once, pero se me sale el corazón por la boca cuando veo quién llama.

Mierda! Anastasia! El identificador de llamada me dice que es ella. Guardé su número cuando me llamó para concertar la sesión de fotos, pero demonios,  lo podría haber conseguido de todos modos.

Contesto rápidamente

“Anastasia?”

“Por qué me enviaste los libros?”

Mierda, suena realmente extraña y arrastra las palabras. Qué diablos está pasando?

“Anastasia, estás bien? Suenas rara”

“Yo no soy la rara, tu lo eres”

Mierda, claramente le han disgustado los libros de Hardy que le he enviado. Tanto como mi patético intento de disculpa. Tal vez debería haberla dejado tranquila, parece que he empeorado la situación, ella se ha ido y claramente se ha emborrachado. Empiezan a sonar alarmas en mi cabeza.

“Anastasia, Has estado bebiendo?”

“Y a ti que te importa?”

Me las arreglo para contener mi temperamento al oír su insolente tono de voz. Pero mientras hablo con ella ya estoy empezando a hacer planes. Necesito urgentemente encontrarla y asegurarme de que está bien.

Elliot me mira divertido al escuchar parte de la conversación. Nunca me había oído hablar antes con una mujer fuera de un contexto de negocios.

“Soy curioso, dónde estás?”

“ En un bar”

“En qué bar?” Me estoy cabreando. Tengo que seguir su rastro, en el estado en el que se encuentra podría pasarle cualquier cosa. Puedo sentir como se me erizan los pelos de la nuca.

“Un bar en Portland”

“Y como te irás a casa?”

Con quién está? La están cuidando, se asegurarán de que llegue a casa sana y salva?

“Ya encontraré la manera”

Estoy tan podidamente frustrado con esta conversación, no me está llevando a ninguna parte. Está en peligro y tengo que encontrarla lo antes posible. Odio la sensación de no tener el control.

“En qué bar te encuentras?”

“Por qué me enviaste los libros Christian?”

“Anastasia, dónde estás? Dímelo ahora!”

Hablo con ella como lo haría con una sumisa desobediente que me ha disgustado. Necesito respuestas. Realmente necesito esta información ahora mismo, en este instante, para así poder garantizar su seguridad.

“Eres tan… dominante” Se ríe de mi

Oh Anastasia, no tienes ni idea.

“Ana, por favor, ayúdame, Dónde diablos estás?”

Increíblemente ella se ríe de mi una vez más. Cuánto ha bebido por el amor de Dios? Ahora estoy aún más preocupado por ella.

“Estoy en Portland… un largo camino desde Seattle” Se mofa de mi. Dios, espero que no esté a punto de perder el conocimiento.

“Dónde en Portland?” Trato de sacarle algún sentido a sus palabras

“Buenas noches Christian”

No, no, no! No te atrevas a colgarme, no antes de haberme dicho donde te encuentras.

“Ana!”

Pero se ha ido. Mierda!!

“Qué está pasando Christian? Quién es esa Anastasia …?”

Levanto mi mano para callar a Elliot y rápidamente marco un numero en mi teléfono móvil.

“Necesito urgentemente rastrear al teléfono móvil de la Srta Steel… si, inmediatamente…. Una posición optima… si, espero”

No hay tiempo que perder, algún desalmado podría saltar encima de ella y en el estado en el que se encuentra no puede hacer nada al respecto.

Parece haber pasado una eternidad aunque nuestro sistema de rastreo de ultima generación tarda solo un par de minutos en obtener la ubicación, y por suerte resulta ser que el bar en el que se encuentra está cerca del Heathman. Tengo que confirmar que aun tiene su teléfono, que no se le ha caído o lo ha dejado caer – o peor! La llamo de nuevo.

Cierro los ojos con alivio cuando me contesta ella con un “Hola”

“Voy por ti.”

No espero su respuesta. Cuelgo y me pongo en pie para marcharme.

“Quieres que vaya yo también?” Me pregunta Elliot, entrecerrando los ojos al darse cuenta de lo preocupado que estoy por que todo se va a la mierda.

“Si, puedes echarme una mano, supongo” le digo con ironía. Mi hermano sabe perfectamente como manejarse en una pelea. Espero que no se llegue a nada de esto, pero siempre es bueno tener alguna ventaja. Lamento ahora haberle dado la noche libre a Taylor. Podría llamarle, pero esperarle nos retrasaría.

“Así que vamos, confiesa, quién exactamente es esa chica, “Ana”? Me pregunta Elliot, mientras yo acelero a fondo para ir al Club y encontrarla.

“Sólo una amiga”

Incluso Elliot se da cuenta que este no es el momento para los interrogatorios y gracias a Dios se calla.

Cuando abro la puerta del bar, está lleno de estudiantes, la mayoría de ellos destrozando sus cabezas furiosos al ritmo de la música. Seguramente se trata de la celebración del final de los exámenes, y eso es lo que Ana debe estar haciendo. Elliot y yo empezamos a entrar pero está tan lleno que no sabemos por donde empezar..

Desesperadamente exploro el lugar en busca de Anastasia y puedo sentir como se apodera de mi el pánico cuando no la localizo. Entonces diviso a Katherine Kavanagh a lo lejos, y me dirijo hacia ella.

“Es ella?” me pregunta Elliot, cuando ve hacia donde me dirijo.

“No, ella es su amiga, pero sabrá dónde se encuentra Ana – eso espero” le digo gravemente.

Por supuesto Elliot no puede apartar los ojos de Kate, es su tipo de mujer. Belleza clásica de una manera muy obvia, con un brillante pelo rubio, y una figura curvilínea que se muestra a la perfección con unos vaqueros ajustados y una pequeña blusa de tirantes.

“Dónde está Anastasia?” No puedo perder el tiempo con cortesías. Tengo que encontrarla.

“Qué…qué demonios estás haciendo aquí?” Exclama Kate en su incredulidad.

“Dímelo, ahora, Dónde-está-Anastasia?” Le digo claramente y conteniéndome para no cogerla y sacudirla por su estupefacción. Es evidente que ella también ha estado bebiendo.

"Ella ... err ... ha salido a tomar un poco de aire fresco", finalmente responde. "José se acaba de ir a ver cómo está."

Mierda! Apuesto que va a “velar” por su bienestar.

“Voy a salir a buscar a Ana, quédate aquí por si entrara de nuevo” Le indico a Elliot

Por supuesto, con lo mujeriego que es, está encantado de quedarse con la Srta Kavanagh. Pero enseguida me doy cuenta que ella está encantada con el también. Niego con la cabeza mientras me dirijo a la salida.

Una vez  fuera, en el aparcamiento, miro a mi alrededor tratando de encontrar a Ana. Entonces veo a una pareja. El tipo tiene sus brazos con fuerza alrededor de la chica y trata de besarla a pesar de que ella está tratando de empujarlo.


Mierda, son Ana y José. Esto es exactamente lo que yo temía, y puedo sentir la rabia como hierve  por mis venas. Gracias a Dios que he llegado justo a tiempo.

Cuando me dirijo hacia ellos puedo oír como Ana le suplica

“José, no, por favor, no lo hagas”

Ella le suplica, pero él aún no la suelta , y me dan ganas de golpearle por lo mierda que es. Hago acopio de todo mi autocontrol para no lanzarme sobre él. ¿Cómo mierda se atreve a forzarla. En lugar de eso digo en voz alta de aviso, voz mezclada con la furia que siento.



"Creo que la señorita ha dicho que no."


Finalmente José suelta a Ana. Suavemente si quieres escapar de una sola pieza, chico.

“Grey” dice lacónicamente, cuando ve mi mirada de disgusto. Pero antes de que pueda encargarme de él como se merece hay otros asuntos que merecen mi atención.

Ana me mira con sorpresa y luego de repente se dobla en si misma y empieza a vomitar espectacularmente en el suelo.

“Uggg - Dios mío Ana” retrocede José claramente asqueado.

Qué lástima que no le vomitara encima, le habría servido como lección para no tratar de forzarla intentando meterle su lengua hasta la garganta con su lengua hasta meterse en su garganta. Me alegro mucho de que ella no estuviera dispuesta a ello.

Sospecho que Ana aún no ha terminado de vomitar, así que le recojo el cabello y la llevo por un camino que llega hasta las jardineras llenas de  flores que limita el estacionamiento.

“Si vas a vomitar otra vez, hazlo aquí. Te ayudaré a mantenerte en pie” le digo mientras le recojo el cabello en una cola improvisada y la sostengo por los hombros. Ella débilmente intenta apartarme , pero de pronto vomita de nuevo… y otra vez, hasta que finalmente no le queda nada que vomitar, aunque su cuerpo sigue intentándolo de todas maneras.

Está agotada y apenas puede sostenerse en pie, le paso mi pañuelo de lino para que pueda limpiarse la boca. Aún estoy furioso con ella por haber llegado a este estado y que se haya expuesto a los riesgos, pero se atenua por mi inmenso alivio de haberla encontrado a tiempo de evitar un daño mayor. Incluso en el estado en el que se encuentra estoy encantado de volver a verla, de estar con ella otra vez.

Observo a José que todavía está dando vueltas, nos mira desde la entrada del bar. Ana también le echa una mirada de disgusto, a regañadientes desaparece dentro del bar, murmurando algo de ir a echar un vistazo. Oh no, no lo harás.


Ana está claramente avergonzada, pero el vómito no me preocupa en absoluto – mi estilo de vida me ha hecho ver y tratar con todo tipo de fluidos corporales a lo largo de los años.


“Lo siento” murmura tímidamente, mientras juguetea nerviosa con el pañuelo.

“Qué es lo que lamentas, Anastasia?” Le pregunto divertido y con curiosidad por saber lo que ella considera su peor pecado.

“La llamada telefónica, principalmente. El estar enferma. Oh, la lista es interminable” murmura sonrojándose.

“Todos hemos pasado por esto alguna vez, tal vez no tan dramáticamente como tu” le digo recordando mis años de adolescencia salvaje antes de que Elena me tomara en sus manos y me sacara del camino de la bebida.

Pero tengo que hacerle saber que realmente no puede actuar así, no es un comportamiento aceptable para nadie, y mucho menos para mi próxima  potencial sumisa.

“Se trata de conocer tus limites , Anastasia. Quiero decir, yo soy experto en presionar los limites, pero esto es algo que se aleja de todo limite. Es habitual en ti este de este comportamiento?”

“No, nunca antes me había estado borracha, y ahora mismo no siento ningún deseo de volver a estarlo otra vez” me dice compungida, y le creo.

"Vamos, te llevaré a casa", le digo.



Pero ella se queja e insiste en que tiene que decirle a su amiga Kate que  se va, aunque le aseguro que mi hermano Elliott le dirá que  está bien. Ella está  claramente algo confusa pensando que yo ya había regresado  Seattle y se pregunta cómo la encontré.


"He rastreado tu teléfono móvil, Anastasia".



Esto parece conmocionarla. Sí, soy su acosador. Acostúmbrate  a ello.



Ella tiene que recoger el bolso y la chaqueta que había dejado dentro antes de que podamos salir, así que  a regañadientes entremos de nuevo en el club. La tomo de la mano con firmeza puesto que se encuentra borracha y débil.

Ana encuentra sus cosas en la mesa donde las había dejado y le pregunta al chico que está sentado allí por Kate. La música está muy alta y cuando tiene que gritarme muy cerca para que la escuche eso me excita – ella se sonroja, realmente estoy deseando que a ella le esté pasando lo mismo, pero tal vez sea solo por el alcohol?.

Me dice que Kate se encuentra en la pista de baile – sin duda con Elliot.

Antes de hacer cualquier cosa necesito que Anastasia beba mucha agua para intentar contrarrestar el efecto del alcohol barato que ha ingerido. Pido un vaso de agua grande y vigilo que se lo acabe todo. No se da cuenta de que la deshidratación es una de las principales consecuencias del consumo excesivo de alcohol? Me paso las manos por el cabello en un gesto de frustración por ser tan necia.

Entonces la tomo de nuevo de la mano y nos dirigimos hacia la pista de baile, para que podamos encontrar a su amiga y salir de este basurero. La pista de baile está muy concurrida, y la forma más sencilla de llegar al otro lado es ir bailando – soy un buen bailarín, un hot dancer Otra cosa que agradecerle a Elena, y de hecho me resulta muy divertido coger a Ana en mis brazos y deslizarla por la pista, así la mantengo en pie, ya que todavía está muy borracha.

Encontramos a Kate y Elliot bailando muy sugerentemente.

“Dile a Kate que tengo a Ana y que me encargo de ella. Y por el amor de Dios asegúrate de usar condón esta noche, eh?” Le grito a Elliot al oído.

Me sonríe provocativamente pícaramente y tira de Kate hacia sus brazos, para deleite de esta que no deja de menearse alrededor de él seductoramente.

Cristo, si se acaban de conocer, pero conozco a mi hermano lo suficientemente para saber que va a fallársela esta noche.

Así que Anastasia y yo por fin podemos salir. Pero antes de llegar a fuera, noto como empieza a cojear. Dios mío, se ha desmayado.

“Mierda!”

Por lo menos me las arreglo para cogerla antes de que toque el suelo.

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